Aprovechando la Cuaresma: Volviendo sobre la visita del Papa Francisco a México

Balance y asimilación

Ocean Castillo Loría

Ocean Castillo Loría

La experiencia nos demuestra que, cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.
Papa Francisco en México, febrero 2016.

Al menos alguien piensa en nosotros”.
Lupillo, ex convicto de Ciudad Juárez.

I

Una breve introducción.

Con motivo del viaje del Papa Francisco a México (12 al 17 de febrero), fuimos invitados a diversos programas de radio para analizar y comentar el tema. Ese tópico, puede abordarse desde dos perspectivas: la propia de las Ciencias Políticas y las Relaciones Internacionales y la inherente al objeto de estudio de la Teología.

En varios espacios en medios de comunicación, los productores y productoras, optaban, por uno de los ámbitos del saber humano antes mencionado, por lo que se echaba de menos, si se quiere, una ausencia de integralidad en el producto final que se presentaba.

Por ello, basados en nuestra humilde formación en las Ciencias Sociales y la Teología, nos aventuramos a tratar de dar la integralidad antes mencionada al objeto de nuestro estudio y reflexión, que es dicha visita Papal.

De seguido, los apuntes finales de ese esfuerzo, con la asimilación que ha dado el tiempo transcurrido (Casi 20 días al momento de terminar de escribir): esperamos sean útiles para la comprensión del tema… pero además, como un facilitador de reflexiones en este tiempo litúrgico de la Cuaresma en el Catolicismo.

No queremos terminar esta breve introducción, sin agradecer a las amigas y amigos productores de radio, que nos invitaran a abordar el tema: Andrea de Ocampo, Minor Ocampo, Oscar Montero Tang y Carlos Garita Rojas.

II

Un primer punto que debe tomarse en cuenta es, que el Papa Francisco, puede ser ubicado como un Papa progresista, esto lo ubicaría en mucho en oposición a Juan Pablo II (San Juan Pablo II) y Benedicto XVI (Papa Emérito), que son parte de una corriente conservadora.

Ahora bien, en la esfera moral, Francisco es un conservador, pero en su Pontificado ha tenido aperturas interesantes: a los homosexuales o el más reciente, referido al uso de anticonceptivos, en caso de padecer Zika.

Por otro lado, la gira del Papa a México, constó de una etapa anterior, que fue el encuentro con el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, por lo que también referiremos a ese momento.

A) Encuentro del Papa Francisco con Kirill.

Un primer factor de contexto sobre este encuentro, es tener presente que, la Iglesia Ortodoxa Rusa, está muy ligada a las directrices del gobierno de Putin. Esto, se debe en parte, a que dicha comunidad de fe, no ha tenido su proceso de renovación, como si la tuvo el Catolicismo Romano, en el Concilio Vaticano II.

Además, basados en esa tesis, debe decirse que si bien, Francisco tiene el deseo de “una Iglesia pobre, para los pobres”, Kirill es un líder religioso, altamente apegado a los bienes materiales…

Para consolidar su liderazgo, Kirill se reúne con el Papa, siendo el encuentro motivado por las amenazas hechas a los cristianos en el Oriente Medio y el norte de África, por parte de grupos terroristas como Boko – Haram y Estado Islámico, lo cual no descarta el que la Iglesia Ortodoxa Rusa, no mantenga una serie de suspicacias hacia la Iglesia Católica.

De parte de la Iglesia y Francisco, este es un hito más en el camino ecuménico marcado por el Concilio Vaticano II (Por ejemplo, Pablo VI, tuvo una reunión con el líder de la Iglesia Ortodoxa Griega, Atenágoras I y el 5 de septiembre de 1978, Juan Pablo I, recibió en audiencia privada al Obispo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Nikodim; quien murió súbitamente, en la biblioteca privada del Papa)

Otro punto a rescatar, es el sitio de la reunión: la Habana, Cuba, lo que vuelve a colocar a este país, en un punto clave en el concierto de las naciones…

Es desde Cuba y con Cuba (Que no con la “ideología” de su gobierno), que Francisco avanza en su estrategia de la búsqueda de las periferias no solo las materiales, sino, las espirituales… el territorio cubano, sigue siendo clave, desde una visión geopolítica, en pleno siglo XXI.

Pero no solo eso, esa clave geopolítica cumple una visión importante: concretar el deseo de muchos Estados, Latinoamericanos y Caribeños, en el sentido de que esta zona del planeta, sea un remanso de paz.

Y aquí una interrogante clave: ¿No debería, desde los reformismos socialcristianos y socialdemócratas, pensarse en una alternativa frente a la política corrupta, la economía egoísta y una cultura opresiva?

B) La visita del Papa a México.

A México fueron Papas como San Juan Pablo II, quien volvió a colocar a la Iglesia Católica en el espacio público (No solo el de los medios de comunicación, sino, el propiamente político) y el hoy Papa Emérito Benedicto XVI, quien propuso una verdadera teología (Conservadora pero teología al fin), al abordar el tema de la racionalidad de la fe.

En el caso de Francisco, se cumplió la expectativa de un mensaje, verbal y simbólico, que trasmitía la idea de luchar por la justicia a través de la misericordia… esperaríamos que ya que muchos potentados estuvieron cerca del Papa, tanto a su llegada como en la Basílica de Guadalupe, hubiesen abierto bien sus oídos al mensaje Papal.

