Cómo el PLN podría renacer en 2026

La seriedad de la política en broma y con fisga

William Hayden Quintero

William Hayden

Pareciera que las aguas turbulentas y mal olientes del Partido Liberación Nacional (PLN) se han calmado. Pero no hay que confiarse. Dios nos libre de las aguas mansas porque en el fondo pueden existir fuertes corrientes submarinas, tierras pantanosas y hasta arenas movedizas. Si Álvaro Ramos logra evitar que se lo traguen las arenas movedizas de la traición de las cupulas resistentes a desaparecer, si no tira la toalla al ring de las desilusiones, desesperado por esas fuerzas maquiavélicas que lo arrinconan como un cero a la izquierda en la elección de diputados, puede dar el campanazo, resurgir como el Ave Fénix, dar un fuerte golpe de mesa y decir: “aquí estoy, aquí sigo y voy con todo, voy para adelante y el que se me atraviese lo aplasto”. Debe continuar con la candidatura con más bríos que antes, con el machete en la mano haciendo limpieza y quitando la mala hierba; sabiendo que de momento el pasado y presente del PLN es un pesado lastre, le estorban para una buena votación en febrero; que tiene en frente un fantasma real o imaginario, pero al menos bullicioso y fanfarrón, el chavismo agresivo que no va a cambiar su discurso ni desde la presidencia que le resta a Chaves y mucho menos con la fujimorista de Pilar en el Congreso y en la prensa y con Laura Fernández un pichoncito de arpía que trata de superarlos; las encuestas hechizas y pagadas de Opol no lo favorecen y lo ubican en un tercer o cuarto lugar de las intenciones de voto y van a continuar con el mismo guion restándole credibilidad y posibilidades. Va perdiendo, pero tiene que recuperar el tiempo perdido en luchas internas estériles y dejarlas atrás, seguir cabalgando, aunque los perros ladren, dar lo mejor de sí, rodearse de un equipo ganador, no adulador y calculador. Cambiar la estrategia de niño bueno con carita de monaguillo maduro, no está compitiendo para el arzobispado de la curia, debe endemoniarse con la ambición de poder y ganar las elecciones en la primera ronda, conseguir el 40% o quedar bien posicionado para la segunda.

No debe desgastarse ni perder tiempo en preparar un mamotreto de ochocientas a mil páginas de un programa de gobierno. Eso no sirve para nada. Tiene que ver al país como una gran corporación empresarial, utilizar las herramientas de la planificación estratégica que él conoce, identificar los diez temas claves que se necesita corregir y erradicar, diseñar un plan estratégico con objetivos claros y realizables en estos diez temas. Si al final las asambleas le imponen los diputados y entre ellos hay indeseables que le pueden hacer fracasar en sus aspiraciones presidenciables debe buscar alianzas con partidos que tengan diputados más aceptables.

A modo de hipótesis. Un Plan Ganador puede ser: Presidencia de la República Álvaro Ramos. Congreso: 29 diputados del PLN y del Partido Frente Amplio (PFA). QUEBRAR EL VOTO. ¿Por qué el Frente Amplio? El PFA ha cambiado mucho, ya no tiene el radicalismo de uno de sus fundadores, José Merino del Rio (QDG). En esta legislatura han demostrado ser los verdaderos defensores del pueblo, son una oposición fuerte y valiente, no se han arrugado antes las presiones y bravuconadas del chavismo, no se han prestado a cochinadas ni a componendas con el oficialismo como lo han hecho algunos diputados del mismo PLN, de las fracciones de Nueva República de Fabricio Alvarado, la del Liberal Progresista de Feinzaig, la del PUSC con el entreguismo de su diputado Lesley Bojorges.

Veamos el espejo de Uruguay. El Frente Amplio ya no es el comunismo aterrador, el de la reivindicación del trabajador y del proletariado, el ogro como chiquitos, eso es historia y fantasía. Ahora el comunismo quedó superado por el capitalismo agresivo con socialismo moderado. El FA es progresista y social demócrata, ha gobernado el país por casi veinte años y Uruguay es una de las mejores democracias del continente, un país estable en lo político y socia, casi ha eliminado la desigualdad y la pobreza, tiene un crecimiento aceptable y sostenido de la economía (PIB), su deuda externa es baja, no es un pedigüeño en los mercados internacionales de deuda como nosotros. Por esto quizás una alianza política PLN y PFA puede ser el mejor antídoto para erradicar el veneno del chavismo. Quien quita un quite.

Economista jubilado

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