A su regreso a Costa Rica, bastante enfermo y decepcionado, quiso trabajar para el Gobierno presidido en aquella época por el Licenciado don Teodoro Picado, aquel hombre de vida bohemia y galante que había triunfado en la Perla Antillana.
Preocupado por su situación económica, un día se acerca a la oficina telegráfica de San José, y le dirige al señor Presidente de la República, Licenciado Picado, un curioso y significativo mensaje concebido en los siguientes términos:
«Presidente de la República
«S.O.S»…
Mario Fernández Calleja».
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.