En ese sentido, debemos hacer una breve retrospectiva histórica, para comprender a Papa Francisco y su mensaje:

1. Con Juan XXIII (San Juan XXIII), se da una apertura de la Iglesia a la sociedad, poniendo en marcha el Concilio Vaticano II, lo que perturbó al sector conservador del Catolicismo. De igual manera, refirió al tema de la paz, en su famosa Encíclica “Pacem in Terris”. Ese fue el llamado “Papa Bueno”. Hoy San Juan XXIII.

2. Pablo VI (Beato Pablo VI), quien dio continuidad y cierre al Concilio Vaticano II, un verdadero luchador por la justicia y la paz (Prueba de ello, su famoso discurso ante la Organización de Naciones Unidas), pero de igual modo si se quiere, sujeto de las movidas del sector conservador de la Iglesia, como el caso de la Encíclica “Humanae Vitae”, que se opone a la anticoncepción.

3. Juan Pablo I, quien en sus 33 días de Pontificado, mostró una sencillez que lo alejó de la Curia Romana.

4. Juan Pablo II (San Juan Pablo II), el primer Papa polaco, con una clara línea conservadora y con un brillante manejo de los medios. Fue un fuerte anti comunista y en algún momento de su largo Pontificado, también hizo críticas al capitalismo (Encíclica Laborem Exercens). Se le conoció como el “Papa Viajero” (104 jornadas). El Santo, tuvo una gran popularidad entre los jóvenes, por ellos creó las “Jornadas Mundiales de la Juventud”.

5. Benedicto XVI, fue uno de los teólogos más progresistas durante el Concilio Vaticano II, pero luego giró al conservadurismo. Fue guardián de la doctrina Católica. En su Pontificado, revientan con gran fuerza los problemas de pederastia y los hechos propios del Banco del Vaticano. Decide renunciar.

En este marco, ante lo que podríamos considerar el agotamiento del proyecto conservador (Papados de san Juan Pablo II y el Emérito Benedicto XVI), aparece la figura de Francisco, que lleva el mensaje de la recuperación del Concilio Vaticano II, desde la Iglesia Latinoamericana (Con un signo propio de las Conferencias del Episcopado Latinoamericano de Medellín, Puebla y Aparecida); aunque no lo diga, Francisco, bajo ese signo, no deja de recuperar elementos propios de la Teología de la Liberación.

Es así como el Papa Francisco invita a una conversión (Metanoia), a la Iglesia, para que se convierta en misionera, lo que implica que vaya a buscar a los oprimidos. En esa misma línea, debe lucharse contra la cultura del descarte, que hace de los seres humanos, meros objetos. De igual manera, en ese contexto, no es extraño que el Papa estuviese en lugares olvidados.

En ese escenario es que se desenvuelve la cobertura de los medios de la visita del Papa. En el caso de Costa Rica, muchos comentaristas resaltaron el impacto de las completas coberturas de CNN y EWTN (Canal Católico de los Estados Unidos) y en esa cobertura a los medios le llaman mucho la atención las improvisaciones discursivas del Papa.

En el caso propiamente de México, hubo organizaciones que se preocuparon por realizar seminarios para periodistas de cara a la visita del Pontífice… lamentable medios como Televisa, optaron por el formato tele novela en la cobertura, esto prácticamente desperdició el despliegue técnico de ese medio.

Ahora bien, como lo dijimos en la introducción de este análisis, la visita del Papa Francisco a México, puede abordarse desde una perspectiva teológica (Por ejemplo pastoral) y desde una perspectiva política.

Desde esta segunda óptica, debe tenerse claro que, Francisco no es solo el líder de la Iglesia Católica, sino, que encarna al Jefe del Estado Vaticano (Pese a ello, el financiamiento de la visita Papal, corrió por parte de empresarios, la propia Iglesia Católica y el gobierno, además, los gobiernos locales pagaron publicidad y ciertos rangos de seguridad).

Desde los lentes teológicos, no debe dejar de decirse que la visita del Papa, lleva una intencionalidad de reconquista religiosa, versus el avance del protestantismo pentecostal (Esa intencionalidad, no deja de lado la arista ecuménica propia del Concilio Vaticano II y que por ejemplo, se concreta en trabajos conjuntos entre Católicos y Protestantes en Chiapas. Pese a ello, algunos reportajes dejaban entre ver, que la separación entre católicos y protestantes, también había generado violencia)

La mencionada reconquista religiosa, tiene como base objetiva, el hecho de que el catolicismo ha bajado de un 90% a un 83% en la población mexicana; del mismo modo, muchos indígenas han abandonado el catolicismo (Actualmente, un 58% de indígenas adhieren a esta comunidad de fe)

Refiriendo propiamente al Catolicismo en Chiapas (Con características de sincrético, mestizo y popular), ha sido golpeado por las Iglesias históricas del Protestantismo, las Iglesias Evangélicas y las Iglesias Pentecostales (Los argumentos de estas comunidades de fe contra el Catolicismo son básicamente, los mismos: el que la Iglesia Católica, engaña con mandatos y tradiciones que no son bíblicos; que al no creerse en la mediación de los santos o la Virgen, no hay sincretismos y que, los dogmas y liturgias católicas cansan a la feligresía, mientras que ellos dan respuesta a las necesidades cotidianas).

