BUENA MEDICINA
SE encontraba don Adán con un grupo de amigos médicos, tomando un aperitivo en la antigua y popular cantina «El Aguila de Oro» que por su buena atención y surtido misceláneo, contaba con numerosa y estimable clientela, cuando entró en el establecimiento una dama con un busto singularmente frondoso …Todos se volvieron a mirarla, pues era además bastante atractiva. Don Adán, sin quedarse atrás, la admiraba en silencio, pero cuando la señora abandonó el local, dirigiéndose los galenos les dijo:
Señores, esto es extraordinario, y van a tener ustedes que ponerle a esa señora SUERO ANTITETANICO.
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.
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