De retornos y posibles retornos

Ocean Castillo Loría

Rolando Araya / Jose Miguel Corrales

I

La semana pasada, se dieron noticias en torno al PLN. Se anunció el regreso al partido, del Ing. Rolando Araya Monge y la posibilidad de que el Lic. José Miguel Corrales, volviera a las filas del liberacionismo.

Estos dos políticos han tenido un largo camino en el devenir costarricense. Araya, antes de su retorno al PLN, intentó llegar a la Asamblea Legislativa por medio del partido provincial “Todos”. Sobre esta estructura muchos fijaron altas expectativas.

Debe recordarse que don Rolando asumió durante su primera precampaña en 1989, el ser el relevo generacional de la dirigencia liberacionista. Es en este momento cuando su ideario político plantea la actualización del PLN sustentando una propuesta programática en cinco áreas: Estado, tecnología, educación, producción y democracia económica.

Araya pierde esa convención frente al Dr. Carlos Manuel Castillo (RIP). Esa precampaña estuvo caracterizada por una fuerte polarización con marcados rasgos de canibalismo político, lo cual, desgastó la estructura partidista.

De cara a las elecciones de 1994, Araya lanza su precandidatura, ya avanzada la justa interna dentro del PLN, como una forma de mantenerse vigente en la palestra electoral. Ya en ese instante, es promocionado como estudioso de la realidad nacional, un ideólogo de su partido y se tenía la esperanza de que lograra elevar el nivel de discusión de los otros precandidatos.

Es en esta etapa donde subraya ideas como la descentralización y desburocratización del Estado, una reforma educativa conforme a la época tecnológica que se vive y una reforma económica, enmarcada en la globalización y el desarrollo.

Los resultados de esa consulta interna son totalmente desfavorables para Araya, obteniendo solo un 1,5% de los votos.

En 1995, aparece su libro: “Promesas de la nueva historia”, donde afina su propuesta ideológico – programática y de donde se deduce su ubicación ideológica en el marco de la socialdemocracia más actualizada.

En este texto, se observa un planteamiento global para el cambio del país, dentro de una visión ecológica integral.

Es en este periodo, donde el político más se centra en analizar las repercusiones de la era de la información y, donde visualiza el progreso nacional, como fruto de la acción colectiva,más que de la individual de un gobernante.

Un año después, es elegido presidente del PLN, vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, vicepresidente de la Internacional Socialista y forma parte de la comisión progreso global, coordinada por Felipe González.

Las ideas de Araya, permearán el IV congreso ideológico del PLN y serán la base de su plan de gobierno para la campaña del 2002.

Para la convención partidaria, se enfrenta al Lic. José Miguel Corrales y al Lic. Antonio Álvarez Desanti. Araya aparece como un candidato renovado, bien posicionado en la televisión (Donde tenía un micro programa de comentarios) y con una síntesis programática: participación – conocimiento – naturaleza; esto, aunado a un buen manejo publicitario, lo hacen ganador de la consulta con una diferencia de 17, 1 % sobre su más cercano seguidor (Corrales)

Posteriormente, Araya pierde como candidato del PLN con Abel Pacheco del PUSC, en primera ronda con una diferencia de 7% y de 16% en la segunda, dado que se aferra a la imagen de político tradicional, lo que generó desconfianza en el electorado. Además, en un constante cambio de orientaciones propagandísticas, desperdició valioso tiempo, que le faltó posteriormente para remontar diferencias. Asimismo, la salida de Ottón Solís (Fundador del PAC), afectó grandemente a Araya, quien de paso, no logró comunicar con claridad su propuesta programática en un momento en el que los electores se guiaban más por la emoción.

La derrota electoral no lo hace cejar de la acción política, y para el año 2004, es electo presidente del Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe.

Luego, Araya obtendrá un doctorado en educación y presentará su libro: “El camino del socialismo cuántico”.