Como puede verse, y lo acabamos de exponer, una de las ventajas del Protestantismo sobre el Catolicismo en Chiapas, es la respuesta a las necesidades cotidianas, esto es fundamental en un Estado, donde el 76, 2% de sus habitantes están en pobreza. Frente a esto, la lógica teológica liberadora, también hallaba terreno fértil, en el accionar pastoral de Samuel Ruiz (1960 – 1995). Lamentablemente, la clase política gobernante gira en oposición a resolver el tema de la pobreza en ese Estado (El Partido Verde, que es el que gobierna Chiapas, no es ni verde, ni mucho menos progresista); como alternativa, se abren los cultivos propios del narcotráfico.

Tal parece que la respuesta pastoral de Chiapas, pasa por:

1) Ordenar diáconos indígenas.
2) Integrar las lenguas locales a la liturgia (Cosa que Francisco hizo).

Fue en Chiapas, donde Francisco retomó los conceptos propios de “Laudato SI”, respecto al cuidado de la madre tierra (Cosa que los partidarios del capitalismo salvaje repudian)

Fue en Chiapas, donde Francisco habló contra los actores de un sistema de dominación, que han excluido, incomprendido, infravalorado a los pueblos amerindios. Son esos actores (políticos, económicos y religiosos los que los han despojado). Fue en Chiapas, donde Francisco encontró un esfuerzo de renovación eclesial, conteste al Concilio Vaticano II.

Por otra parte, vale la pena repetir que Francisco, visitó zonas olvidadas y conflictivas: Michoacán (Donde dicho sea de paso, nació Marcial Maciel, fundador de “Los Legionarios de Cristo” y donde el crimen organizado, ha plagiado y asesinado a más sacerdotes), Guerrero y Oaxaca. Desde estos sitios, Francisco, no se muestra partidario de una Iglesia de Cristiandad (Una Iglesia unida al Poder Político)

Además, en ese contexto, el Papa tocó temas generales, que afectan a la realidad mexicana: migración, indígenas (a quienes dijo que eran víctimas del despojo de sus tierras, entre otras cosas, por las leyes del mercado) y desplazados; pero no tocó temas más específicos: por ejemplo, el tema de los desaparecidos de Ayotzinapa (Esto fue muy criticado por medios de izquierda como “La Jornada” o la revista “Proceso”. En una carta escrita por 100 organizaciones sociales, colectivos y personas dirigida al Papa, el día de su llegada, expresan que la Iglesia: “ha guardado un ominoso silencio frente al horror, que no puede leerse más que complicidad”)

Pese a ello, el Papa fue claro con los familiares de víctimas de la violencia: “Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.

Sobre este aspecto, debe tenerse presente que, el Papa estaba de visita en México y aplicó una regla propia de la diplomacia de “no ir a un país para criticarlo”. Además, desde el marco pastoral, no es propio meterse en asuntos internos de los países. Pese a ello, Francisco sí hizo fuertes críticas al gobierno y al país.

También se puede hacer una lectura de la visita del Papa Francisco, desde los marginados: por ejemplo, visita a la Virgen de Guadalupe, aquella que se le apareció al indígena Juan Diego (San Juan Diego), esa aparición es si se quiere, reasumida por Francisco, con su llegada a Chiapas.

Por esto, lo lógico de la Iglesia Mexicana y la latinoamericana, es, en este momento, estar asimilando los gestos y enseñanzas de Francisco, para trasladarlas como mínimo a los planes de pastoral.

Y en esa asimilación, debe quedar clara la estrategia del Papa: trabajar con las periferias sociales (Abordando sus problemas y por ende, entrando en temas políticos) y existenciales (Pecado, dolor, injusticia, ignorancia) lo cual define a la Iglesia, como una especie de “hospital de pecadores” versus una eclesiología que mira a la Iglesia como “la comunidad de los perfectos”.

El otro punto de la estrategia es que los católicos se conviertan en discípulos y misioneros, versus una Iglesia necesitada de una alianza con el poder político (Una Iglesia de Cristiandad)

Frente a esa estrategia, se encontraba México: un país con familias tradicionalmente extensas (Padre, madre, hijos, abuelos, tíos etc.), pero con un claro aumento de familias nucleares (Padre, madre, uno o dos hijos)

De igual modo, México se le presentaba al Papa, como un país con menos matrimonios y una subida de las uniones de hecho, eso sí, con el descubrimiento estadístico, de que en ese país, a mayor edad (De 20 años para arriba) se tiende más al matrimonio.

En materia de divorcios, ellos aumentaban entre las clases medias y altas, así como un aumento de las uniones de hecho…

Este es uno de los rostros que le enseñaba México a Francisco. También frente a un Papa progresista, se percibía el temor de las oligarquías y de las jerarquías eclesiásticas conservadoras. Ese conservadurismo, encuentra evidencia en el hecho de que “por debajo de la mesa” (México es un Estado laico), la Iglesia mexicana mantiene fuertes vínculos con el gobierno. Esto impidió el sostenimiento de una eclesiología de los pobres (Una Iglesia de los pobres, una Iglesia liberadora)

Asimismo, uno de los rostros más macabros de México, propiamente de su Iglesia, es el tópico de la protección de los pederastas (Solo como ejemplo el caso de Marcial Maciel y “Los Legionarios de Cristo”. Algunos comentaristas dicen que México tiene a los pederastas, más crueles de la Iglesia). Esa protección es otra evidencia del ligamen de hecho, entre el Estado y la Iglesia (En zonas como Oaxaca, esto ha impedido avances en la denuncia de este tipo de horrores, que solo en esa población supera las 100 víctimas)

Precisamente en este punto: La relación jerárquica eclesiástica mexicana y el Papa, fue marcada por la incomodidad, solo como ejemplo, el Arzobispo primado de México Norberto Rivera (Quien fuera muy poderoso en los tiempos de San Juan Pablo II), al defender a “Los Legionarios de Cristo” y a Marcial Maciel, perdió mucho poder. A pesar de ello, él es un claro signo de la falta de compromiso de la jerarquía ante la violencia y la corrupción. No es ocioso decir que en los mensajes de Rivera, se observaba su nostalgia por el “Papa Santo”.

