Liberación Nacional en crisis (II)

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

En el primer artículo expuse algunos factores y causas de la difícil crisis que actualmente atraviesa el Partido Liberación Nacional (PLN); luego de la peor derrota electoral de su historia el pasado 2 de febrero del 2018. Ahora se impone de parte de las autoridades superiores liberacionistas convocar a un análisis profundo de las verdaderas causas del decrecimiento y falta de credibilidad de la organización política. Algunos han manifestado realizar un Congreso Ideológico; esto sería una de las vías posibles; ya que según los Estatutos del PLN; el Congreso tiene una fuerza política y legal fundamental; con el fin de establecer una hoja de ruta que rija el destino inmediato del PLN.

En la mayoría de las bases y cuadros dirigentes en todos los cantones están esperando la directrices de parte del Comité Político Nacional y el Directorio Nacional; para ver cuál será el futuro político; no obstante al tener que esperarse que se realice el próximo 1 de abril la segunda ronda electoral que finalmente decidirá quién será el Presidente de la República; tanto entre Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional (PRN) y Carlos Alvarado del Partido Acción Ciudadana (PAC); limita las posibilidades de convocar a reuniones o un Congreso a lo interno del PLN. Esto es lo prudente y en efecto es mejor esperar que termine la campaña electoral en este mes de marzo; donde el pueblo tiene las posibilidades de analizar los programas y lo que plantea cada uno de los candidatos a ocupar el máximo sitial gubernamental; como es la Presidencia de la República.

Anteriormente expresamos que el PLN es una marca desgastada; ya que desde su fundación en 1951 y su primera participación en las elecciones que llevó a la Presidencia a don José Figueres Ferrer, su padre fundador y general victorioso de la Revolución de 1948 (triunfo del Ejército de Liberación Nacional sobre las fuerzas del Dr. Calderón Guardia); ha sido un partido político que las veces que ha estado en el ejercicio del poder; a desarrollado y creado muchas instituciones públicas; así como obras e infraestructura. Han sido largos 66 años de estar en la retina de los costarricenses; sin embargo el pueblo cada cuatro años de manera democrática y libre puede analizar y escoger las mejores políticas-país; que los diversos partidos políticos exponen ante el electorado.

La exposición pública durante tanto tiempo del PLN; la crítica constante; la falta de una verdadera autocrítica e introspección; la pérdida del norte ideológico; han socavado los cimientos mismos del alma liberacionista. Algunos dicen que dejo de ser social demócrata, y que se alejó los principios liberacionistas de su Carta Fundamental. Es posible que exista mucho de eso; otros a nivel nacional e internacional lo observan como un partido de derecha; donde privan los intereses privados, dándole más oportunidad a las empresas y sus lineamientos. Esto no es malo; sin embargo, la mayoría del pueblo, la clase media, los agricultores y campesinos y una serie de sectores que conforman nuestra sociedad; ven con recelo que el PLN no los defiende o representa. Se observa que la calidad de vida de la mayoría de nuestro pueblo se ha venido deteriorándose; y más bien se ha venido ensanchándose la brecha social entre ricos y pobres.

Uno de los factores sociales más alarmantes es la inseguridad ciudadana; donde la gente vive con temor en las urbanizaciones y comunidades; producto de falta de oportunidades, el crecimiento del tráfico de drogas; falta de empleo y una delincuencia galopante; que atemoriza a los ciudadanos; y vemos que las autoridades policiales son insuficientes; les falta recursos técnicos; y prácticamente las calles están a la libre de los delincuentes (donde si se atrapan in fraganti; rápido salen a seguir delinquiendo; por un exceso de garantismo judicial). En estos aspectos penales; se impone una revisión y modificación en el Código Procesal Penal; para garantizar una justicia a favor de las víctimas y no como existe una percepción a favor de los victimarios y delincuentes.

