Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Durante muchos años he escuchado diferentes opiniones en cuanto a la permanencia o cierre de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS). Ante esta situación, he tomado la decisión de escribir un nuevo artículo como lo hice hace unos años, advirtiendo que no soy un experto en el tema, sino un simple ciudadano preocupado por el aumento en los índices de violencia, asesinatos, trasiego de drogas y armas, secuestro y el lavado de dinero.
La DIS inició operaciones el 1 de setiembre de 1963, como un ente adscrito al Ministerio de Seguridad Pública y es a partir de 1986 que pasa a pertenecer al Ministerio de la Presidencia. En 1994 se aprobó la ley General de Policía que establecía la Dirección de Seguridad del Estado, con su reglamento de Inteligencia y Seguridad Nacional. Dentro de sus funciones tenemos: 1) Detectar, investigar, analizar y comunicar riesgos para la independencia o la integridad territorial que pongan en peligro la estabilidad del país y sus instituciones. 2) Coordinar con organismos internacionales asuntos de seguridad. 3) Ejecutar labores de vigilancia en materia de seguridad el Estado y sus bienes, para mencionar algunas.
Hace unos días, la Defensoría de los Habitantes de la República de Costa Rica, tomó la decisión de elevar una acción de inconstitucionalidad a la Sala Constitucional y se proceda al cierre de la DIS. Alega la Defensoría que la Dirección, no cuenta con una garantía en la protección de derechos humanos, así como que carece de supervisión en las labores que ejecuta.
En la corriente legislativa se encuentra la “Ley transformación de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional en Dirección de Inteligencia Estratégica Nacional.. Expediente N. 19346 del 18 de agosto de 2016.que en su “Artículo 1: ”La presente ley tiene por objeto establecer el marco legal e institucional para el desempeño de los servicios de inteligencia estratégica nacional, los cuales consisten en la organización, formulación, ejecución, evaluación, regulación y control de las funciones de inteligencia prospectiva y estratégica del Estado Costarricense. Le corresponderá al Ministerio de la Presidencia, a través de la Dirección de Inteligencia Estratégica Nacional, institución coordinadora y especializada en la materia, el desempeño de las funciones estatales de inteligencia reguladas por esta ley.” En la actualidad la DIS es regulada por un par de artículos de la Ley General de Policía.
En días recientes, Telenoticias de Canal 7 presentó un reportaje de un programa de televisión de Colombia, bastante preocupante en donde un narco colombiano revela, las distintas rutas que utilizan en Costa Rica para el tráfico de drogas y nos deja al descubierto como un paraíso para tal fin. Además, el gobierno colombiano, nos recuerda que hace 10 años nos advirtieron del creciente uso de nuestro territorio, que hoy en día se confirma esa preocupante realidad. En la entrevista, el narco colombiano advierte sobre la penetración que han tenido en la función pública, la policía y en el Poder Judicial de nuestro país.
La inteligencia es una especialidad y un instrumento eficaz para prevenir riesgos que amenazan nuestra estabilidad, pieza fundamental y de gran importancia para la seguridad nacional, cuyo propósito es anticiparse a los hechos para tomar las decisiones correspondientes y así poder enfrentar con mayor éxito al crimen organizado.
Todos los países en el mundo cuentan con una agencia de inteligencia y las han ido reforzando para hacerle frente a los crecientes riesgos y amenazas que están afectando tanto a los estados como a los ciudadanos en general; ante un incremento del crimen organizado, el terrorismo, las migraciones de individuos no deseables que huyen de sus países y que aprovechan para delinquir. Como ejemplo en nuestro país, sería el caso de integrantes de las maras salvadoreñas, de algunos países latinoamericanos y resto del mundo; personas ligadas al crimen organizado; donde cada día es más común escuchar que son objeto de detenciones, deportaciones o participantes de algún hecho delictivo.
Ante este panorama y la realidad en que vivimos, tenemos que abrir los ojos y tener presente que somos un país sumamente vulnerable; que contamos con una estructura organizacional (a nivel de los distintos cuerpos policiales) con limitaciones presupuestarias, de equipo tecnológico y defensivo.
Un país pequeño pero con extensas frontera y mares donde transita enorme cantidad de droga para consumo interno y para mercados internacionales en un negocio multimillonario; donde utilizan lanchas rápidas para su traslado y semisumergibles como el que apareció cerca de Punta Burica en estos días y que desde el 2005 se han descubierto solamente cuatro embarcaciones de este tipo, de las muchas que se suponen navegan por nuestros mares.
Así las cosas, nos hemos convertido en una plataforma para el tráfico de estupefacientes, lavado de dinero, tráfico de personas y armas; situación que nos debe llenar de gran preocupación.
Es importante definir para una mejor comprensión la diferencia que existe entre la delincuencia común y el crimen organizado, ambos en franco crecimiento.
La delicuencia común, debe ser combatida por las autoridades locales (fuerza pública y el Organismo de Investigación Judicial). Estas operan en pandilla o con un solo individuo, con el fin de obtener algún beneficio e inmediatamente el producto es repartido entre sus integrantes y cada uno lo gasta según su criterio. No se le puede catalogar como una organización ya que actúan con poca planificación y sin objetivos definidos o establecidos, por ejemplo asalto a un transeúnte, un bus, una pulpería, robo de una casa o automóvil para nombrar algunos.
En relación con el crimen organizado, éste debe ser objeto de atención primaria por parte de la DIS. Una organización especializada, con gran experiencia acumulada en casi 55 años y que mantiene una relación estrecha con agencias similares de todo el mundo, con el propósito de intercambiar información. Esta Dirección cuenta con personal calificado y preparado en inteligencia, con asesoría de países amigos; requisito imprescindible para poder hacerle frente a organizaciones delictivas y poderosas, que crean una estructura compleja, con sedes en varios países de todo el mundo, con el propósito de diluir y esconder sus actividades ilícitas.
Ante esta realidad, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional, requiere de una restructuración y modernización de su estructura organizacional y legal y así convertirla con mayor propiedad en un instrumento esencial en la política de seguridad del Estado, a través de una inteligencia estratégica para ir delante de posibles eventos y prevenirlos; con el fin de proteger al país de amenazas internas y externas que cada vez van en aumento.
De acuerdo con el presupuesto asignado a esta Dirección y por operar con fondos públicos, debe ser objeto de controles por una comisión de alto nivel y especializada en el tema y con asesoría de expertos internacionales que brindar la capacitación necesaria y constante; para enfrentarse a que los que infringen la ley, pues siempre se valen de nuevas alternativas para lograr sus fechorías.
Así las cosas, Costa Rica necesita continuar invirtiendo en seguridad nacional y aprobar la Ley de Inteligencia presentada en la Asamblea Legislativa; para poder prepararse y enfrentar los nuevos retos ante la vulnerabilidad de nuestro país, que cada día se vuelve más peligroso ante el crimen organizado.
– Lic. Administración de Negocios