Siendo un escolar, Carlos Luis, se paró frente a un espejo, y después de mirarse su cabeza y su peinado, le dijo a su señor padre, el recordado patriarca alajuelense don Macario Valverde, que se encontraba sentado en una poltrona leyendo un periódico:
— “¿Verdad, papá, que yo tengo entradas de inteligente?”.
Y don Macario, viendo a su hijo con cara de satisfecho y con una sonrisa de triunfo, le contestó:
— “SI, HIJO MIO, Y TAMBIEN TENES SALIDAS DE TONTO”…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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