Pero al respecto (La relación jerárquica eclesiástica mexicana y el Papa) hay otras evidencias: la Iglesia Católica Mexicana ha recibido fuertes limosnas por parte del narcotráfico, líderes de esa actividad ilegal, han sido recibidos en la Nunciatura; seminarios y templos, han sido construidos por colaboración de dinero del narco. Ante esto, la jerarquía de la comunidad de fe católica, ha sido débil (Ha quedado olvidado el gesto del Papa Francisco, quien excomulgó a la mafia italiana)

En esa lógica, resulta vital la visita de Francisco a la cárcel de Topo Chico… un lugar donde se evidenció desde la perspectiva política que, el gobierno regional no tiene una estrategia clara contra la inseguridad. Podrán decir las clases gobernantes que han hecho hasta lo imposible por dar la lucha contra ese flagelo, pero lo cierto es que en México, muchos de los presupuestos gubernamentales, quedan en manos de funcionarios sobornables y mafias.

Volviendo al tema de la pederastia, algunos dirigentes de ONG dedicadas al tema, dijeron en su momento que no veían una mano fuerte en el Papa, para denunciar y corregir tan terrible flagelo… en esa línea, dichos dirigentes, resintieron que Francisco no se reuniera con los familiares de las víctimas.

Por cierto que en el viaje de regreso a Italia, un periodista le preguntó sobre el tema a lo que el Papa contestó: “Un obispo que cambia un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia. Segundo, para atrás, caso Maciel. Y aquí me permito rendir un homenaje al hombre que luchó en un momento que no tenía fuerza para imponerse, hasta que logró imponer: El cardenal Ratzinger… un hombre que tuvo toda la documentación. Siendo Prefecto de la Congragación para la Doctrina de la Fe tuvo todo en su mano, hizo las investigaciones y … y no pudo ir más allá en la ejecución. Pero si ustedes se acuerdan, 10 días antes de morir San Juan Pablo II, aquel Vía Crucis del Viernes Santo, le dijo a toda la Iglesia, que había que limpiar las porquerías de la Iglesia… Y en la Misa Pro Eligendo Pontifice? (Sic.) no es tonto, él sabía que era un candidato- no le importó maquillar su postura, dijo exactamente lo mismo. O sea, fue el valiente que ayudó a tantos a abrir esta puerta. Tercero, estamos trabajando bastante. Con el cardenal Secretario de Estado, charlando, y también con el equipo de los nueve cardenales consejeros, después de escuchar, decidí nombrar un tercer Secretario adjunto en la Doctrina de la Fe para que se encargue solamente de estos casos, porque la Congregación no da abasto con todos los que tiene, entonces que sepa dirigir para eso. Además, se constituyó el Tribunal de Apelación, presidido por monseñor Scicluna, que está llevando los casos de segunda instancia…. Tercero, otra cosa que está trabajando muy bien es la Comisión para tutela de menores. Lo de Maciel, volviendo a la Congregación, toda una intervención se hizo, y hoy día la Congregación, el gobierno de la Congregación está semi intervenido, o sea, el Superior General es elegido por el Consejo, por el Capítulo General, pero el Vicario lo elige el Papa. Dos consejeros generales los elige el Capitulo General y otros dos los elige el Papa, de tal manera que así vamos ayudando a revisar cuentas antiguas”.

Pese a esta exposición muchas víctimas del flagelo, sostienen que se ha creado una estructura vaticana, para crear protocolos, que sigan encubriendo a los abusadores y protegiendo a sus superiores.

Otras de las preocupaciones de Francisco en ese país fueron: la migración, el neoliberalismo (Que se viene afincando por lo menos desde la administración de Salinas de Gortari teniendo uno de sus puntales en Vicente Fox. Asimismo, con Francisco es claro, que el humanismo cristiano – católico, se opone al neoliberalismo)

En todo ese panorama, Francisco señaló que el clero mexicano debía revelarse ante el dolor, pero para ello debe abandonarse el clericalismo (El Papa dice que hay que preocuparse menos por el culto formal y más por el sufrimiento humano)

Ahora bien, estos múltiples rostros de México y su Iglesia Católica, no son nuevos, pero cuando menos las últimas visitas de San Juan Pablo II fueron manipuladas (Lo llevaron por el “México lindo y querido”; en una carta escrita por más de 100 organizaciones, colectivos y personas, se le dijo a Francisco, que por esas manipulaciones, se había convertido en folklore, la vida y dignidad de sus pueblos y se habían hecho invisibles sus sufrimientos) y si bien Francisco y lo que políticamente podríamos llamar su grupo asesor (En el que destaca Pietro Parolin, quien fuera Nuncio Apostólico en México de 1989 a 1992), minimizaron esa manipulación, no se puede negar que el gobierno del PRI “le sacó el jugo” a la visita Papal (Un ejemplo de ello, es el mismo discurso de bienvenida de Peña Nieto, en el que enfatizaba el tema de la desigualdad)