Además son muchos los aspectos sociales que deben revisarse; y lo índices de pobreza no bajan, a pesar de los múltiples programas sociales que ejecutan varias instituciones públicas; pero que no han podido contraatacar y mermar la pobreza en el país (se dice que muchos recursos se gastan en burocracia y otros gastos innecesarios que atentan con la buena ejecución del presupuesto de las instituciones sociales) y que dichos recursos verdaderamente lleguen a los más necesitados. Además tenemos un gran déficit en el Gobierno Central; y el poco avance en materia fiscal; que complica más el panorama. Pero también la gente está cansada de tantos impuestos; que hacen de Costa Rica, un país caro para vivir; ya que limita los salarios y éstos no alcanzan para hacer frente ante tantos pagos que mes a mes hay que realizar.

La ciudadanía percibe una falta de credibilidad en los políticos; sus gobernantes; y viven confundidos, que las soluciones año a año no llegan a fructificar; como debe ser; los márgenes de gobernabilidad están muy reducidos en este país; donde el Presidente de la República; tiene bajas posibilidades de poder realizar los programas que promete en campaña electoral; además con un multipartidismo real en la Asamblea Legislativa; atrasan la implementación de las políticas públicas necesarias para el desarrollo social y económicos del país. En materia de obras e infraestructura; el país no avanza conforme a lo que se necesita en el país; mientras vemos a otros países cercanos avanzando de manera acelerada; lo que está permitiendo un mejor desarrollo en todos los campos.

Considero que el PLN no ha sabido leer los tiempos; y se han quedado en las viejas prácticas políticas; y no cala en el electorado; bajar de 610.000 votantes en la primera ronda electoral del 2014; a 378.000 votos en la primera ronda electoral del 2018, solamente en 4 años; se nota, que el PLN no hizo los análisis profundos y estableció una hoja de ruta inmediata e imperante que tratara de revertir o cambiar esta tendencia (siguió anquilosado en el pasado; no hizo reformas estatutarias; las viejas líneas odiosas de elección de los candidatos a diputados; donde prácticamente imponen “a dedo” a los amigos y muchos candidatos sin arraigo popular o liderazgo en las zonas territoriales; más una cadena de constantes desaciertos; sin duda han socado las bases mismas del otrora glorioso PLN.

El PLN, no ha sabido interpretar la historia presente; enviarle un mensaje a las nuevas generaciones de jóvenes y un alto porcentaje del electorado, que solicita a gritos verdaderas y reales soluciones; y no ideas y mensajes abstractos, que no conducen a nada; todo esto ligado a las múltiples contradicciones en todos los ámbitos; especialmente los económicos y sociales; y ahora los temas religiosos; o como abordar temas como lo de la sexualidad y la familia; que se convirtieron en temas sensibles; para la sociedad costarricenses; que sigue en muchos casos actuando de manera conservadora y a veces hasta de doble moral; en revisar o ver los temas que han estado en el tapete en los últimos meses; y que cambiaron la historia de las elecciones nacionales; al menos en la primera ronda electoral; y que no condujo al balotaje hacia el 1 próximo 1 de abril.

Finalmente; considero que todavía el PLN puede reinventarse; pero se impone de manera imperativa, realizar un Congreso con carácter obligatorio y vinculante para toda la dirigencia liberacionista; y establecer una verdadera hoja de ruta; de lo contrario le va a ser muy difícil salirse de esta crisis política; que lo podría estar llevando al filo de la extinción o convertirse en lo que pareciera los es ya; una organización política minoritaria; aunque algunos se ciegan seguir señalando que el haber obtenido la fracción legislativa mayoritaria (17 diputados) entre todas las minorías representadas en el Parlamente Legislativo. Esto no debe ser un consuelo; si no poner las barbas en remojo y realizar los correctivos inmediatos para poderle cambiar la historia del PLN y que pueda revivirse y así si el pueblo quiere; siga aportando al desarrollo costarricense.