Una realidad desconsoladora que debe ser enfrentada
Luis Paulino Vargas Solís
Lo resumo en lo siguiente:
Resultados de la encuesta
- Nuevamente es Laura Fernández la candidata que, con notable diferencia, crece más: 4,7 puntos porcentuales en esta encuesta, por encima del margen de error y, por lo tanto, estadísticamente significativo.
- Está clarísimo de que la tesis de que Fernández “tocó techo” no se sostiene.
- Baja el porcentaje de quienes se declaran indecisos: 8,5 puntos porcentuales menos.
- Fernández es, de nuevo, la que, en mayor grado, logra atraer a las personas indecisas. En breve: podríamos decir que ella logra atraer a 55 de cada 100 personas que antes eran indecisas y ahora optan por alguna candidatura.
- Las demás candidaturas no despegan. De hecho, el crecimiento que Ariel Robles, Álvaro Ramos y Claudia Dobles registran no es estadísticamente representativo, puesto que están dentro del margen de error.
Lo que esto implica
Si las elecciones fueran hoy, no me cabe ni la menor duda que Fernández arrasaría y que su votación final podría acercarse, y quizá exceder, del 50%.
Para ilustrar este último punto, les sugiero la siguiente hipótesis, formulada en términos bastante moderados:
- Partamos del hecho de que Fernández está logrando atraer entre 50 y 55 de cada 100 personas indecisas (eso es lo que tanto la encuesta del CIEP como la de IDESPO nos dicen).
- Supongamos que esa capacidad para atraer indecisos se reduce a 40 de cada 100.
- Eso significa que de ese 43,9% de personas que se declaran indecisas en esta encuesta del IDESPO, ella lograría captar más de 17 puntos (17,6 puntos para ser más preciso).
- Si sumamos eso al 32,8% que se declaran favorables a su candidatura, ello significaría que Fernández obtendría un poco más del 50% de la votación final.
Conclusiones
- Cuando, hace unos días, comenté la encuesta del CIEP-UCR, advertí reiteradamente que el negacionismo que pude advertir en algunos sectores de la oposición al chavismo, constituía un gravísimo error.
- Ese negacionismo –lo dije entonces y lo reitero ahora– conforta, tranquiliza, pero es engañoso e ilusorio y, a menudo, provoca parálisis e inmovilismo.
- Es que la realidad es lo que es, independientemente de que a uno le guste o no le guste. La realidad no cambia por el mero hecho de que uno la niegue, ni tampoco va a cambiar para acomodarse a lo que uno quiere que sea.
- Tengamos presente: las encuestas NO predicen el futuro, solo fotografían el presente.
- Lo que ellas nos muestran en este momento, podría cambiar al cabo de algún tiempo. De hecho, el presunto poder predictivo de las encuestas se ve subvertido por ellas mismas, ya que la fotografía del presente que ofrecen, incentiva a hacer esfuerzos que modifiquen esa misma realidad.
- La actual realidad es desconsoladora y lanza una sombra siniestra sobre el futuro de la democracia, de la paz social y de la prosperidad de Costa Rica ¿Qué vamos a hacer frente a tan penumbroso panorama? ¿Matar al mensajero –ahora el IDESPO anteriormente el CIEP– para no tener que escuchar el mensaje? ¿Negar la realidad, mirar para el ciprés y hacernos como que no existe? ¿sentarnos a llorar a moco tendido? ¿Hacer algo para cambiarla?
- Creo que toca hacer algo para cambiarla.
Creo, asimismo, que esa responsabilidad debe ser asumida, primero y antes que nadie, por las tres candidaturas de oposición que captan un apoyo que, al menos, está por encima del margen de error: Álvaro Ramos, Claudia Dobles y Ariel Robles.
– Economista jubilado
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