Celebremos el Día de la Democracia costarricense

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto

El 7 de noviembre se conmemora el Día de la Democracia Costarricense, producto de que en el año de 1889 el pueblo se levantó en armas para exigir el respeto al sufragio. Esto se dio, cuando se enfrentaron dos partidos políticos: el Liberal Progresista que tenía como candidato a Ascensión Esquivel, quien era parte del gobierno en calidad de segundo designado (lo que podría llamarse ahora un Vicepresidente) y la oposición representada por el Partido Constitucional Democrático, cuyo candidato era José Joaquín Rodríguez. El Presidente de la República de entonces era Bernardo Soto Alfaro. El candidato opositor Rodríguez era el virtual triunfador de las elecciones, no obstante quisieron irrespetar los resultados electorales.

Este antecedente permitió que mediante el decreto N°18 de 1942 se instaura el día de la “Democracia Costarricense” con el propósito de honrar a los 7 mil costarricenses que salieron con armas a defender el proceso electoral de 1889. Actualmente el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) realiza todos los años actividades culturales y formativas, con la colaboración del Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Municipalidad de San José. (Fuente página del TSE). Vivimos un sistema político donde conforme al artículo 1 de la Constitución Política expresa: “Costa Rica es una República democrática, libre e independiente.”

La Sala Constitucional ha definido claramente nuestro Estado costarricense expresando: “Con fundamento en la premisa ideológica contenida en el texto transcrito, los miembros de la Asamblea Constituyente de 1949 optan por aprobar el artículo 1 de la Constitución Política, que define al Estado Costarricense como régimen democrático y pluralista. La democracia, más que un programa de gobierno, es una filosofía política que se caracteriza por su elasticidad, por su flexibilidad. En efecto, no prescribe determinada forma de gobierno, como tampoco formas concretas de organización política. No obstante, el régimen democrático está constituido por una serie de principios e instrumentos políticos y jurídicos imprescindibles, que deben ser precisados científicamente -doctrina de la democracia- e interpretados empíricamente -modus procedendi de los sistemas democráticos-, a efecto de dotar de contenido al concepto indeterminado “democracia”. (Sala Constitucional Voto N°2006-006733)

Con la anterior definición, considero que el Estado debe ser el instrumento para lograr el bienestar social y económico de los ciudadanos; es decir la democracia debe realmente funcionar mediante un desarrollo que permita que se den las oportunidades para todos; de lo contrario es peligroso que se vaya perdiendo la credibilidad en nuestro sistema; y sea desprestigiado por los extremistas de derecha y los comunistas de izquierda; que se aprovechan de las circunstancias y las crisis “para llevar aguas a sus molinos” y con la posibilidad de caer en un “Estado fallido” como se da en otros países. Los partidos políticos democráticos tienen grandes retos y desafíos de poder responder a las necesidades y exigencias, leer el signo de los tiempos en este siglo XXI. Debemos actuar con dinamismo, eficiencia y tomar y ejecutar las mejores decisiones en favor de las mayorías del pueblo costarricense.

También es fundamental señalar que la Carta Magna actual de 1949, fue producto de unas elecciones constitucionales posterior a la Guerra Civil de 1948; que precisamente el tres veces Presidente de la República José Figueres Ferrer se había alzado en armas al alegar que no se respetaron las elecciones nacionales y haber entregado en su momento el poder al candidato opositor Otilio Ulate Blanco. Esto viene a fortalecer más la conmemoración de nuestra Democracia; como régimen e instrumento de convivencia política y republicana. Para el próximo año 2021 estaremos celebrando el Bicentenario de nuestra Independencia Patria y deseamos proseguir con el Estado Constitucional de Derecho compuesto por la división de los 3 Poderes de la República y la institucionalidad que ha permitido tener una organización libre e independiente y representativa; pero es fundamental seguir avanzando en la justicia social con libertad y en fortalecer los valores y principios de la democracia social, cristiana o de fe en Dios Supremo y Eterno.

El mundo actual producto de la globalización, las nuevas formas de comunicación masiva tecnológica, mediante las redes social, el internet y la robótica; constituyen un desafío constante a la democracia; que puede enfrentar adversidades de todo tipo, que ponen en peligro su solidez y creencias en el sistema político. Debe privar el interés público general sobre los intereses particulares o gremiales; y es mediante la institucionalidad que se deben resolver las crisis y problemas que día con día salen a la luz pública. Actualmente el Gobierno de la República ha convocado un diálogo multisectorial para analizar y tomar decisiones importantes del funcionamiento de la gestión pública; la revisión de las más de 300 Instituciones Públicas; la maraña de leyes contrapuestas; incluso la creación de proyectos y programas sin contenido económico, conlleva a una pérdida de legitimidad de nuestro sistema democrático.

Es necesario crear los mecanismos de articulación y coordinación entre la sociedad civil y el aparato institucional; para el bienestar común de la ciudadanía. El Gobierno actual señala que el diálogo multisectorial “es un proceso de construcción colaborativa que integra a los distintos sectores sociales, empresariales y políticos, con el fin de cocrear respuestas inmediatas en temas de reactivación económica, generación empleo y estabilidad de las finanzas públicas.” Espero que se de una respuesta positiva para avanzar en un Estado eficiente, proactivo, inspirado en los superiores principios de la tolerancia, transparencia, equidad, equilibrio, razonabilidad, conveniencia y universalidad; que garanticen la robustez de la democracia dejando a un lado las posturas comunistas de izquierda y la intransigencia discriminatoria y poco inclusiva de la extrema derecha.

Finalmente dejando a un lado las posiciones dogmáticas y siendo más pragmáticos, ha llegado la hora de las definiciones y ejecución de reales decisiones democráticas; que nos permita salir de esta crisis del año 2020; aumentada por la “pandemia covid-19” que nos han venido a desacelerar y paralizar muchos aspectos del crecimiento y desarrollo como país en todos los ámbitos del quehacer; generando una serie de incertidumbres e inseguridad que ha mermado nuestra esperanza en un mejor mañana. Sigo creyendo que Costa Rica merece un mejor presente y futuro y depende del consenso, altura y respeto al diálogo; así como el aporte y esfuerzo de todos; de lograr volver a legitimar y robustecer nuestra emblemática democracia como sistema de forma de convivencia pacífica que es referente a nivel mundial.

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