En su obra más acabada, Araya analiza la epistemología sobre la que se ha sustentado por largo tiempo, el análisis de la realidad (El materialismo); concluyendo que tal paradigma resulta insuficiente, y que ahora lo que conocemos como realidad, debe abordarse bajo el concepto unitario de la física cuántica. A partir de allí, el político basa su idea del socialismo cuántico que tiene su raíz en la transformación espiritual, por la cual, se concretará la solidaridad postulada por diversas doctrinas políticas.

Poco antes de anunciar su precandidatura, de cara a las elecciones del 2010, Araya había constituido un grupo de liberacionistas que se oponían al TLC con los Estados Unidos, el cual (Aunque se negaba), se supone le serviría de punta de lanza para retomar el dominio a lo interno del PLN, lo que era esencial para alcanzar uno de sus principales desafíos: el hacer girar al PLN del centro – derecha al centro – izquierda.

Pero además, debía formular su tesis del “socialismo cuántico”, de forma tal, que el electorado pudiera comprenderlo de manera sencilla, lo que pudiera beneficiarlo. Otro factor que Araya debía trabajar, era su imagen de candidato rechazado por el electorado, y esto iba a tener que llevar un fuerte trabajo de mercadeo electoral. Esto, por cuanto las campañas electorales no solo se ganan con ideas, sino con buen manejo de las emociones ciudadanas.

Para el 2008, Rolando Araya sale del Partido Liberación Nacional, de un partido donde dio sus luchas por ser candidato presidencial en medio de fuertes polarizaciones y cuando el canibalismo político campeaba en la agrupación.

Cuánta razón tenía el hoy ex Diputado Oscar Núñez cuando expresaba: “Rolando Araya dio mucho a la causa del partido, por eso es lamentable que haya renunciado. El partido le dio una hermosísima oportunidad a Rolando de ser presidente de la República, le puso en sus manos una campaña electoral cuyo éxito o fracaso dependía en gran medida de él…”

Por otro lado, en su carta de renuncia, Don Rolando reconocía la obra de Liberación Nacional, pero reflejaba su fuerte oposición a la línea que en aquel momento tenía la agrupación. Araya afirmaba que de las motivaciones que permitieron construir lo que es hoy Costa Rica, ya no quedaba nada.

El político afirmaba que desde hacía veinte años (Desde 1988), en el PLN se había dado la introducción del neoliberalismo, esto implicaría que él también fue parte ya sea por acción o por omisión, de esta dinámica (ya en su más reciente obra: “Testigo de Excepción”, el autor no acepta esta tesis)

Volviendo a su carta de renuncia del 2008: Araya dijo que desde la primera administración de Arias, se había llevado adelante un programa de desmantelamiento Estatal. En honor a la verdad histórica, debe reconocerse que el modelo de liberalización económica tiene un fuerte impulso desde 1983, en plena administración Monge.

Es claro que este no es el espacio para debatir si este impulso fue un acierto o un error (Lo que sí puede decirse es que en “Testigo de Excepción”, Araya dedica una parte de su obra, a plantear que el modelo antes mencionado, inicia en el primer gobierno de Arias)

Don Rolando refirió en su carta, a la bancarrota moral del partido. Es claro que la observación resultaba injusta y resultaba injusta por ser una generalización. Si bien es cierto había y hay, sectores partidarios que se han olvidado de la moral, hay otros, valga decir la mayoría, que un día sí y otro también luchan por la moralización del campo político.

Para el 2010, él se postula como candidato del partido Alianza Patriótica, el cual termina, junto al Partido Integración Nacional (PIN), concretando una coalición de hecho, que apoyará al Partido Acción Ciudadana (PAC)

Para el 2014, Rolando Araya, se convierte en colaborador y consejero de su hermano, Johnny Araya, a la sazón, candidato del PLN para esa campaña electoral. Desconocemos si Rolando intentó convencer a su hermano, de las ideas propias del socialismo cuántico. Tal parecía que la tarea de Rolando en la campaña de su hermano, era atraer alejados del PLN.

Llegamos así al momento presente, en el camino de don Rolando Araya. Parece que las palabras en la carta de su renuncia al PLN, se han olvidado o las cosas han cambiado radicalmente. Los tiempos de “Alianza Patriótica” y de “Todos”, han quedado en el ayer.

