Chaves y la paradoja de los ticos con corona

La seriedad de la política en broma y con fisga

William Hayden Quintero

William Hayden

Bienvenidos amigos y seguidores, enemigos y detractores. Continuó con la saga de estos artículos iniciando el décimo año que será muy interesante por la campaña electoral, las elecciones de febrero y posiblemente las de abril de 2026, los debates con los disparates de los candidatos, sus cantos de sirena, sus fórmulas de pomada canaria para curar todo los males del país, las encuestas amañadas y librarnos el 8 de mayo de Rodrigo Chaves como presidente, aunque no del todo de su presencia sí Laura Fernández gana las elecciones y lo nombra ministro de la Presidencia para que siga gozando la inmunidad de un “tico con corona”, por encima de las leyes. Si no gana Laura cantará viejera, se va del país para evitar la justicia.

El evento de esta semana e inédito en la historia política del país fue la sesión de la Asamblea Legislativa del pasado lunes 22 para votar sí se le quitaba la inmunidad al presidente Chaves por el caso “Cariñitos-BCIE”. Por primera vez se le vio temeroso, le temblaban las canillas. A través del director del BCIE Erwen Masis que usó de intermediario, amendrentó a al testigo de la corona, Christian Bulgarrelli y a su familia, para que se retractara. Usó con los diputados todo un arsenal de llamadas, correos, emisarios, amenazas, ofrecimientos de puestos, embajadas, presidencias ejecutivas en el posible gobierno chavista de Laura Fernández. Le funcionó la estrategia. Pasó dejando los pelos en el alambre, salió chimado en su trasero, pero ganó. En la histórica sesión del Congreso 34 diputados votaron a favor del levantamiento y 21 en contra. No pasó, se necesitaban 38 votos. Votaron a favor del levantamiento las siguientes fracciones de diputados: Liberación Nacional (17), Frente Amplio (6), Unidad Social Cristiana (4), Independientes (4), Liberal Progresista (2), Progreso Social Democrático (1).

Se corroboró lo que ya sabemos. Hay en la Asamblea un Club de Congresistas Chavistas que desde luego votaron por el NO. Pilar Cisneros y sus acólitos (PPSD-8), Fabricio Alvarado y sus aleluyos (PNR-6). En el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) pese a las órdenes giradas a sus diputados por la Asamblea Nacional y del candidato presidencial Juan Calos Hidalgo para que votaran por el SI, el legislador Lesley Bojorges y su mini fracción de 5 votaron NO, posiblemente en agradecimiento a los 4.200 millones de colones que le giró el Ministerio de Educación para que le hiciera arreglitos a su escuelita en el Roble de Alajuela. Ese sí fue un “cariñotote” no los pinche 16 millones de colones ($32.000) del cariñito a Choreco. No les parece raro que ni la Contraloría ni la Fiscalía indagaran esta transferencia tan enorme de recursos a una escuelita rural y sin rendición de cuentas. Por qué nadie brincó. En el Partido Liberación Nacional pese a la petición del candidato Álvaro Ramos a los diputados (18) de la fracción para que votaran por el SI, la diputada Carolina Delgado Ramírez no le hizo caso, se salió del canasto. ¿La van a echar del partido como hizo Carlos Hidalgo con los cinco disidentes? Se reafirmó también otro amigote del chavismo, el diputado Gilbert Jiménez (Turqueso) que voto en contra y no podía faltar el cariñito de Natalia Díaz (compañera por tres años con Chaves trabajando bajo el mismo techo) que posiblemente instruyó a su candidato a la vicepresidencia y diputado independiente quien se ausentó del plenario cuando se iba a votar, hizo las de villa dejos, se fue el pendejo y cuando todo había pasado, escondido en su casa, dijo que su voto era en contra.

Pero el asunto de fondo no es este. Según el artículo 11 de la Constitución “Los funcionarios públicos son simples depositarios de la autoridad. Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse facultades no concedidas en ellas. Deben prestar juramento de observar y cumplir esta Constitución y las leyes. La acción para exigirles la responsabilidad penal por sus actos es pública”. Por otro lado, el artículo 33 constitucional nos dice que: “Toda persona es igual ante la ley”. El presidente Rodrigo Chaves es un funcionario público y debe cumplir con las leyes del país, el cargo presidencial no lo convierte en una persona diferente a los demás costarricenses. No es un tico con corona, y los votos en contra del levantamiento de la inmunidad lo convirtieron en eso: Un tico con corona, un tico diferente a todos nosotros, está por encima de la ley, es de una casta privilegiada por el adefesio de nuestra Constitución que por otro lado le concede impunidad en sus actos penales excepto que se le levante la inmunidad. Aquí está el meollo del asunto. La Constitución debe ser modificada para quitarle la inmunidad a ciertos funcionarios públicos, como el presidente, los vicepresidentes, los ministros y diputados que en el ejercicio de sus cargos cometen delitos. Deben ser tratado como cualquier tico que incumple con las leyes, someterse a los tribunales de justicia sin tanto padrinazgo y espectáculos políticos.

El que tira un escupitajo para arriba le cae en la cara. Tantos años de vociferar contra los ticos con corona y de pronto es uno de ellos, tanto vociferar contra al régimen institucional y judicial y gracias a este régimen y sus procedimientos quedó bien librado. Se cree muy macho, pero le faltaron huevitos para renunciar a la inmunidad como lo hizo el ministro Jorge Rodríguez, a no ser que, por cálculo político, aunque el Congreso no estaba juzgando su culpabilidad o inocencia, lo cual no le compete, fue victimado y eso le puede jalar más votos con los ticos básicos jaguares en las próximas elecciones a Laurita su pupila.

Economista jubilado

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