Cambio Político Opinión, análisis y noticias
Crónicas interculturales
Por Remy Leroux Monet
La Candelaria en francés es la Chandeleur (a ver, tírense a pronunciar algo así como chandeler). Chandelle significa candela en la lengua de Molière.
Como es sabido, la Candelaria es la ceremonia en la que los católicos celebran la purificación de la Virgen María después del nacimiento del Niño Dios el 25 de diciembre y quien lo llevó al templo para hacer este ritual justo 40 días después del parto, o sea el 2 de febrero. En muchos países, hoy día, se organizan procesiones a la luz de velas encendidas (candelas).
Creo poder afirmar que es más común para un francés de hoy referirse al Día de las Crepas que a la Purificación de la Virgen…
En el blog “www.la-vie-en-francais.com”, se confirma que las crepas existen desde hace aproximadamente 7.000 años antes de nuestra era en forma de galletas obtenidas mezclando varios cereales con agua.
En la época de los romanos, a mediados de febrero, se celebraba el fin del año con recorridos en las ciudades con antorchas como señal de purificación. Además, se comía galletas de cereales en forma de disco para invocar el regreso del sol y de las temperaturas más favorables para la agricultura y el inicio de las siembras. La superstición popular quería que comieran ese tipo de crepas hechas con el trigo del año pasado para “asegurar” una buena cosecha venidera.
Sería en el siglo XIII que la crepa “moderna” apareció en la región de Bretaña, al oeste de Francia.
Cada familia francesa tiene su propia receta de crepas, un poco como pasa entre los ticos con el gallo pinto. Tengo todavía conmigo la receta de mi mamá escrita con su propia mano hace décadas. Dice así:
“para hacer de 6 a 8 crepas, se necesita: 2 huevos, dos tazas (no jarras) de harina de trigo, 2 a 3 copitas de ron, 2 tazas de leche, una pizca de sal y el jugo de una naranja. Se mezcla bien todo el líquido que ya tiene consistencia de crema. Se deja reposar una noche de manera que se diluyan los grumos. Volver a mezclar la crema antes de freír. ¡Provecho!”.
“Para asegurarse de tener dinero todo el año”, cada uno de los comensales tiene que agarrar la sartén por el mango con la mano derecha y darle vuelta a la crepa mientras sujeta una moneda en la mano izquierda. Si la crepa recae correctamente en la sartén, es una señal de que no habrá escasez económica este año. En el caso contrario, hay que repetir la maniobra hasta el éxito.
En mi familia muy aficionada a las cosas antiguas, como moneda, se utilizaba una pieza de oro del tiempo de los reyes, un “louis d’or” (luis de oro). Se supone que el luis traía más suerte que cualquier moneda contemporánea…
Se suele rellenar las crepas tanto con dulce como con salado. Se puede así constituir todo un menú a base de crepas. Para empezar, se pueden elaborar por ejemplo con espinacas, queso, jamón, champiñones o salmón ahumado. Y terminar con crepas con Nutella, mermelada, azúcar, etc. Acompañando estos manjares con vino blanco.
Ahora les toca practicar para este próximo viernes 2 de febrero. ¡Suerte!
– Remy Leroux Monet, ciudadano francés, visitó por primera vez Costa Rica en 1978, y desde entonces no se ha separado nunca de nuestro país. En 1993 migró definitivamente. Siendo un atento observador de su entorno, tiene por afición resaltar diferencias entre sus dos países, el de nacimiento y el de adopción.
