Ocean Castillo
El señor Presidente, presentó un doctorado en economía, como evidencia de su formación académica. Lo que hemos visto en este periodo, es su falta de educación.
Desde José María Castro Madriz, hasta el cuatrienio anterior, independientemente de las diferencias ideológicas, habíamos visto a los mandatarios, expresarse con un lenguaje educado. Hoy de la boca del Presidente, lo que menos salen son palabras de finura.
Tal parece, que, quien habla, está dominado por los demonios etílicos, que habitan las cantinas de las peores barriadas. Quizás, por esos demonios, el Presidente está confundido…
Desde la campaña electoral, se observaba que el hoy Presidente y su grupo, no tenían idea del ejercicio del poder. Por nuestra parte, ya hemos publicado los constantes fracasos de «las ocurrencias del Ejecutivo».
A esas «ocurrencias», parece que el discípulo de Bukele y Trump, le llama «trabajar». Lo cierto es que el único trabajo que ha realizado es «culpar a los demás»; por esos señalamiento el sueño de los imposibles 40 diputados.
La pura y real verdad es que, cuando el inquilino de Zapote, habla de «dejarlo trabajar», lo que está diciendo es: «dejen de controlarme».
Ante el control político, el Presidente responde con vulgaridad, con la rudeza propia de un frustrado enfermo beodo. Valga decir que, muchas veces la estructura psicológica de un paciente de este tipo, encarna sus complejos y frustraciones (¿Quizás de ahí, el más reciente «arreglito estético» del político?).
Lo cierto es que, «la política es ciencia de realidades», y la realidad, está muy alejada de los «azules» sueños del Presidente: solo para poner una evidencia: el Proyecto Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible, no deja de presentar el caos en educación, políticas sociales (Las inerciales del Estado, porque eso no interesa el oficialismo); obras públicas y vivienda.
La «gran jefe del Chavismo», ha hablado de los «básicos», pero al mandatario le ha faltado lo básico: conocer la Constitución, las Leyes, la estructura del Estado.
Lo contradictorio, es que «los básicos aplauden», los cuatrienios se pierden, pero… «el Presidente habla como tiene que hablar»: habla desde una especie de «barra» de expendio de licores, después de «que su equipo de fútbol viene perdiendo partidos seguidos».
Lo triste es, que los que hemos estado perdiendo con este gobierno, somos los costarricenses…