Casa Las Acacias

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

En estos días, estaba en San José centro, cerca del mediodía, y como estaba cerca, decidí pasar a la casa que fue conocida por muchos años como “Las Acacias”, y que hoy alberga al Restaurante Del Mar, Café y Galería, que tiene un almuerzo ejecutivo, que por cierto resultó muy bueno (¡no cobro nada por el anuncio!). La casa está en el costado sureste del Parque Morazán, justo en el punto donde concluye la Avenida 3 por el este, conocida como Paseo de Las Damas.

Tengo que decir que me llevé una grata sorpresa. La casa por dentro es preciosa, se ve que que la cuidan con esmero y que la valoran. Incluso en la entrada, que es por la parte de atrás en avenida 1, hay un texto con la historia de la casa. Por cierto, lo que es el frente, por el lado del Parque Morazán está cerrado.

Así que, estoy como aquel actor escocés Sean Connery, que hacía de James Bond 007, y que en algún momento dijo que no volvería a actuar como el famoso espía, solo para desdecirse unos años después y actuar de nuevo en el papel, en la película “Nunca digas nunca jamás”. Pues estoy igual, dije que ya no escribiría más sobre algún edificio en San José, y aquí me tienen haciéndolo, y no solo eso, tengo en proyecto un par más…

Entonces, conozcamos un poco la historia de la casa (me baso en el texto mencionado):

La Historia de esta edificación construida originalmente como casa de habitación, se remonta al año 1889, cuando don Julio Piza Díaz, le compra una propiedad a su vecina Elvira Silva y Serrano y otra a su hermano Benjamín Emilio Piza la primera la compra en 500 pesos y la segunda en 2 300 pesos, juntándolas con la que ya el poseía formando así una sola finca de aproximadamente 18 000 m2, valorada toda en ese momento en 5 000 pesos.

Esta, según los documentos de la época se ubica en el “Barrio La Laguna”, conocido así porque a finales del siglo XVIII, existía ahí una laguna artificial, llamada primero “Pozo de Villanueva” y luego solo “La Laguna”, que marcaba el limite oriental de la ciudad de San José y comprendía los actuales terrenos del Parque Morazán, edificio metálico y linderos del Parque España.

El establecimiento de la Fábrica Nacional de Licores primero y de la Estación de Ferrocarril al Atlántico después, y luego del desarrollo urbano experimentado por la ciudad durante las últimas décadas del siglo XIX, además de la privacidad y tranquilidad favoreció el que ricos cafetaleros emigrantes y comerciantes del centro de San José, eligieran este lugar para construir sus casas de adobe y bahareque algunos y los más adinerados, suntuosas residencias de ladrillo o barro cocido, dando origen así al “Barrio de la Laguna” y a la construcción del parque Morazán.

En 1894 don Julio vende este terreno con la casa incluida a Lucile Duval y St. Clair también conocida como Lucile Brealey Duval. En 1925, en su carácter de única heredera declarada en la mortual de Lucile, se adjudica los bienes de dicha sucesión, a su hija Muriel Morales Duval, pasando entonces a ser propietaria por herencia. Muriel se casa con Maximiliano Gurdián Rojas, quienes en 1968 junto a sus hijos conforman la sociedad “Las Acacias S. A.” que pasa a ser dueña de la propiedad. A inicios del 2000 la propiedad fue adquirida por los dueños del Hotel el Rey, que está en el costado este cruzando la calle. La casa funcionó algunos años como restaurante y casino.

Por su valor arquitectónico fue declarada Patrimonio Histórico-Arquitectónico mediante el decreto No. 28475-C del jueves 16 de marzo del 2000.

Las Acacias está construida con elementos decorativos propios del desarrollo industrial, que condujo a la producción en hierro de piezas como las cresterías, barandales y frisos. La arquitectura es una interpretación típicamente nacional de la arquitectura con influencia victoriana de finales del siglo XIX, construida en la década de 1920 con la particularidad de ser simétrica. La edificación es muestra del buen gusto y sobriedad en la escogencia de los materiales constructivos y otros elementos decorativos como los vitrales, marcos de puertas, ventanas y herrería; pasando a constituir un elemento importante dentro de la arquitectura de acompañamiento al entorno del Parque Morazán.

