William Hayden
Tengo la impresión que el enojo visceral del presidente y su gabinete en contra del Fiscal Carlos Díaz es porque se atrevió tocarles los huevos a las águilas. Se creen inaccesibles en las altas cumbres de su soberbia y prepotencia. Se creen estar por encima del bien y del mal, hacer y deshacer a su antojo y capricho.En especial el presidente se creé un dictadorcillo con sus rugidos de un difunto y famélico jaguarcillo, que puede hacer lo que le dé la gana en este país en donde un montón de adocenados pagados lo siguen ciegamente y gran parte de la población los mira indiferente.
Se creían superiores y capaces de hacer chorizos y que los aplaudan. Hasta que ¡ZAZ! la Fiscalía con allanamientos metió a la cárcel con medidas cautelares a directivos de la Caja, incluida la dócil e intocable Marta Esquivel, paseados en las perreras del OIJ por el caso del Barrenador.
Era mucho para su orgullo que se les descubriera un semejante y nauseabundo chorizo, que estaban por hacer con las adjudicaciones de contratos de la CCSS a cooperativas de salud para la operación de Ebais, con sobre precios de hasta ¢12.400 millones anuales por encima de los precios normales que se estilan en la tercerización de servicios de salud.
Corrieron desesperados como sombras escondidas en la oscuridad de la noche, con la complicidad de altos mandos, buscando la impunidad de un director a borrar 300 correos electrónicos de su computadora que lo podría comprometer. ¿Quién borró y quien es el director?
Lanzaron cortinas de humo amenazando con poner una bomba en el despacho del Fiscal y con la intención de amedrentarlo, como lo hacen las tiranías: desaparecer al acusador, borrar del mapa al disidente, al crítico, al opositor.
Como el Fiscal ha seguido adelante con el caso sin apendejarse de las amenazas, de pronto aparece una extraña denuncia, tiran la piedra y esconden la mano, de encontrarle falsos vínculos con narcos y lo acusan de pertenecer, hace 32 años como director, de una sociedad anónima que 21 años después (2013) nombra como tesorero a alguien que 10 años más tarde (2023) fue acusado de narco, y lo exhiben con orgullo en la prensa y en las redes chavistas con videos y memes. Ahorita piden la cabeza del Fiscal, para silenciarlo o quitarlo y poner uno más permeable a sus intereses.
Ahora sí, ovejas del rebaño acuden a la Sala IV, a la que tanto odian, a poner recursos de habeas corpus en defensa de Marta la buena y pobrecita en el decir de los chavistas.
De pronto, la dura realidad cae por su propio peso. Ya no son águilas reales, son simples zopilotes que escarban en el basurero de la corrupción. Se les cayó la máscara de la falsa honorabilidad y los dejaron al descubierto con su cara legítima de vulgaridad.
Además de esta situación hay otra más preocupante.
El presidente Chaves ha sido una constante de ataques, burlas, acusaciones, insultos, irrespeto contra el Poder Legislativo, el Poder Judicial, la Sala Constitucional, la Contraloría, los rectores de las universidades públicas y ahora con la Fiscalía. Todas las semanas, en su show de los miércoles, vomita un torrente de reproches, dimes y diretes; se despotrica en contra de ellos y salen nuevos insultos, nuevas amenazas y ya está incurriendo en el delito de sedición incitando a las masas a una sublevación.
Y esos poderes atacados se montan babosamente en el show, le siguen el jueguito, contratacan, se defienden y los ciudadanos estamos atrapados en una telaraña de quejas, insultos y discusiones inútiles que no llevan a nada. Con una prensa canalla y no canalla (la vendida) que alimentan este morbo porque les da ventas y ganancias. Con un sector empresarial callado e indiferente, y mientras tanto el país sigue estancado en lo político, económico, social, educación, salud, justicia.
Lo único que se mueve es el narco, ya no somos la suiza centroamericana, ahora somos un narco Estado reconocido mundialmente con altos y peligrosos índices de criminalidad, impunidad y sicariato.
Los ataques de Chaves, su verbo, su actitud están encadenando las mentes lúcidas del país con un mensaje monótono, simple, insistente, suscitando la aceptación de su rebaño y quizás la más absoluta indiferencia y hasta la peligrosa insensibilidad de gran parte de la ciudadanía, cuando la reacción normal debería ser de repugnancia y rebelión contra sus desafueros.
No tiene oposición, no hay líderes fuertes que se le opongan en los partidos políticos tradicionales ni en el montón que vienen para las elecciones del 2026. Chaves los tiene apendejados y la docilidad de los mansos es el combustible de las tiranías.
Puede ser que me esté poniendo trágico y el pueblo que es más astuto esté aplicando el refrán que “a un bagazo, poco caso”. Ojalá.
– Economista y escritor.