Aranceles Agropecuarios:
- El 24 de noviembre de 1990, Costa Rica se convirtió formalmente en Estado parte contratante del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) y a partir del 1ero de enero de 1995, con la vigencia de la Ley No. 7475, Ley de Incorporación de los Resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales, en Estado Miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
- En el marco de tales instrumentos comerciales internacionales, específicamente en las disposiciones sobre acceso a los mercados de productos agropecuarios, se comprometió a efectuar un proceso de arancelización, procedimiento que consistió en convertir todas las medidas no arancelarias como licencias de importación en derechos de aduana (aranceles). De esa forma se establecen los aranceles agropecuarios, negociados para tutelar la producción local de alimentos y para cuidar a los productores nacionales de los embates de productos importados de otros países producidos en condiciones desiguales.
- Junto a la CCSS y la Educación Pública, el sector rural agro es parte fundamental de la democracia económica del país, pues es soporte de la movilidad social.
- La producción agropecuaria es realizada por medio de múltiples modelos asociativos, por ejemplo, el Sistema cooperativo, las micro /y pequeñas y medianas empresas, sindicatos de productores, corporaciones de ley, asociaciones rurales y productores grandes que proveen gran cantidad de empleo. Todos estos esquemas son ejemplos de asociatividad y solidaridad.
Aranceles bajo ataque: La democracia económica:
- Algunos agentes económicos y economistas con intereses particulares, desprecian estas necesarias protecciones arancelarias culpándolas del alto costo de la vida, cuando en realidad lo que buscan es beneficiar intereses comerciales de importadores de cultivos subsidiados en otros países. Lo que quieren en el fondo es hacer negocio trayendo productos de afuera, desplazando a nuestros agricultores. Quieren una Canasta Básica Importada, sin que les importe la seguridad alimentaria a partir de una producción nacional robusta.
- La exención de impuestos de renta al Régimen de Zona Franca, equivalente escudo tributario a los Aranceles Agropecuarios, es sin duda un factor clave de su crecimiento. Ambos esquemas han sido parte integral del modelo de desarrollo de Costa Rica. No se debe modificar uno sin el otro, pues generará una gran desigualdad.
Inseguridad al agro:
- El impacto de la crisis del aguacate, con la aceptación pública y vergonzosa de la culpa por parte de Costa Rica ofreciéndole disculpas a los productores de otros países, francamente es inaceptable.
- La unilateral desgravación del arroz vía Decreto, desconociendo que la fijación y modificación de los aranceles es materia reservada la Asamblea Legislativa, debería levantar en alerta a todos los sectores productivos del país. Es un precedente sumamente peligroso y amenazante porque nos advirtieron que las condiciones de protección arancelaria, y las barreras de protección fitosanitarias pueden ser modificadas de la mano de decisiones políticas coyunturales.
- La pandemia y sus consecuencias mundiales, plasmadas en la guerra entre países productores de granos y materias primas esenciales como los fertilizantes, demostró la importancia fundamental de producir comida.
¿Qué es Alianza Pacifico?
- Esta Alianza inició en el 2012 y es un mercado común o bloque comercial compuesto por una combinación de unión aduanera y de mercado único cuyo objetivo es todos los 4 países miembros (México, Perú, Colombia y Chile) cuenten con un arancel cero que permita libre comercio entre ellos (importaciones y exportaciones) y una libre movilidad de capitales y personas (ingreso de personas sin restricciones). Es decir, busca una libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Esa libre movilidad implica una desgravación arancelaria profunda para llevar todos los productos a tener cero aranceles.
- Unirnos a este bloque de Alianza del Pacifico, no nos garantiza que podamos exportar más productos a Colombia, México, Chile, Perú, países con los cuales ye tenemos tratados vigentes, pues estos países tienen verdaderos sistemas de protección a los agricultores, pues hacen uso de barreras fitosanitarias de inocuidad, etiquetado y otras herramientas, que obstaculizan el comercio.
- Nuestros acuerdos comerciales vigentes con tales países se mantendrían y coexistirían, pero se impondrían las nuevas reglas del BAP. (Bloque Alianza del Pacífico)
- Las nuevas reglas de acceso al mercado cambian a un libre comercio sin exclusiones. Esto equivale a Arancel Cero para todos los productos, con la temporal excepción de alcohol etílico, azúcar de caña, algunos productos de alto contenido de azúcar –cacao en polvo y mezclas para panadería y repostería, jarabes aromatizados o con adición de colorantes.
Amenazas y cambio de reglas:
- La amenaza de que Costa Rica se adhiera al BAP (Bloque de la Alianza del Pacífico: México, Colombia, Chile y Perú), sin garantizar el mantenimiento de las exclusiones y los aranceles negociados en los respectivos Tratados de Libre Comercio vigentes con cada uno de tales países, representa un riesgo real y enorme para existencia y el sostenimiento de la producción agropecuaria.