Pese a esa situación Francisco observó con bastante certeza, la realidad mexicana, una ilustración de esto, es como en Ciudad Juárez, el Papa fue a la frontera y oró por los migrantes (Solo en este gesto se muestra la actitud cristiana frente a esa problemática en oposición a la actitud discurso, del precandidato republicano de los Estados Unidos, Donald Trump)

El ejemplo de Francisco, golpea a la jerarquía eclesiástica mexicana, que está en el modelo de Iglesia de Cristiandad y que fue reforzado por San Juan Pablo II y Benedicto XVI. El ejemplo de Francisco, muestra la senda de la reforma a la Iglesia mexicana, que debe implicar el apoyo de las Iglesias locales en el país. El mismo Pietro Parolin, del que ya hemos hablado, dijo que la Iglesia Católica Mexicana debía denunciar la corrupción, el narcotráfico y la violencia.

En síntesis, el mensaje del Papa a la jerarquía eclesiástica mexicana, puede resumirse en:

1) Transparencia.
2) El que en su labor pastoral, pongan énfasis en las personas.
3) Evitar el materialismo.
4) Puede haber conflictos dentro de la jerarquía, pero deben ser resueltos.

Algunos analistas dicen que el hecho de que Francisco, diera ese mensaje en público y no privadamente (Como era costumbre de la diplomacia vaticana), implica que se valora, que la Iglesia Mexicana es madura. Más que eso, pensamos que allí hay un nuevo gesto de transparencia del Papa. Esto es clave en una Iglesia que se ha encerrado en sí misma, y ha perdido su componente de religiosidad popular. Con ello, se pierde espíritu de comunión versus las comunidades de fe protestantes donde se subraya la pertenencia y el espíritu de congregación.

En ese contexto, la visita del Papa Francisco en México, fue un claro apoyo a las comunidades de base y progresistas, en un serio enfrentamiento al secularismo, a la violencia (México es el primer país, en crímenes de odio contra sacerdotes, religiosos y laicos) y al consumismo. Y en ese voto de apoyo, se confirma la reforma de la Iglesia a la que aspira Francisco.

Es aquella (Lo repetimos), basada en el Concilio Vaticano II, con una propuesta de modelo distinto de santidad, no el conservador (Algunos recordarán a San José María Escrivá de Balaguer), sino, uno liberador (La beatificación de Oscar Arnulfo Romero)

Uno comprometido con la justicia.

Uno comprometido con los pobres.

Uno de denuncia de la violencia estructural (O sea, de la violencia generadora de la pobreza)

Esta santidad de acción, tiene también un componente de contemplación: el orar para la apertura de escenarios de solución a los problemas, una conciencia de que la paz (Y diríamos nosotros la democracia), debe construirse todos los días, por medio del diálogo.

Por otra parte, es claro que en su visita a México, el Papa iluminó el tema de la corrupción e iluminó los puntos débiles de la sociedad mexicana: migración, desigualdad, violencia, femicidio, drogadicción etc.

En ese marco, uno de los gestos principales de Francisco, fue la visita de la tumba de Samuel Ruiz en Chiapas, con lo que ejecutó inclusive una acción directa a favor de la Teología de la Liberación. Además de contar siempre con la compañía del Obispo progresista, Raúl Vera.

Esto puede resultar sorprendente tomando en cuenta que, Samuel Ruiz (Algo parecido a lo que le sucedió al beato Monseñor Romero), fue evolucionando de tesis conservadoras a tesis más progresistas. Para poco antes de mediados de los sesentas, Ruiz ya tiene una clara acción de Pastoral Social. El paso siguiente, fue el uso del instrumental propio de las Ciencias Sociales, para conocer a Chiapas.

En abril de 1968, Ruiz, va al encuentro del departamento de misiones del CELAM, que se realizó en Melgar, Colombia, y que fue una preparación para lo que sería la reunión del Episcopado Latinoamericano en Medellín. Aquí se da la transformación completa de Ruiz en su pensamiento y accionar.

Es allí donde se asume el valor de la historia cultural de los pueblos indígenas, el valor de la promoción humana de esos pueblos, sin necesidad del paternalismo. Tal promoción, debía tener sustento en las Ciencias Sociales. En ese contexto, el evangelizador debía (digamos), “descubrir a Cristo dentro de las culturas indígenas”.

Ya en Medellín, Ruiz toma plena conciencia de la pobreza, como consecuencia de la violencia estructural. Es allí, donde nace la llamada Teología Indígena, que dicho sea de paso, fue condenada por el hoy Papa Emérito: Benedicto XVI. Además, durante años a Ruiz, el Vaticano lo vigilaba, por temor a que fundara una comunidad de fe independiente.