La casa es espectacular, destacando en el interior los acabados. Las lámparas merecen ser destacadas, son seis en total, cada una especial y diferente. El pequeño jardín frontal muy bonito, aunque un poco descuidado (detalle menor), con sus dos leones de mármol, que parece son en realidad de la casa vecina, y serán trasladados en un futuro cercano a su emplazamiento original. Un reloj muy especial, el caimán, el piso, los techos, las puertas, las ventanas, la entrada trasera, etc. Mención aparte para el vitral, que se ve precioso por dentro y por fuera; que cerca de su base, por la parte exterior, tiene cinco figuras, donde destaca la central con las iniciales MG, supongo por Max Gurdián uno de sus dueños. En la parte exterior, destaca el frente con su verja de hierro, y en el costado este el pequeño —en altura- muro perimetral, también con su verja y lleno de palmeras en la parte entre el muro y la casa.

Son muchas cosas para ver, casi todo es especial en la casa. En fin, tantas, que más bien los invito a que visiten el lugar (y de paso comen bien).

Casa Las Acacias forma parte, junto a la Casa Lindo, del Centro Cultural Key Largo, el cual es un espacio de proyección y formación cultural que alberga una gran variedad de actividades culturales artísticas abiertas al público de todas las edades.

Toda la casa es una galería, hay pinturas en todas las salas y cuartos, destacando cuadros de Alonso Pereira, Iliana Cubero, Einsten Solano, Róger Zamora, y Angela Fdez-Rufete —entre otros—, que forman parte de la Exposición Internacional 2024. En la galería pueden ver algunas de las pinturas.

Tuve la suerte que el día que fui, había una exhibición en una de las salas de la casa llamada “San José en la época victoriana”, organizada por Momentos con Historia, un colectivo y revista urbana de historia y cultura, que hace este tipo de eventos. El costo por verla con un recorrido guiado fue de dos mil colones, pero valió la pena. En la galería hay imágenes de casi toda la exposición.

En los anexos incluyo unos textos sobre el estilo victoriano en arquitectura, y sobre la época victoriana, ambos preparados por la IA ChatGPT, que revisé antes de usarlos.

Preparé una galería con todas las imágenes locales, y otra de Facebook con más de 100 imágenes, la mayoría en alta resolución, que incluye la casa, fotos antiguas, y la galería de arte. Para la exhibición de la época victoriana hice una galería independiente.

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Anexo 1

El estilo victoriano en arquitectura
Explorando la opulencia y la elegancia

El estilo victoriano en arquitectura es un testimonio duradero del esplendor y la grandeza de la época victoriana, que abarcó el reinado de la Reina Victoria del Reino Unido desde 1837 hasta 1901. Caracterizado por su opulencia, ornamentación exuberante y diversidad de influencias, el estilo victoriano ha dejado una marca indeleble en paisajes urbanos en todo el mundo, especialmente en Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Australia. Desde majestuosas residencias hasta edificios públicos imponentes, el estilo victoriano refleja una época de prosperidad, innovación y cambio social.

El estilo victoriano emergió en un período de gran transformación en la arquitectura británica, influenciado por una variedad de estilos previos y corrientes artísticas. Las influencias neogóticas, neoclásicas y renacentistas se fusionaron para crear una estética única que reflejaba los valores y aspiraciones de la época. La Revolución Industrial también desempeñó un papel crucial en el desarrollo del estilo victoriano, al proporcionar nuevos materiales de construcción y tecnologías que permitieron la creación de estructuras más grandes y elaboradas.

Una de las características más distintivas del estilo victoriano es su énfasis en la ornamentación y la decoración detallada. Las fachadas de los edificios victorianos suelen estar adornadas con elementos decorativos como molduras, cornisas, frontones, columnas y relieves esculturales. Los tejados suelen ser empinados y puntiagudos, a menudo con torretas, almenas y mansardas. Las ventanas son otro elemento destacado del estilo victoriano, con arcos elaborados, tracerías y vitrales que añaden un toque de elegancia y color.