Vuelve Araya a una idea clara: el PLN es el partido más fuerte en materia institucional. Esto pese al electoralismo que desde hace años aqueja al partido y que él siempre denunció (Basta mirar muchas de sus intervenciones cuando era Secretario General)

La idea es renovar y regenerar al PLN. No es ocioso pensar que en esto jugará un papel clave, el denominado “Socialismo cuántico” con sus impactos en materia económica y ecológica. Otro cambio (Por lo pronto), es que Araya dice no estar pensando en política electoral.

II

En 1997 el Lic. José Miguel Corrales, alcanzó la postulación presidencial, teniendo a sus espaldas la problemática de un fraude electoral demostrado, así como el resentimiento de importantes sectores verdiblancos, lo que indudablemente cuestionó su legitimidad como líder del PLN.

Asimismo, este político resulta víctima de uno de “los hijos de los caudillos”, José María Figueres Olsen, quien da cuenta de él en las urnas en 1993. Dicha precampaña es denominada “La revolución de las caras nuevas” en el tanto, entran en escena aspirantes jóvenes (el mismo Figueres Olsen y Margarita Penón), en lo que refiere a trayectoria partidaria.

Corrales, diputado durante la administración 86 – 90, sostuvo un discurso con fuerte acento moral en la precampaña del 94. Don José Miguel, en alguna medida, dio una gran sorpresa al obtener el segundo puesto en esa justa convencional (Con un 23,9 % de los votos); si bien Corrales había perdido la candidatura, fue de los ganadores de aquella convención de 1993.

Él mismo reconoce que en aquellos años iniciales de los noventas, se sentía con mucha fuerza y ánimo para luchar por la Presidencia de la República, pero ese ánimo y esa fuerza fueron disminuyendo conforme fue teniendo la experiencia de las campañas electorales.

Para el primer trimestre de 1996, algunos analistas políticos observaban como el apoyo de los liberacionistas se consolidaba a favor de Corrales, paralelo a ese fenómeno, tales mediciones estadísticas presentaban una gran impopularidad por parte del gobierno de aquel entonces (1994 – 1998)

En esa línea, Corrales fue asumiendo un rol de oposición al gobierno de su mismo partido, esto le generó la adhesión de sectores, que se mostraban críticos a lo que consideraban la política tradicional.

Así las cosas, Corrales se convertía en un instrumento de canalización del mencionado descontento. En esa lógica, José Miguel se percibía como “el distinto”, aunque estuviera dentro de un partido tradicional como el PLN.

Esto le generó a Corrales, perjuicios que le marcarían a futuro, su lucha por tratar de ser presidente: muchos sectores liberacionistas, le cobraron y le cobrarían, esa actitud ante “el hijo de Don Pepe”.

Ya para ese entonces, algunos miembros de su movimiento, le recomendaban “salirse de Liberación”, pero ese no fue el instante para una acción de ese tipo, todavía eran los tiempos del bipartidismo, y era ventajoso el ser parte de la divisa verde y blanca.

En ese contexto, ninguna otra tienda le ofrecía la capacidad de movilización que poseía el PLN. Para ciertos analistas políticos, de haberse ido de este partido, hubiera significado el ser representante de una agrupación emergente, con fuerte apoyo por parte de electores con educación universitaria y con base en el Valle Central (Dicho sea de paso, este fue el perfil en el 2002, del Partido Acción Ciudadana (PAC), con Ottón Solís y sería el ya perfil tradicional, de electores de ese partido)

La estrategia que siguió el “Corralismo”, fue continuar en la línea de mostrarse como diferente pero con el claro objetivo, de rescatar las ideas tradicionales de Liberación Nacional.

Es así como para la convención pactada para 1997, Corrales alcanza la candidatura al ganarle al Dr. Walter Coto. Esa postulación tuvo una serie de dificultades, entre ellas, un fraude electoral demostrado a lo interno del PLN, además del resentimiento de algunos sectores verdiblancos que cuestionaron la legitimidad de José Miguel como líder.

