José Francisco Bolaños Arquín
El 27 de junio pasado en la Asamblea Legislativa se firmó el Acuerdo Nacional por la Costa Rica del Bicentenario, en la que participaron nueve partidos políticos, con el fin de impulsar una serie de acuerdos y proyectos del ley necesarios para facilitar un sólido desarrollo de nuestra economía.
En la actualidad contamos con un Estado cada vez más entrabado, poco eficaz, con trámites lentos y una duplicidad de funciones, donde la labor de gobernar se torna cada día más difícil. Esta situación que se complica cada vez más, ha hecho que proyectos de vital importancia para el país, se han venido postergando y nos hemos convertido en un país lento en la toma de decisiones y acciones.
Estas son razones suficientes y de peso para lograr que este nuevo Acuerdo Nacional se haga realidad, en esta oportunidad y así, poder recuperar en los próximos años el tiempo perdido, donde la factura que estamos pagando todos los costarricenses es cada vez más onerosa.
Desde 1988 se dieron los primeros intentos con la creación de La Comisión de Reforma del Estado Costarricense, luego con el Ministerio de Reforma del Estado en 1995 y en 2012 con la Comisión de Notables, por nombrar algunos esfuerzos, pero en esas casi tres décadas, los resultados han sido muy pocos.
En los últimos años, se han incrementado las protestas de organizaciones públicas, privadas y de los ciudadanos, como un mecanismo para alcanzar acuerdos, mejoras en sus comunidades, protección de privilegios o se crean lesionados sus intereses, utilizando marchas, tortuguismo, huelgas y bloqueos en lugares estratégicos.
El problema que generan estas manifestaciones es de grandes proporciones, sobre todo cuando se paraliza una o varias instituciones públicas o se obstaculiza el libre tránsito, lo cual provoca un caos vial, en perjuicio de los ciudadanos y de las actividades empresariales.
Es posible que este nuevo Acuerdo impulsado por el Diputado Ottón Solís Fallas y los coordinadores de esta iniciativa, los señores Roberto Artavia y Miguel Gutiérrez, sea una nueva oportunidad que se debe aprovechar, donde los nueve partidos políticos con representación en el Congreso, están comprometidos al firmar el Documento, con el fin de impulsar los 59 acuerdos contemplados en 11 puntos prioritarios, para hacer de Costa Rica un país ágil, moderno y más competitivo.
Necesario y vital iniciar este proceso lo más pronto posible, el tiempo apremia y se debe aprovechar en los meses que le restan a esta Administración y continuar en las siguientes, con los compromisos adquiridos y que ya para el 2021, año del bicentenario de nuestra independencia, lo celebremos en grande con nuevos objetivos y estrategias que nos conduzca a ser un país más próspero.
Los acuerdos tomados, son los siguientes: 1) Modernización de la Infraestructura, (donde se contempla la puesta en marcha de un tren eléctrico, urbano y moderno, entre San José, Cartago, Heredia y Alajuela). 2) Agilización de obras viales. 3) Reforma Fiscal. 4) Desarrollo Regional, 5) Fortalecimiento del Régimen Municipal. 6) Reforma Educativa. 7) Políticas de Empleo. 8) Creación de Consejo Económico. 9) Simplificación de Trámites. Reglamento Legislativo. 10) Reforma al empleo público. 11) Fortalecimiento de La Caja Costarricense del Seguro Social.
Los costarricenses nos encontramos ante una realidad que debemos resolver en el corto y mediano plazo, con visión a largo plazo para poder así sentar las bases de un futuro mejor, que solo se logrará a través de un verdadero diálogo nacional, que implique la consolidación de alianzas a nivel de partidos políticos, sectores, organizaciones civiles, en conjunto con el Gobierno y Asamblea Legislativa y en donde exista un verdadero compromiso patriótico, para así alcanzar los mejores resultados en una economía globalizada y convertirnos en un país desarrollado, equitativo y de mayores oportunidades para todos los ciudadanos.
“¿Se logrará en esta oportunidad en un año político?.” Es el deseo de la gran mayoría de los costarricenses.
Administrador de Negocios