- Es un gran irrespeto para el sector agropecuario intentar cambiar las reglas ya negociadas en esos cuatro Tratados de Libre Comercio (México en 1995; Chiles en 2002; Perú en 2013 y Colombia en 2016), pues en los acuerdos alcanzados se cuidaron las asimetrías, se observó la ausencia de políticas de apoyo a nuestra producción ante economías con las que competimos con mismos cultivos y productos y se lograron balances y equilibrios entre los intereses ofensivos y defensivos.
- El peligro es real por cuando la negociación sería sobre plazos de desgravación y no sobre mantener las exclusiones logradas.
Aceptamos el libre comercio, pero ahora nos empujan hacia una renegociación de reglas cruciales.
- Estamos en una lucha por la supervivencia del sector agro. Por lo tanto, las exclusiones y los aranceles ya consolidados en cada uno de los cuatro Tratados Bilaterales, son temas no negociables. Consideremos además que las posibilidades de triangulación de países gigantes como Brasil por medio de Colombia, son muy grandes en varios productos.
- Que no nos vengan con el cuento de una agenda de acompañamiento, a cambio de eliminar las exclusiones. Apoyar la producción nacional es un deber del Estado Costarricense. La experiencia de una agenda de acompañamiento con el CATFA no fue buena.
- La forma de bajar los precios de los alimentos es aumentando la oferta. Sin embargo, Alianza Pacífico disminuirá la oferta local sustituyéndola por una oferta lejana e insegura, quedando la alimentación en manos de pocos importadores que controlarán el mercado interno.
TRES FALACIAS: cuidado con las trampas y las consecuencias
FALSO: La producción está integrada como agro-cadena y es una sola, o la consumimos en fresco, o la exportamos, y la usa la industria alimentaria para fabricar preparados.
FALSO: la producción de alimentos será destruida por los importadores, quienes compran excedentes a precios de frontera, pues todos los aranceles eventualmente llegarían a cero.
FALSO: La producción local es la mejor defensa del consumidor para no quedar expuesto a precios establecidos por oligopolios de importadores de alimentos en el marco de un entorno global inestable.
- La comida es perecedera y por eso es estratégica, pues toda exportación, de cualquier país, siempre es sobre excedentes mientras existan. El debilitamiento de la producción nacional nos hace más vulnerables y coloca la seguridad alimentaria de nuestro país, en serio riesgo.
Daño social y económico irreparable:
- Una vez que desaparezca la producción local, recuperarla sería una tarea imposible. La destrucción social, laboral, ambiental y económica en nuestras zonas rurales y costas será un daño irremediable y irreparable para la democracia económica, que actualmente descansa sobre cientos de miles de pequeños y medianos productores y propietarios. La amenaza para la paz social tendría dimensiones descomunales.
- Tendríamos una desigualdad creciente que afectaría a la zona rural y a las costas, donde hay mayor desempleo y menor escolaridad (por tanto, menores oportunidades de actividades económicas alternativas).
CONCLUSIONES:
Si Costa Rica se adhiere al Bloque de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú), sin garantizar el mantenimiento de las exclusiones y los aranceles negociados de forma bilateral e independiente en los respectivos Tratados Bilaterales de Libre Comercio que ya tenemos con cada uno de los cuatro países miembros, esta serían las consecuencias:
UNO. El agricultor que nos alimenta desaparecería y el país dejaría de producir su propia comida. Tendríamos una vergonzosa Canasta Básica importada para un país con vocación agrícola. No honraríamos la memoria de nuestros ancestros que honestamente trabajaron la tierra y forjaron nuestro país. Un pequeño oligopolio de poderosos importadores controlaría la suplencia de productos perecederos, formando una excluyente clase rica extractiva, lo cual propiciará la inmovilidad social y económica en zonas rurales y costeras.
DOS. Los precios de los alimentos nunca bajarían. La historia económica demuestra que en todos los países donde se eliminaron los aranceles que protegen la producción de productos alimentarios, jamás disminuyó el precio a los consumidores. Las ganancias se las dejarían los importadores e intermediarios.
TRES. Empobrecimiento y descapitalización de los agricultores por los altos costos de materias primas y fertilizantes en mercados con altos márgenes de intermediación caracterizados por la poca transparencia (ejemplo: CENADA).
CUATRO. El 20% de los ciudadanos más pobres destinan hasta el 80% de su ingreso para comprar comida. Sin aranceles para los productos agropecuarios, quedarán desprotegidos ante los especuladores internacionales. La seguridad alimentaria no es sólo que haya comida, sino que todos la podamos pagar.
CINCO. Los productos alimentarios son la base de la sobrevivencia humana y del equilibrio social, económico y político del país. La producción de alimentos de canasta básica es fundamental para la democracia económica, inclusiva, igualitaria y solidaria de Costa Rica.
- El consumidor costarricense, especialmente los más pobres, deben de defender a sus agricultores, y estar muy agradecido con todos ellos porque no los abandonaron en época de pandemia.
Gustavo Elizondo Fallas
Gracias a los editores de Cambio Político por dar este espacio al sector agrícola nacional.