Nos contaba el Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, el caballero don Máximo Acosta Soto, que en cierta oportunidad en que se encontraba de visita en el bufete del Licenciado Guardia Quirós, le intrigó sobremanera que este gran señor tenía en sus manos un legajo de cuentas que leía y releía quedándose por momentos pensativo y meditabundo.
El Magistrado Acosta Soto, que le profesaba a don Víctor un profundo cariño y una admiración sincera, sin poderse contener por la curiosidad, le dijo a su amigo:
—»Don Víctor: ¿Por qué hoy lo encuentro tan preocupado y pensativo?».
Y aquella gran figura del Foro, con una sonrisa a flor de labio, le responde a su amigo Acosta:
—»Este legajo que tengo en mis manos, son cuentas del médico. Le digo que en Costa Rica cuesta más morirse que vivir!!»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujantes: Noé Solano V., Alvaro García (Garlo) y Juan Manuel Sánchez. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.