El estilo victoriano se aplicó a una variedad de tipos de edificios, desde residencias privadas hasta edificios públicos y comerciales. Las casas adosadas victorianas, conocidas como «terraced houses» en inglés, son un elemento común en muchas ciudades británicas, con fachadas uniformes y elegantes detalles arquitectónicos. Las mansiones victorianas, por otro lado, son símbolos de opulencia y estatus social, con grandes salones, techos altos y jardines exuberantes. Los edificios públicos victorianos, como estaciones de tren, ayuntamientos y bibliotecas, son monumentos impresionantes que reflejan el orgullo y la prosperidad de las comunidades locales.

Aunque la época victoriana llegó a su fin hace más de un siglo, su legado arquitectónico sigue siendo relevante en la actualidad. Muchos edificios victorianos han sido restaurados y preservados como parte del patrimonio cultural de sus respectivas comunidades, mientras que otros han sido adaptados para nuevos usos en el siglo XXI. El estilo victoriano también ha dejado una marca indeleble en la arquitectura contemporánea, con arquitectos y diseñadores que continúan inspirándose en sus formas, detalles y principios estéticos.

El estilo victoriano en arquitectura es un testimonio perdurable del esplendor y la elegancia de la época victoriana. Con su énfasis en la ornamentación, la opulencia y la diversidad de influencias, el estilo victoriano sigue siendo una fuente de inspiración y admiración para arquitectos, diseñadores y amantes de la historia.

Las Acacias
Dibujo de Xavier Roselló

Anexo 2

La época victoriana
Una era de contrastes y cambios

La época victoriana, que abarca el reinado de la Reina Victoria del Reino Unido desde 1837 hasta 1901, es una de las eras más fascinantes y complejas de la historia británica. Este período está marcado por una serie de contrastes y cambios significativos que han dejado una huella indeleble en la sociedad, la política, la cultura y la economía no solo en Gran Bretaña, sino también en todo el mundo occidental.

La era victoriana fue testigo de la Revolución Industrial en pleno apogeo. La introducción de nuevas tecnologías y métodos de producción dio lugar a un rápido crecimiento económico, transformando a Gran Bretaña de una sociedad predominantemente agrícola a una potencia industrial líder. Ciudades como Londres, Manchester y Birmingham se convirtieron en centros de actividad industrial y comercial, atrayendo a miles de personas en busca de empleo en fábricas y minas. Sin embargo, este crecimiento económico también generó una brecha entre ricos y pobres, con condiciones de trabajo inhumanas y una pobreza generalizada entre la clase trabajadora.

Durante la era victoriana, Gran Bretaña experimentó una expansión sin precedentes de su imperio. A través de la colonización y la conquista, el Imperio Británico se extendió por todo el mundo, desde la India hasta África y América. Esta expansión imperial no solo impulsó el comercio y la influencia británica en el escenario mundial, sino que también dio lugar a conflictos y tensiones con otras potencias europeas. El nacionalismo también se fortaleció durante este período, alimentado por el orgullo imperial y la glorificación de la grandeza británica.

La época victoriana también se caracterizó por una estricta moralidad y valores sociales conservadores. La religión, especialmente el anglicanismo, desempeñó un papel central en la vida cotidiana de la gente, y se promovieron valores como la virtud, la rectitud y el deber. La familia nuclear era la piedra angular de la sociedad victoriana, y se esperaba que hombres y mujeres desempeñaran roles claramente definidos y complementarios en el hogar y la sociedad. Sin embargo, esta aparente moralidad también ocultaba una serie de contradicciones y problemas sociales, como la hipocresía sexual y la represión de la sexualidad.

La era victoriana fue testigo de importantes avances en ciencia y tecnología. El desarrollo de la teoría de la evolución por Charles Darwin revolucionó nuestra comprensión del mundo natural, desafiando las creencias religiosas tradicionales sobre la creación. La Revolución de la Comunicación también tuvo lugar durante este período, con la invención del telégrafo y el teléfono, que acortaron las distancias y facilitaron la comunicación a larga distancia.

La época victoriana fue un período prolífico en términos de literatura, arte y cultura. Autores como Charles Dickens, Charlotte Brontë y George Eliot produjeron algunas de las obras más influyentes de la literatura inglesa, explorando temas como la injusticia social, la pobreza y el cambio social. El arte victoriano abarcó una amplia gama de estilos y movimientos, desde el realismo social hasta el impresionismo, reflejando la diversidad y la complejidad de la sociedad de la época.

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