En materia de planteamientos, en el programa de gobierno, se reiteraba el deseo de rescatar los principios liberacionistas, pero ubicados en lo que se consideraba un nuevo contexto nacional.

En este sentido, se presentaban 8 instrumentos claves:

• Honestidad.
• Un Estado moderno.
• Democratización de la vida nacional.
• Desarrollo de la educación.
• Compromiso de una mayor participación de la mujer.
• Compromiso con el equilibrio ambiental y humano.
• Crecimiento económico dinámico y sólido.
• Solidaridad y distribución social de la riqueza.

Y aquí comienza a verse la falacia del argumento de que Corrales, tenía o tiene, un enfoque autoritario, que ahogaba la organización social independiente y la participación ciudadana. Era claro, que se hablaba de democratizar la vida nacional y un claro deseo de una mayor participación de la mujer.

Finalmente, para lograr llevar al éxito los ya expuestos instrumentos, se planteaba la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, para modernizar la Carta Magna.

Pese a la posibilidad de un amplio desarrollo de esta propuesta, en el fondo, Corrales no fue concreto, sus exposiciones generales se basaban en:

• Rechazo a los programas de corte neoliberal.
• Restablecer los principios y líneas clásicas del PLN.
• Ataques al gobierno de José María Figueres Olsen.
• Una propuesta anticorrupción.

De hecho, uno de los principales problemas que tuvo José Miguel, fue que su propuesta anticorrupción, cayó en contradicciones que no pudieron ser salvadas por ninguna estrategia de campaña política, teniendo entre otras consecuencias, el profundizar la división de su partido.

Al final, Corrales pierde las elecciones por menos de un 2%. Esto, entre otras razones, por las siguientes:

• Mucha de la base liberacionista votó a última hora para evitar una derrota estrepitosa del PLN.
• El que se hayan publicado encuestas de salida, motivó a los liberacionistas a apoyar a su partido.

Para otros, como el ex presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Rafael Villegas A. (RIP), el entonces director de Tele Noticias, canal 7, en esa publicación, violaba la Ley Electoral, aparte de que muchos de los adherentes del PLN en ese momento, pudieron haberse decidido a votar y se desanimaron al enterarse de que Rodríguez, ganaba las elecciones por un 10 %

En su momento, el ex presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Rafael Villegas Antillón, dijo que a Corrales, se le había hecho un fraude en 1998. Por su valor, resumimos las tesis de Villegas:

A) La Sala Constitucional, a solicitud de un partido minoritario, a cuatro días de las elecciones y cuando los medios de comunicación más importantes del país, habían organizado un debate entre los dos candidatos de los dos partidos mayoritarios, dice que ese debate se puede llevar a cabo únicamente si todos los candidatos inscritos a la Presidencia, quince o dieciocho o veinte, también participan. Un debate con esa multitud, no se podía llevar a cabo. Villegas en su momento se preguntaba: ¿esa era la intención? Decía Villegas: “Ese fue el momento del sublime ridículo de la Sala Cuarta.”

B) ¿Era tan importante ese debate? Por supuesto que sí, Corrales estaba casi a la par del señor Miguel Ángel Rodríguez y tenía, en su alforja varias flechitas que pondrían afectado al social cristiano. Además, aquello de que todos los candidatos debían participar, era lo más cómico y absurdo.

C) Respecto a lo sucedido con las “encuestas de salida”, Villegas escribió que le solicitaron a canal 7, que les enviara todo lo trasmitido en las elecciones: en el casete, estaba, desde la Misa dominical, hasta lo que pasó digamos, exagerando, a las 2: 55 pm. Pero de lo que pasó después de las 3: 00 pm, no había nada. Aún así, el TSE, presentó una denuncia ante el Ministerio Público.

Tal parecía que dentro del PLN se evidenciaba un cambio generacional ya que para el 2001, quien derrotó a Corrales en la convención fue Rolando Araya. Se deduce que la candidatura de Corrales en el 98 estaba como injertada en un partido cuya configuración electoral no logró satisfacer. Es en este contexto, que Corrales sufre un fuerte desgaste, pues prácticamente no abandona su papel de aspirante presidencial hasta la convención de junio del 2001.

