Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
La crisis en el hermano país del norte, Nicaragua ha tomado un giro de recrudecimiento ante la enorme represión del Gobierno sandinista de Daniel Ortega contra las protestas cívicas del pueblo opositor. Durante más de dos meses ha dejado un saldo de casi 300 muertos, alrededor de 1400 heridos y centenas de detenidos. La primavera nicaragüense de legitimas demandas lideradas por los jóvenes en su mayoría estudiantes contra una situación social empobrecida, una dictadura militar disque de “izquierda”; pero al mejor estilo estalinista de opresión y atropello de los derechos humanos fundamentales. Solo en la mente criminal y dictatorial de la pareja gobernante y autocrático liderado por su presidente Ortega y su vicepresidenta su esposa Rosario Murillo (nepotismo puro) han gobernado como una finca al hermano país del norte; haciéndonos recordar la era de la dictadura de derecha de la Familia Somoza García y luego sus hijos Luis y Anastasio Somoza Debayle.
El pasado viernes 22 de junio la Comisión Interamericana de Derechos Humanos rindió el informe presentado ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA); donde se investigó y comprobó los casos de violación de derechos fundamentales y el número de muertos, heridos y detenidos hasta la fecha. Este informe fue contundente sobre la sangrienta represión que realiza el Gobierno contra su propio pueblo que se levantó desde el pasado 18 de abril en protesta cívica primero contra la reforma a la “Seguridad Social”; luego se amplió a exigir justicia y democracia y la salida del despótico Daniel Ortega. La Iglesia Católica ha venido jugando un papel trascendental mediando en el conflicto y esperando la respuesta de parte de Ortega de solicitud del adelanto de elecciones nacionales; para que el pueblo decida realmente su destino político.
Es increíble como el partido político: Frente Sandinista de Liberación Nacional; de izquierda socialista y revolucionaria; se dejó perder y caer en los vicios de la corrupción (Remember la famosa “Piñata” con los recursos públicos y privados), que enriquecieron a una camarilla de sandinistas que se cegaron con el poder político y económico. Daniel Ortega surgió como el gran líder revolucionario; que la mayoría de los sandinistas le reinaban pleitesía y culto a su personalidad; esto contribuyó a que se convirtiera en un líder supremo y corrupto; que se han dedicado a realizar todo tipo de negocios y enriquecerse; y el pueblo nicaragüense sigue pobre y sin tener acceso a una buena calidad de vida. Ortega tuvo una alianza y complicidad de los gobiernos opositores en especial el ex presidente Arnoldo Alemán (que negoció no seguir en la cárcel por hechos corruptos) y también el apoyo absoluto del otrora jerarca católico Cardenal Obando.
Por otra parte el pasado 29 de junio Los cancilleres de los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) iniciaron una reunión en Santo Domingo en la que se abordará la crisis de Nicaragua y la situación de los migrantes centroamericanos que intentan ingresar a Estados Unidos.
El secretario del Sica, el expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo, señaló que «recientes hechos amenazan la estabilidad de la región y se requiere nuevamente la acción concertada de la voluntad política de los países centroamericanos para buscar solidariamente soluciones a las crisis que se nos presentan».
El Cardenal Brenes afirmó que: “No podemos, ni debemos dar la espalda a los problemas que particularmente enfrentan los países miembros, y respetando la autodeterminación de los pueblos, debemos de colaborar en la construcción de espacios que promuevan soluciones civilizadas, sobre la base del diálogo, el respeto a los derechos humanos y el estado de derecho. Ustedes saben que me refiero a toda la región, pero particularmente al caso de Nicaragua”.
Es de urgencia la intervención de los organismos internacionales como la OEA, el SICA, incluso la Organización de las Naciones Unidas y otros entes; así como diversos países; que entren a colaborar en la solución de la crisis de Nicaragua; y de una vez por todas se logre parar la “sangrienta masacre”; donde vemos que todos los días mueren ciudadanos; en especial los jóvenes protestantes que exigen sus derechos para que exista una democracia plena y respeto a la institucionalidad y los derechos civiles fundamentales. El problema es la perpetuidad del poder de la familia Ortega – Murillo, compuesta por una pareja despótica; que olvidaron los principios morales en que se basaba la otrora Revolución Sandinista; y que ahora es similar a la dictadura de la familia Somoza; donde sólo sacan provecho para sus intereses personales.
Inclusive el Papa Francisco emitió un llamado a que se realicen todos los esfuerzos necesarios para buscar un diálogo que ayude a salir de la crisis y evitar una guerra civil; esto anima a los Obispos para que realicen un gran trabajo en este sentido. Mientras tanto la economía sigue su proceso de deterioro; por ejemplo en el campo del turismo la afectación es enorme y se valora que los daños son difíciles de revertir. Recordemos que Nicaragua goza de tener un gran potencial turístico por sus maravillas naturales y está catalogado como uno de los 10 destinos emergentes a nivel mundial. En el 2017 tuvo una visita de 1.9 millones de turistas que dejaron divisas por US $ 849 millones. Para este año 2018 se va a causar enormes perjuicios; incluso EE.UU. ya alertó sobre la inseguridad de viajar al país y los países emisores pueden iniciar emitiendo recomendaciones de no visitar el país; y toda esta crisis; si no se resuelve lo más pronto; el perjuicio será mayor para la industria turística y en general empresarial.
La desaceleración económica es muy perjudicial; según los economistas y las investigaciones, Nicaragua estaba entre las 3 economías de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe; por ejemplo solamente en Centroamérica estaba siendo superaba por Panamá sobre la tasa de expansión del Producto Interno Bruto nicaragüense; estaba la economía creciendo por encima del 4.5 por ciento; con esta crisis no llagaría ni tan siquiera al 4 por ciento. Todo esto impacta en la llegada de inversión, en la generación de empleo y el aumento de la inflación etc. Es una lástima, la situación imperante en un país que realmente necesita salir de la pobreza. Todo esto hace que sea imperativo que se dé una solución política y social lo más pronto posible.
Finalmente; desde Costa Rica enviamos los mejores deseos y bendiciones; para que se imponga el diálogo político entre las partes y que la pareja presidencial comprenda que ya es una exigencia que dejen el poder y se convoque lo más pronto a elecciones nacionales; que reafirme la “aparente democracia” y que se dejen de afirmar al igual que el presidente Maduro de Venezuela; de que esta crisis es una “conspiración para desestabilizar o desprestigiar a la democracia plena de Nicaragua”; incluso solo falta que expresen que es causada por el Imperialismo Yanqui; para derrocar a los países de izquierda o supuestamente “comunistas”. Basta ya de masacres y asesinatos; de atropellos a los derechos fundamentales que deben gozar nuestros hermanos nicaragüenses.