Potsdam es a Berlín lo que Versalles a París. En términos turísticos, es una excursión de un día muy popular: recibe a diario numerosos visitantes que llegan en tren desde la capital alemana para ver los castillos, parques y galerías, así como el histórico puente en el que la Unión Soviética y Occidente intercambiaron espías capturados durante la Guerra Fría.
En términos históricos, al igual que Versalles, es el enclave donde se trazaron los planes de paz tras un conflicto de escala mundial. Allí, los principales líderes aliados: Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña, se reunieron después de la Segunda Guerra Mundial.
Del 17 de julio al 2 de agosto de 1945, el dictador soviético Iósif Stalin, el presidente estadounidense Harry Truman y el primer ministro británico Winston Churchill negociaron sobre el nuevo orden político y territorial del mundo en el Palacio Cecilienhof de Potsdam.
Ahora, 75 años más tarde, el palacio inaugura una muestra para conmemorar el aniversario de la histórica conferencia. La residencia palaciega reabre sus puertas el 23 de junio tras un largo y estricto cierre con motivo de la pandemia del coronavirus.
Bajo el título: «Conferencia de Potsdam 1945 – Reorganizando el mundo», la exhibición, auspiciada por la Fundación de Castillos Prusianos y Jardines en Berlín-Brandeburgo (SPSG), muestra objetos, documentos e imágenes de la reunión de los tres dirigentes políticos durante aquel histórico verano boreal.
Pero la exhibición muestra también el punto de vista de las personas afectadas por dichas negociaciones y decisiones: víctimas de las bombas atómicas, desplazados y personas anónimas protagonistas de la intrahistoria, ofreciendo un enfoque plural del acontecimiento.
Fragmentos de anotaciones en diarios, fotos de archivo, documentos de la época tanto alemanes como extranjeros forman parte de la muestra. Un interesante reclamo: la exposición incluye la terraza del jardín donde se tomaron las famosas fotos de prensa de los «Tres Grandes» sentados en sillas de mimbre.
La fecha inicial prevista para la apertura de la exposición era el pasado uno de mayo pero tuvo que ser pospuesta debido a la crisis generada por el coronavirus.
Tras la reapertura del Palacio Cecilienhof, quienes visiten la muestra tendrán que llevar mascarilla. La organización aconseja reservar las entradas en línea debido a la capacidad limitada de visitantes.
Potsdam es también visitada por sus majestuosas obras arquitectónicas, cuya mayor parte datan de la época en la que fue residencia de la familia real prusiana. La más conocida es el Palacio de Sanssouci, que alberga la galería más antigua de Alemania y que cuenta, entre otros, con el célebre cuadro: «La incredulidad de Santo Tomás», de Caravaggio.
dpa