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Monólogos con Pelé *
Lina Barrantes Castegnaro
Se acerca el día primer domingo de abril, día en el que los costarricenses escogeremos a nuestro próximo presidente. Uno de los candidatos, el cantante de música religiosa, mantiene un discurso lleno de frases hechas y lugares comunes, eso sí, solo cuando le es inevitable mantener discurso: le ha huido a casi todos los debates, diálogos y conversatorios. Además, no tiene plan de gobierno, y ha prometido que mostrará al elector uno, cuando ya haya pasado la elección. Hasta hoy, ese es un procedimiento inédito: deme un cheque en blanco, a mi, que no debato, no tengo ninguna formación, no expongo ideas, y que las que expongo son absurdas. Se ha ocultado tras grupos de expertos y voceros, que voy a desgranar un poquito: en política exterior, su vocero es el ex canciller Tovar, aquel que hace unos años nos metió en la coalición de la guerra de Irak. El mismo al que la Sala Constitucional le tuvo que enmendar la plana en aquel entonces. Ese vocero, plantea como centro de su propuesta que las resoluciones internacionales en materia de derechos humanos, no pueden oponerse a “la cultura de un país”. Es decir, que el régimen racista del Apartheid en Sur África, no pudo ser declarado inhumano, por que hasta ese momento, segregar a los negros de los blancos, era la costumbre en ese país. También el genocidio contra los indígenas en Guatemala en los 80s, la costumbre era matar indígenas. ¿Porqué cambiarla? Encarcelar a los opositores en Venezuela ya debe ser un asunto cultural, así que ¿por qué vamos a pedir libertad para presos políticos? Y sin duda, Hitler había impuesto la costumbre de llevar judíos, comunistas, gitanos y otros a los campos de concentración. ¡Que atropello cambiar esa costumbre! La imposibilidad de que la mujer vote, por tantos años vigente en el mundo entero, según los expertos de don Fabricio, no pudo haberse eliminado: era costumbre.
El vocero del equipo económico es Edgar Ayales, quien solamente apareció el día que lo anunciaron. Hasta hoy se ha presentado el asesor Gerardo Corrales. He visto dos videos de su participación en discusiones: uno en el que el tema que plantea es la publicación de La Nación, no sobre economía (es una publicación sobre falsos profetas y estafadores, es decir, sobre el Apóstol y guía espiritual del candidato, Rony Chavez) y otro en el que muy enojado, reta a su contendor del PAC a que sea serio y diga quien ha hablado de ponerle tope a los intereses de usura. Ese enojo es seguido de una declaración del candidato, Fabricio diciendo que él le pondrá tope a los intereses de usura. Definitivamente Gerardo no tiene control de lo que esta sucediendo en Renovación Nacional.
El tercer vocero, es Arnoldo Castillo, de Cultura. El programa de Cultura está unido al de Deportes (no se enteraron que Cultura no tiene a cargo Deportes desde hace mas de 10 años), anuncia que “espera no tener que llegar a coartar la libertad cultural”, es decir, que estaría dispuesto a hacerlo, si las circunstancias lo ameritan. También anuncia que no preguntará en las solicitudes de empleo, la preferencia sexual del solicitante (el periodista lo informa de que eso es ilegal) y finalmente expone su gran propuesta: es un “super website que promueva a todos los artesanos, las iniciativas de las tortilleras, de las cosas del idioma, de los tipos que están en los toros, de las tradiciones…” Presumo que también la lagarteada y otros vicios de tortura animal, cada vez mas prohibidos en todo el mundo civilizado.
Así que compatriota: si usted dudaba de darle su voto a Fabricio, porque el no está preparado para gobernar, le cuento que su equipo de asesores, tampoco lo está!
Pondría usted su vida en manos de un cirujano que no haya estudiado y que solamente tenga la inspiración de su Apóstol Rony Chavez?
Piense bien su voto. Yo no tengo ninguna duda de que el mío será por Costa Rica, será por Carlos Alvarado.
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Cargando...* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.