Es por esa conciencia y su lucha, que Samuel Ruiz, sufre dos atentados contra su vida… es por esa conciencia y su lucha, que a Samuel Ruiz, los indígenas lo llamaron “Tatic” (Papá)…

Por los apuntes anteriores, no es ocioso decir, que la visita de Francisco a la tumba de Ruiz, es cuando menos, una apertura de simpatía a la Teología de la Liberación, esto implica un recuerdo, en el sentido de que el Catolicismo, puede, debe y se compromete, con las clases explotadas por el capitalismo global (Algo de esto, le escribieron al Papa, un grupo de más de 100 organizaciones sociales, colectivos y personas: “Un pueblo de muchos pueblos, desde la enorme riqueza natural y cultural que posee está siendo cercada y devastada por lo que hasta tú mismo has llamado la raíz de todos nuestros males: la desigualdad que nace de la voracidad incontrolable y violenta del capitalismo neoliberal” )

Eso sí, Francisco no dejó de hacer guiños al sector conservador, por ejemplo, la canonización del niño José Sánchez del Río (La vida de José se toca en el contexto de la película “Cristiada”), quien fuera asesinado por los revolucionarios en la Guerra Cristera (1926 – 1929). Además, la visita fue coordinada por el conservador Eugenio Lira. Súmese que, en el Arzobispado de Morelia, el mismo Francisco hizo Cardenal a Alberto Suárez Inda, un claro conservador.

En síntesis, el Papa señaló a los políticos y al clero; sacudió a una Iglesia dormida (Tal fue el caso de Ecatepec); tuvo su encuentro con la Guadalupana; pidió perdón a los indígenas en Chiapas; en Michoacán, Francisco señaló que Jesús no invitaría a la juventud a hacerse sicarios; en Ciudad Juárez, denunció la explotación humana.

Finalmente, sobre la migración dijo el Papa: «Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado. Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres (…) ¡No más muerte ni explotación!»

Por otro lado, pese a las críticas de sectores de izquierda (De nuevo el periódico “La Jornada”), de que se dio un irrespeto a la laicidad proclamada en la Constitución de México, no creemos que se haya producido un daño irreparable a la Carta Magna del hermano país.

En su viaje de regreso a Italia dijo el Papa: “Quiero decir algo del pueblo mexicano. Es un pueblo de una riqueza tan grande… tiene una cultura milenaria… Es un pueblo de gran fe, también ha sufrido persecuciones religiosas, hay mártires… Y un pueblo… no se puede explicar porque la palabra “pueblo” no es una categoría lógica, es una categoría mística. Y el pueblo mexicano no se puede explicar, esta riqueza, esta historia, esta alegría, esta capacidad de fiesta, y estas tragedias… Una nación que todavía tiene esta vitalidad sólo puede explicarse por Guadalupe. Y yo insto a considerar seriamente el hecho de Guadalupe. Nuestra Señora está allí. No encuentro otra explicación…. Hay algunos buenos libros que lo explican, explican también la tela qué es, lo que significa… Y así se puede entender mejor a este pueblo tan grande, tan hermoso”.

Posteriormente, ya en el Vaticano, el Papa dijo que el viaje a México, había sido una experiencia de transfiguración.

III

Un intento de asimilación.

En la palestra de esta visita del Papa, se observaron las fuerzas en las que México (Y pensamos nosotros, Latinoamérica), se debate: conservadurismo versus avance, en el medio: el pueblo, en quien se tiene la esperanza que su conciencia despierte. Ante esta realidad, en el caso mexicano, muchos comentaristas dicen que el país está cerca del colapso.

De haber un despertar del pueblo, el sistema de dominación: una política para servirse y no para servir a los demás, una economía egoísta y una digamos cultura opresiva, sufrirían un golpe, para pasar a un sistema, digamos liberador: una política para el servicio, una economía para la solidaridad y una cultura para la verdadera libertad (Entendiendo la libertad desde una perspectiva integral y no la exclusiva del mercado, como organizador de la sociedad)

Se trata de ir hacia una cultura, una política, una economía del bienestar, pero sin olvidar que la lucha contra la opresión sigue abierta: que debe lucharse contra clases políticas y gobernantes egoístas, que debe lucharse contra un capitalismo salvaje, que sabemos “que leche da”, que debe lucharse contra una cultura excluyente.

Ejemplo nos ha dado Francisco: con un liderazgo que no deriva de modelos de mercadeo político, sino, con un fruto de una ética liberadora, que conlleva apertura, denuncia profética, empatía y proximidad.

Es de este modo que se rompen (O se comienzan a romper) las ataduras que impone sobre los pueblos, el sistema de dominación…

De igual modo, esta visita Papal, nos permite (Desde la perspectiva más cristiano – católica), adentrarnos en el tiempo de Cuaresma, donde por medio de la oración – contemplación, el ayuno y el ejercicio de la solidaridad, nos abrimos a la realidad del sistema de dominación.

Un sistema que lleva al egoísmo, a la “explotación del hombre por el hombre”, a la opresión misma…

Un sistema que erige cual “dios”, a aquel cuya base de su fortuna es la explotación…

No cabe duda, que el cristianismo en general y el catolicismo en particular, debe asimilar del mensaje y praxis de Francisco, la clara oposición al sistema de dominación, sistema de capitalismo salvaje, sistema de egoísmo y vanidad, sistema de orgullo (He aquí si se quiere, una explicación de porqué Donald Trump, encaja “como el anillo al dedo”, con ese sistema. Por cierto, sobre Trump, dijo el Papa, en su viaje de regreso a Italia: “Una persona que piensa solamente en construir murallas, sea donde sea, y no en hacer puentes, no es cristiana. Eso no está en el Evangelio. Lo que me preguntaba sobre si recomendaría votar o no votar: Yo no me entrometo. Solamente digo: si dice cosas así, ese hombre no es cristiano. Hay que ver si ha dicho estas cosas. Por eso dejo el beneficio de la duda”)

Otro punto, es el carácter liberador de ese mensaje y esa praxis, esto es fundamental en una América Latina, que abraza y está siendo abrazada por una teología de la prosperidad y una especie de “carismatismo individualista”, que visualiza al cristianismo alejado de un claro compromiso político.