En esta etapa, Corrales no sabe aprovechar el capital positivo con el que contaba, por el contrario, lució ante el electorado contradictorio, falto de liderazgo, su fracción legislativa aprobó el “Combo eléctrico”, cuyos postulados contradecían las ideas de Corrales. Asimismo, el informe legislativo sobre FODESAF, lo igualaba al concepto generalizado de político tradicional. Estas son algunas de las razones por las cuales Corrales Bolaños, pierde ante Rolando Araya con una diferencia de 17, 1%.

En aquel momento y hacia adelante, había un doble sentir sobre Corrales: un PLN en el que muchos lo alabaron y hoy para otros, el haber sido “Corralista”, es como una especie de “signo de Caín” o algo que debe caer en el olvido.

Ya para el 2004, se hablaba que Corrales, podría aspirar de nuevo a la Presidencia de la República. Esa fue la candidatura fracasada dentro de Unión Patriótica (UP); en ese momento, Corrales, no logra superar lo que fue la consolidación del Partido Acción Ciudadana (PAC). Encuestas como las de la empresa UNIMER, expresaban que el apoyo a Corrales, era de un 1 %

Para las elecciones de 2014, Corrales, es candidato por el Partido Patria Nueva (PPN), pero como fruto de una disputa con el candidato a diputado, Álvaro Montero Mejía, en tanto presuntamente éste estaba moroso con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Corrales, estaba en desacuerdo con esa postulación. Por ello, José Miguel renunció y luego retornó a la candidatura.

Este político, siempre ha sido incómodo y rebelde. Un ejemplo relativamente reciente de ello, fue cuando le mandó una carta al entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia (Octubre de 2017), donde le dice que en ese Poder de la República, hay una serie de cuestionamientos que deben ser aclarados, antes de que la credibilidad de la Corte, se siguiese poniendo en juego.

Para las elecciones de 2018, Corrales le da la adhesión al candidato Juan Diego Castro Fernández, del Partido Integración nacional (PIN), en ese momento, Castro, rescató la experiencia política y el liderazgo de don José Miguel.

Poco antes de mediados de enero ese año, Castro anunciaba que de ganar las elecciones, Corrales sería su Ministro de la Presidencia. Lo cierto es que el abogado Juan Diego Castro, ni siquiera llegó a la segunda ronda electoral.

Una vez cerrado el proceso electoral, con el triunfo del PAC; para finales de septiembre de 2018 y con el marco de la gran huelga en el sector público en oposición a la reforma fiscal, Corrales “ataca de nuevo”, por medio de una carta dirigida al Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, en la que le expresa que “debe gobernar o renunciar”.

En ese contexto, el político señalaba, que era un error que en el proceso de diálogo que presuntamente se llevaba a cabo con los sindicatos, fueran funcionarios de “segunda línea”, los que llevaran adelante la dinámica de una posible resolución del conflicto.

Y de nuevo, luego de este repaso, llegamos al momento presente del caminar político de Corrales: éste pone condiciones para un posible retorno al PLN: Que varias personalidades del partido, justifiquen sus acciones ante el Tribunal de Ética.

En sus declaraciones, Corrales insiste en algo, que también Rolando Araya ha expresado: quienes han abandonado los principios de la socialdemocracia, son los grupos que ahora dominan el partido.
El ex candidato Corrales, habla de los grupos unidos a la corrupción, habla de los que han favorecido un modelo que ha hecho: “más ricos a los ricos y más pobres a los pobres”. La petición de Corrales, parece una manera “elegante”, de decir: “gracias, pero no, gracias”.

III

A modo de conclusión…

Desde 2002, de un modo u otro, los liderazgos improvisados han querido entrar o han entrado en la política costarricense: para nosotros un sencillo ejemplo de esto, es el triunfo del Dr. Abel Pacheco de la Espriella (2002 – 2006)

En el caso de Araya y Corrales, estamos hablando en contrario: tanto el uno como el otro, tienen formación personal, política y de cultura social. La formación política de Araya y los aportes como legislador de Corrales, son incuestionables.

