Ágora*
Guido Mora
guidomoracr@gmail.com
Se ha preguntado usted, ¿a quién afecta la huelga?, ¿ha razonado usted o pensado, quienes son los más perjudicados por este berrinche que están encabezando los líderes sindicales del sector público?
Veamos:
Las escuelas privadas están funcionando normalmente, los estudiantes no pierden días de clases y se preparan para los exámenes de bachillerato, que ya están encima. Las escuelas públicas están cerradas, los estudiantes pierden clases y, con los exámenes de bachillerato encima, apenas si han logrado prepararse para las pruebas.
Los hospitales y la consulta privada están funcionando. A la fecha, según datos de la CCSS, se han suspendido 1,500 operaciones y se han cancelado 33.000 citas, si, TREINTA Y TRES MIL CITAS. 15 % de los Ebais están cerrados y no atienden a la población adscrita a la zona asignada.
En el Caribe, según declaraciones del Presidente Ejecutivo de la CCSS Román Macaya, 52 pacientes perdieron su cita oftalmológica porque los huelguistas no les permitieron movilizarse hasta la clínica, ahora tendrán que reprogramarlas, incrementando las listas de espera de esa institución. Esto para mencionar sólo uno de los problemas que, en este campo, enfrentaron los pacientes de esa Región.
La ropa hospitalaria que, si no se lava en un plazo determinado, hay que desecharla, por convertirse en un foco de contaminación, alcanzó hace unos días el volumen de 50 toneladas, CINCUENTA MIL KILOS, de ropa contaminada que en su mayoría estuvo en riesgo de ser destruida, porque los procedimientos sanitarios que así lo exigen. Si se hubiera perdido, ¿Quién se hubiera tenido que hacer responsable? Se requirió una orden sanitaria del Ministerio de Salud, para poner a funcionar nuevamente las lavanderías hospitalarias. Las empresas y los hospitales privados siguen atendiendo a la gente, lavando la ropa y dando una atención de calidad a sus pacientes. Los de la CCSS, tienen que ver como se la van jugando, para satisfacer sus requerimientos de prendas hospitalarias.
Para enfrentar esta crisis, la CCSS tuvo que presupuestar 30 mil millones de colones del fondo para la atención de emergencias, con el propósito de poner en marcha planes de contingencia, que bien hubieran servido para atender otras necesidades.
Muchas personas que laboran en el sector privado han sido incluso despedidas de sus trabajos, por las llegadas tardías acumuladas, producto de los bloqueos perpetrados por los huelguistas.
Con piedras, los huelguistas han atacado vehículos de algunas instituciones, donde se trasladan empleados que no han querido plegarse a este berrinche sindical. Nadie se hace responsable de los daños. Usted y yo, finalmente, tendremos que pagarlos.
Se detuvo a un trabajador de una empresa pública, que saboteó las líneas de distribución y llenado de gas licuado. Este delincuente, porque no cabe otra palabra, guarda prisión preventiva por el delito cometido.
Se perforaron dos poliductos, que funcionaban normalmente, y de manera extraña -porque los sindicalistas argumentan no ser responsables, causaron derrames de combustible, con el consecuente daño ambiental y económico que representa.
Han provocado congestionamientos por tortuguismo en muchas vías nacionales, perjudicando a miles de personas que deben trabajar, entregando productos o visitando clientes y que de esta manera se ganan el sustento de su familia.
Han quemado camiones, perjudicando a los propietarios y provocando la perdida de la mercancía. Doble daño económico.
Las agencias de viajes y el sector turismo reportan pérdidas millonarias y la cancelación de más del 50% de las reservaciones, nacionales e internacionales.
El Crucero Infinity, con más de 3.500 turistas, se desvió hacia Panamá, atraca en Puntarenas, por los peligros que la situación de huelga pueda traer a sus ocupantes. La población de Puntarenas, que recibe ingresos en cada arribo de estos buques, pierde una de las pocas opciones con que cuenta para ganarse el dinero que tanto necesitan. Según datos del Cámara de Turismo Puntarenense y del INCOP, más de 300 personas se ven directamente perjudicadas, por la pérdida de estos recursos. El impacto económico negativo se estima en 130 millones de colones.
Monteverde registra 500 cancelaciones, en estos días de huelga, que representan millones de colones, que no reciben los empresarios turísticos de la región. La pérdida estimada para los empresarios turísticos de la zona es de 119 millones de colones.
He querido hacer un pequeño recuento de solo algunas de las pérdidas que ha causado esta cabezonada sindical, que perjudica a las grandes mayorías y en particular, a los grupos sociales de menores ingresos, cuyo bienestar depende, en buena medida, de los servicios públicos que brinda el Estado.
Si a esto sumamos que, en caso de no aprobarse el paquete fiscal, se reducirán los dineros que puede destinar el Gobierno para financiar los programas sociales, particularmente la educación y la salud. Lo mismo ocurre con las transferencias destinadas a las becas, a los comedores escolares, a los programas de atención a adultos mayores o madres solteras.
Una vez más, serán los grupos de menores ingresos los más afectados y perjudicados, más aún si a esto sumamos la posible devaluación que se generaría y el incremento de las tasas de interés, que son un costo adicional, por el impacto que estos aspectos tienen en los precios de los productos y servicios de muchas empresas públicas y privadas del país.
Tenga ustedes certeza, eso sí, que los huelguistas, todos empleados del sector público, recibirán su salario completo, aun sin haber laborado. Que los representantes sindicales del sector público no sólo no están dispuestos a no renunciar a sus privilegios, sino que, según publicación del Diario La Nación, del día de ayer, en el Banco Popular, están negociando una convención colectiva, que sólo incrementa sus privilegios.
Tengan seguridad de que no tendrán problemas de atención en hospitales, clínicas o Ebais, porque sus “compas” no estarán en huelga para ellos. Igual obtendrán sus medicamentos y no tendrán problemas de salud, por no contar con esas medicinas, que la mayoría de los costarricenses no pueden retirar, porque mantienen las farmacias cerradas.
Tengan total seguridad de que igual reclamarán las vacaciones, las horas extras, los sobresueldos e, igualmente, recibirán sus pensiones, aunque hayan violentado la legislación laboral, hayan afectado a miles de niños y niñas, o hayan dejado de atender a miles de personas, causado el deterioro y la pérdida de miles de millones de colones por maquinaria, prendas hospitalarias o equipos que han saboteado durante estos días de huelga.
Tal como lo he manifestado en otras oportunidades, las expresiones de violencia que estamos observando van más allá del derecho a huelga que garantiza nuestra Constitución Política. Como lo he afirmado reiteradamente, ESTO ES TERRORISMO y el Gobierno debe actuar en contra de los gamberros o delincuentes que, con sus acciones, atentan contra la vida de miles de costarricenses.
La soberbia y el berrinche sindical, que sólo pretende inflar los egos de unos cuantos dirigentes anquilosados y antidemocráticos, continúan causando, estos días de huelga, pérdidas millonarias a todos los costarricenses.
Ojalá que el pueblo abra los ojos y comprenda que los sindicatos lo único que defienden son sus privilegios y no los intereses del grupo mayoritario de ciudadanos, los que sí tenemos que trabajar todos los días, para llevar la comida a nuestras familias.
Contrario a mi posición en otras luchas sociales, en esta ocasión, los sindicatos no me representan ni representan mis intereses, porque sólo velan por sus privilegios y no les importan las repercusiones económicas negativas, que traería para Costa Rica, la no aprobación del proyecto de Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.
Excelente don Guido, 110 % de acuerdo, mejor dicho no pudo ser,