El cristianismo debe volver a su esencia liberadora (Véase en la Biblia, el Éxodo): un Dios que mira el sufrimiento del pueblo y baja a liberarlo (Ese “bajar” implica la acción del Espíritu Santo en todos los creyentes. En suma que los creyentes, son los brazos y los pies de ese Dios liberador)

El resultado de esa esencia, es la solidaridad y la paz.

Y solo con esa paz, será posible, cambiar también el componente económico del sistema de dominación: que sea por la vía de la paz, que se quiebre el tinglado de la industria bélica y los negocios con base en los armamentos.

Si se lograse la paz, se debilitarían en mucho las migraciones, si se lograse la paz, se fortalecería la construcción de formas de convivencia más tolerantes… y en esa tolerancia, acabarían los “juicios mediáticos”, las “exacerbaciones amarillistas”, que se alimentan desde muchas salas de redacción.

Estos tópicos, deberían ser parte de las reflexiones y acciones del sistema internacional…

Un sistema internacional, que debe esperar del catolicismo:

– La búsqueda de la concordia (Sirva como ejemplo, la restauración de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos)
– La oposición a las guerras internacionales (Como en Siria)
– La denuncia de la acción de las grandes potencias (Como se hizo contra Francia y Estados Unidos, en su deseo de intervenir en el país árabe, recién citado)
– La reconciliación dentro del cristianismo (Ya lo hemos visto en las acciones entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa Rusa)

Por otro lado, desde una perspectiva teológica, la asimilación se torna pesada, para un clero tan conservador como el mexicano, que no es dado a aceptar empoderamientos de la feligresía, subrayando elementos claves de la Teología de la Liberación. Con ello, la religión deja de ser opio del pueblo.

Es entonces la religión, desde este paradigma, una forma de dejar la indiferencia y la dejadez política…

Es desde ese paradigma, que se encuentra o re encuentra a Jesús en los pobres. Pobres, que no admiten que su Iglesia (O sus Iglesias), lo negocien con aquellos que lo crucificaron: los miembros del sistema de dominación.

De ahí que, uno de los principales mensajes del Papa, en esta visita a Latinoamérica, es que el catolicismo debe unir la fe a la justicia. Esto mueve las entrañas mismas de esa comunidad de fe y de la sociedad misma.

Pero este movimiento no debe ser cosa momentánea, este movimiento debe ser de largo alcance, poniendo entre la espada y la pared, a los miembros del sistema de dominación: ¿Seguirán entre la espada y la pared las cúpulas del sistema político, del sistema económico y del modelo de Iglesia de Cristiandad?

Esperamos que después de esta visita, haya quedado suficientemente claro, que el catolicismo que se renueva en el Concilio Vaticano II, no subraya la resignación, sino la liberación. He aquí una de las principales fortalezas de la Iglesia.

Una fortaleza que impide el ocultamiento de la fe y el desapego a una ética liberadora, que tiene una clara influencia (Y ¿Por qué no decirlo?): poder político, frente a las leyes opresoras que favorecen al sistema de dominación.

Esa fortaleza es la que encarna el Papa Francisco: un revolucionario de y desde la misericordia.

En este proceso de asimilación, lo que uno observa, es que aún muchos comentaristas políticos, no terminan de entender a la Iglesia liberadora (Que hay otra conservadora), ni al Papa. No terminan de entender que en esa lógica liberadora, hay un riesgo en el que lo mejor es tener a un clero libres de ataduras (Digamos matrimoniales), porque anunciar y el concretar el Reino de Dios, implica constantes riesgos. Esos riesgos, los vivió el mismo Jesús. como lo dijo el Papa: “…se la jugó hasta el extremo para volver a hacer posible el Reino de Dios”

No entienden que como decía San Pablo, en Cristo ya no hay diferencias y hasta es posible encontrar en la Iglesia una Teología Feminista.

Claro, la obra o reforma de Francisco no está completa… basta observar como la película premiada con el Oscar a la mejor del año 2015, fue “En primera Plana”, una clara denuncia contra el Vaticano. Basta observar como hay desilusión con el propio Francisco, pues, parece que no hace nada ante la pederastia.

No entienden o no saben (Ciertos comentaristas), que muchísima de la obra social de la Iglesia (Claro que no es perfecta, claro que tiene faltantes), supera la obra de muchos partidos de izquierda, que se consideran superiores al Cristianismo en general y al Catolicismo en particular (Sin despreciar los frutos de muchos cristianos y cristianas Protestantes y que no se basan en discursos altisonantes)

El Papa Francisco, como se le mandara al Santo de Asís, está reconstruyendo la Iglesia y en ese proceso la va reformando, no sin obstáculos, no sin oposiciones (Hay sectores dentro del Catolicismo y el Protestantismo que definen al Pontífice como un “populista eclesial”)

Pese a ello, aunque no lo quiera, Francisco encabezó en México y creemos que a nivel mundial, un movimiento alternativo de paz, justicia y dignidad. Así como Jesús de Nazaret lo hizo de manera itinerante, lo hace hoy Francisco, aprovechando la globalización de los medios de comunicación.

Jesús recorrió un Israel que tenía como centro el dolor: el dolor de ser una colonia romana, el dolor de una economía explotadora, el dolor de una religión opresiva. ¿Cuáles son los dolores de América Latina, de Centroamérica, de nuestro país?