De igual manera, el tópico de la formación ideológica es fundamental: Araya en esto, presenta grandes particularidades: volvemos a invitar a nuestros queridos lectores, a revisar los escritos de Araya. Del mismo modo, hay constancia en los archivos políticos, de los importantes trabajos que en los diversos ámbitos, realizaron los grupos de trabajo ideológico y programático, que acompañaron en sus diversos momentos las aspiraciones de Corrales.

Don Rolando y don José Miguel, al igual que otros políticos (Oscar Arias, Miguel Ángel Rodríguez entre otros), son letrados, educados y formados profesionalmente. Sin esas cualidades, los líderes políticos y los partidos políticos no tienen futuro.

No en balde, desde los orígenes de nuestro sistema de partidos políticos, hemos tenido gobernantes: abogados, historiadores, educadores, médicos, ingenieros, periodistas, filósofos, economistas, politólogos etc.

Aparejado a ello, entramos en un tema central: la formación política y la formación ideológica: en este punto hay que expresar, que lamentablemente, esta área está muy abandonada en los partidos políticos.

Pero si se hace una retrospectiva somera, se encontrará que el liderazgo político, va de la mano, con la producción ideológica y programática:

• José Figueres Ferrer, con libros como: “Cartas a un Ciudadano” o “La Pobreza de las naciones”.
• José Joaquín Trejos Fernández: “Ideas políticas elementales”.
• Daniel Oduber Quirós: “Una campaña”; “Raíces del Partido Liberación Nacional”.
• Rodrigo Carazo: “Paz, seguridad y desarrollo en América Latina”; “La tercera vía: ¿Es posible en nuestra América?”; “Rodrigo Carazo: con la dignidad en las venas”.
• Luis Alberto Monge: “En combate”; “Pensar y actuar”; “Centroamérica para los centroamericanos”.
• Oscar Arias: “El camino de la paz”; “Nuevas dimensiones de la educación”; “Nuevos rumbos para el desarrollo costarricense”; “Democracia, independencia y sociedad latinoamericana”; “los caminos para el desarrollo de Costa Rica”; “Hagamos juntos el camino”.
• Rafael Ángel Calderón Fournier: “Raíces del Partido Unidad Social Cristiana”.
• Miguel Ángel Rodríguez Echeverría: “La solución costarricense”; “De las ideas a la acción”; “Una revolución moral: democracia, mercado y bien común”; “Por una vida buena, justa y solidaria”; “Ajuste estructural, Progreso social”; “Al progreso por la libertad”; “El mito de la racionalidad del socialismo”; “El orden jurídico de la libertad”.
• Luis Guillermo Solís: Varias obras sobre relaciones internacionales.

En este punto, es evidente que entre Araya y Corrales, el primero le lleva amplia ventaja al segundo. Repasemos la obra bibliográfica de Rolando Araya:

• “Surco de Esperanzas”.
• “Vino nuevo en odres nuevos”.
• “La estrategia de acción ciudadana”.
• “Promesas de la nueva historia”.
• “El camino del socialismo cuántico”.
• “Testigo de excepción”.

Por otro lado, los partidos políticos han dejado de ser escuelas de formación política, hoy, hasta se ve mal, que los movimientos estudiantiles, tengan ligámenes con movimientos propios de la política nacional.

No en balde, es por eso que hoy nuestros políticos (Recientemente se han dado dos casos), no logran definir ni en lo básico, sus posiciones referidas al abanico ideológico de la izquierda, el centro o la derecha.

Así las cosas, cuando se habla del retorno de Araya o del posible retorno de Corrales (Cosa que como ya hemos dicho, nos parece lejana), se mira el movimiento de criterios dentro del PLN, cosa que ya es importante (A esto debe sumarse el movimiento de mujeres en pro de la paridad)

Araya y Corrales son políticos formados, ellos tienen un pensamiento, que vale la pena tomar en cuenta, esta es una discusión, que debe o debería llevarse a cabo en el seno del Partido Liberación Nacional.

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