Liberación Nacional: ¿muerto, muriéndose o vivo?

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro@costarricense.cr

Mauricio Castro

Créanlo es un debate que a menudo se da a lo interno del otrora glorioso Partido Liberación Nacional, se discute si está muerto, o muriéndose o sí está vivo. Por supuesto hay grupos que sustentan y justifican cada una de las tesis.

Los que dicen que “se murió” simplemente afirman basta y sobra ver lo que fue y lo que es hoy en día, que es suficiente ver los porcentajes de votos que ha sacado desde su inicio hasta ahora, en palabras médicas, ver los signos:

Liberación Nacional: ¿muerto, muriéndose o vivo?
Gráfico tomado de El Mundo 050218

El grupo que sustenta esta tesis simplemente dice que el PLN vive una muerte cerebral, que está en un Estado Vegetativo Persistente, y con palabras más palabras menos, es esto: “…un paciente puede mostrar signos de consciencia, como abrir los ojos por ejemplo, pero no responde a sus alrededores ni a estímulos.”

Sostienen que el PLN no responde y que de repente abre los ojos…

Los que dicen “que está vivo” son básicamente los que están en los órganos de poder del Partido, o que fueron miembros de gobiernos o fueron electos en el pasado o están ejerciendo puestos para los que fueron electos. Muchos de los que sustentan esta tesis de “está vivo” sostienen que se requieren algunos ajustes, sobre todo estatutarios, y que simplemente las dos últimas elecciones se han perdido por temas coyunturales.

Que el desastre en que nos han sometido los dos últimos gobiernos será suficiente para ganar.
Y algunos van más allá señalando la cantidad de municipios que ganó el PLN en las elecciones pasadas o en las organizaciones cantonales.

Los que dicen que “se está muriendo” son gente que no ve acciones (o para ser justos: muchos tampoco toman acciones) y/o no comparten posiciones de las que el Partido toma en su quehacer diario, consideran que por ejemplo haber dado los votos para la Presidencia de la Asamblea Legislativa es un signo de qué se está muriendo o ser los defensores a ultranza del Plan Fiscal es otro.

Por supuesto, que entre esas tesis hay otras intermedias, como la mía, yo creo que está vivo y que se está muriendo, y hace todo lo que el médico le dice a un infartado que no haga o acelera su muerte: come grasas, no hace ejercicios, continua fumando, no se toma los medicamentos, o sea hace todo para morir y cuando ve más cosas que le pueden causar la muerte se las traga… no al matrimonio igualitario, no al aborto, no a la separación de la Iglesia del Estado, no a la FIV, no hay apoyo decidido a la creación de fuentes de trabajo, no hay intención clara de que se quiera una revisión integral del Partido y su oferta programática, no hay sometimiento de algunos al Tribunal de Ética, no se tienen claras posiciones internacionales o regionales y muchos otros temas (y conste que no digo que mucho de lo mencionado lo asuma como propio, lo que recalco es que al menos se discutan y se tengan posiciones claras).

Es difícil diferenciar al PLN de las posiciones asumidas por los cristianos en materia de derechos humanos de nueva generación o del PUSC en materia económica. Y ahora que “somos las fracción de Gobierno” sin serlo la cosa se complica aún más…(¿qué les costaba remarcar con fuerza que el Plan Fiscal que se apoya es obra del PAC?)

Con tanto tragarse las cosas que “los médicos” dicen que no haga o se muere, simplemente aleja al PLN de los temas que interesan a los nuevos votantes (los que requerimos para ganar), pasan esquivando esos temas como si fueran los signos de la Parca —la muerte— con discursos grandilocuentes del pasado y escabulléndoseles.

Por tanto escabullirse de la muerte temo que al PLN le pasará lo de un cuento de Cortázar que me encontré hace unos días en mi casa, en La Mina, en Santa Ana:

Había en Bagdad un mercader que envió a su criado al mercado a comprar provisiones, y al rato el criado regresó pálido y tembloroso y dijo: señor, cuando estaba en la plaza del mercado una mujer me hizo muecas entre la multitud y cuando me volví pude ver que era la Muerte. Me miró y me hizo un gesto de amenaza; por eso quiero que me prestes tu caballo para irme de la ciudad y escapar a mi sino. Me iré para Samarra y allí la Muerte no me encontrará. El mercader le prestó su caballo y el sirviente montó en él y le clavó las espuelas en los flancos huyendo a todo galope. Después el mercader se fue para la plaza y vio entre la muchedumbre a la Muerte, a quien le preguntó: ¿Por qué amenazaste a mi criado cuando lo viste esta mañana? No fue un gesto de amenaza, le contestó, sino un impulso de sorpresa. Me asombró verlo aquí en Bagdad, porque tengo una cita con él esta noche en Samarra.

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    He llegado a la conclusión que hay un grupo importante de gente buena en el PLN, lo que pasa es que la peor es la que está en los órganos de poder o están en el grupo de los que vienen haciendo fila y se comportan como auténticos populistas, dispuestos a venderle el alma al diablo. ¿Qué podría salvar al PLN? Una poda profunda, que permita nuevos brotes y allí surgiría de nuevo la gente buena, los verdaderos social demócratas, quizá hasta quedaría campo para los que alguna vez nos fuímos.

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