Pero Jesús generó un movimiento de esperanza: esperanza en una política de servicio, en una economía para la solidaridad, una religión para la verdadera libertad. De ese movimiento es continuador Francisco.

Jesús encontró sectores sociales en resistencia (Los zelotes, algunos sectores de pobres etc.). Hoy, a pesar del desencanto por la política, por la presunta resignación ante el capitalismo salvaje, por el alejamiento de la religión institucionalizada; hay resistencias y aunque no parezca, hay utopías.

Contra lo que en su momento pensaban las élites políticas y económicas en tiempos de Jesús, éste genera una dinámica de agitación política (No en balde, Jesús es condenado por las élites políticas judías y romanas); algo semejante está pasando con Papa Francisco, su mensaje que podría definirse exclusivamente como religioso, genera impacto político.

Desde esa perspectiva, es claro que la gente, le disputó la presencia de Francisco a las élites políticas gobernantes, así como a las religiosas. Precisamente, fueron esas élites políticas, las que gastaron (¿Invirtieron?), en embellecer ciertos espacios por donde pasaba o estaba el Papa.

He aquí un milagro de Francisco: la mejora en la obra pública en México…

Por otra parte, fue claro el mensaje del Papa: a los pecadores, misericordia. A los corruptos, profecía (Denuncia de lo incorrecto y anuncio de la esperanza). Asimismo, fue claro en el sentido de que el perdón en México (¿En América Latina?), solo puede tener una base: la justicia.

En otro orden de cosas y ya, como para “echar al saco” de la Iglesia Católica costarricense, nos resulta positivo, que la nuestra, no sea una Iglesia tan vertical como la mexicana, esto, por su basamento en los movimientos apostólicos. Lo que se echa de menos, es una visión más liberadora.

Esa visión liberadora implica una opción preferencial (E insistimos nosotros), radical por los pobres. Implica una denuncia de los poderosos que se alimentan del capitalismo salvaje y por ende, egoísta. Esto sin olvidarse de aquellos que también se alimentan del Estado totalitario.

Este es el ejemplo que debe dar la Iglesia Católica costarricense, y con él, desenmascarará, los discursos hipócritas en lo político, los hechos vergonzantes en lo económico (Desigualdad, pobreza y pobreza extrema) y una Teología de la Prosperidad en lo religioso.

Solo de este modo, la iglesia Católica costarricense, agitará la conciencia de las y los costarricenses.

Para lograr esa agitación (Ese “hacer lío”, como dijo en otro momento el Papa Francisco); la Iglesia debe ser como Jesucristo, como se muestra el mismo Francisco, lleno de franqueza.

Esa franqueza debe llevar a la Iglesia Católica costarricense a encarnarse más en la realidad del país. Esto significa la inmensa exigencia de defender a los más desvalidos y pisoteados por el capitalismo salvaje.

Además, esta Iglesia debe ser capaz de misericordia y comprensión. De igual manera, debe ser una verdadera comunidad testigo de la presencia del Señor, de su experiencia… y desde este testimonio, debe señalar, la violencia, la exclusión y el rompimiento del tejido social.

En esa lógica, el paso siguiente es: un diálogo más allá del tema del poder, más allá de los estrados y los juicios mediáticos, un diálogo basado en la verdadera libertad, en la verdadera responsabilidad de salvar la sociedad costarricense.

He aquí una nueva forma de evangelización, no ya sustentada en añejos catecismos, sino, en la Palabra de Dios, Jesucristo encarnado, Jesucristo liberador, Jesucristo profundizado, por nuestras posiciones y acciones, en las raíces mismas de nuestros pueblos, en su religiosidad popular, que supera y revienta laicismos radicales, tan a la moda en ciertos sectores “progresistas”.

Ya que las clases políticas y económicas, no desean ni les interesa descifrar los sufrimientos de nuestros hijos, de nuestros hombres, de nuestras mujeres, que seamos los creyentes los que luchemos por la satisfacción de sus necesidades.

Ya que las clases políticas van a su encuentro solo en tiempo electoral (Donde les hablan de promesas “realizables”, de “soluciones para el futuro”, de “la hora del abrazo”, “que el barco necesita capitán”, de que “con fulano o fulana se resuelven los problemas”, de que “con Costa Rica no se juega”); vamos nosotros y nosotras, con Él, con el amigo que nunca falla: Jesucristo, el único capaz de hacer de la política servicio, de la economía solidaridad, de la religión verdadera libertad.

Que queden los miembros del sistema de dominación, con las armas del colonialismo y hasta de la inquisición fratricida…

Que queden las puertas abiertas, para la renovación moral de las élites (Pero que sepan que para que se dé esa renovación moral, deben dejar de ser élites); que se sepa, que así como Jesucristo fue visto como enemigo por las sinagogas (Tan es así que fue excomulgado con su crucifixión); las y los seguidores de Jesús, deben tomar distancia de los poderes constituidos.

Aquí ya no caben engaños, no se puede seguir diciendo que somos cristianos y contraviniendo las enseñanzas de Jesucristo, así como la clase política no puede seguir diciendo “que lleva al pueblo en el corazón”, para seguirlo oprimiendo desde el poder, del mismo modo, las élites económicas no pueden seguir prometiendo a los trabajadores “…ir al trabajo en BMW…”, cuando saben bien que el alimento del capitalismo salvaje es la desigualdad.

Aquí ya no caben anestesias políticas.

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