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Carlos Revilla Maroto
Ese diminuto espacio tiene una historia enorme. Representa un espacio físico de la primera sede de la Universidad de Costa Rica, llamada anteriormente Universidad de Santo Tomás.
Empecemos por decir que un paraninfo es el salón de actos de una universidad donde tienen lugar acontecimientos importantes, como las ceremonias de investidura de cargos académicos u otros como la apertura del curso, conferencias, lecciones magistrales, etc. Su nombre deriva de la persona que anunciaba el inicio del curso académico y que recibía el mismo apelativo y que se origina en la Grecia antigua, donde el paraninfo era una especie de ministro que en las bodas presidía la función y arreglaba el festín, encargándose especialmente de la guardia del lecho nupcial. Uno de los actuales que recuerdo, es el Paraninfo de la UNED, que lleva el nombre de Daniel Oduber Quirós, en su sede central carretera a Sabanilla.
Me parece importante antes de hablar de lo que llaman el Paraninfo, que es oportuno narrar los antecedentes históricos de la Universidad de Costa Rica, que incluyen, por supuesto, a la de Santo Tomás, que al final de cuentas son los mismos.
Los orígenes de la Universidad de Costa Rica se remontan al 24 de abril de 1814, en las postrimerías de la Colonia, cuando el Ayuntamiento de San José fundó en esta ciudad la primera Institución de estudios Superiores bajo el nombre de “Casa de Enseñanza de Santo Tomás”.
Poco después de la independencia, el 10 de diciembre de 1824, el Gobierno tomó a su cuidado el establecimiento docente mencionado, e instituyó el bachillerato como coronación de los estudios.
El 3 de mayo de 1843, cuando don José María Castro Madriz ocupaba el cargo de Ministro General en el gobierno de don José María Alfaro, firmó el decreto que convirtió en “Universidad” la Casa de Enseñanza. Se llamó Universidad de Santo Tomás, y aquí se impartieron lecciones de Filosofía, Gramática castellana, Teología, y Derecho.
Después de 45 años de aportes, cuando don Mauro Fernández, ocupaba el cargo de Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de don Bernardo Soto, y en vista que la Universidad había entrado en franca decadencia, don Mauro procuró la clausura de la misma por razones de orden político, económico y académico; lo que se llevó a cabo por decreto del Congreso el 20 de agosto de 1888.
A pesar de su clausura, su quehacer se perpetuó a través de las facultades de Derecho, Agronomía, Bellas Artes y Farmacia, que continuaron funcionando independientemente.
Desde la clausura de la Universidad de Santo Tomás, diferentes intelectuales clamaron por su reapertura; las gestiones y los clamores se vieron coronados por el decreto del Congreso de 1890, donde se deroga el decreto de clausura a iniciativa de Felix Arcadio Montero, quién lucha por el restablecimiento. Sin embargo, la derogatoria, no es cumplida por el gobierno, ni por los siguientes, a pesar de los muchos intentos.
En 1935, en el gobierno de Ricardo Jiménez y su Secretario de Estado en el despacho de Educación Pública Teodoro Picado, se hacen los esfuerzos por abrir nuevamente la Universidad, para lo que viene una misión educativa chilena. El nuevo intento de reabrirla, pone en claro el ambiente de anarquía como funcionaban las escuelas superiores, desde la clausura de la Universidad de Santo Tomás.
Don Ricardo Jiménez pasa a ser un defensor del proyecto de la nueva Universidad, pero el Congreso le da largas al asunto y termina por archivarse el proyecto. No es sino hasta la llegada del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia a la Presidencia de la República, que el intento cobra vida de nuevo.
El Proyecto de Ley para la creación de la Universidad de Costa Rica fue redactado por el Secretario de Educación Luis Demetrio Tinoco, quien tenía como antecedente de primera mano el Proyecto comprendido en La Universidad Autónoma de Luis Galdámes, uno de los miembros de la misión educativa chilena que vinieron al país a instancias de Teodoro Picado en 1935, con el propósito de reformar el sistema educativo costarricense.
Desde que se cerró la Universidad de Santo Tomás, y hasta el 10 de agosto de 1940 en que se fundó la actual UCR, no sólo continuó funcionando la Escuela de Derecho, dependiente del Colegio de Abogados, sino que se fueron creando otras en el siguiente orden cronológico: la de Farmacia el 8 de febrero de 1897, dependiente del Colegio respectivo. La de Bellas Artes el 12 de marzo del mismo año. La Escuela Normal el 28 de noviembre de 1914, dependiente de la Secretaría de Instrucción Pública. Después la Escuela de Agronomía, el 16 de diciembre de 1936, dependiente del Ministerio de Fomento.
Al crearse la nueva universidad, todas las escuelas mencionadas anteriormente pasaron a ser parte de la nueva Universidad, al mismo tiempo que se creaban las de Filosofía y Letras, Ingeniería y Ciencias.
El edificio de la Universidad de Santo Tomás estaba ubicado sobre la avenida segunda, diagonal al Teatro Nacional, donde está en la actualidad el Ministerio de Hacienda, en el antiguo edificio del Banco Anglo. Ahí hay una placa que recuerda que en ese lugar, fue la sede de ese centro de estudios.
Ahora si, vamos al Paraninfo y su historia.
En la década de los años setentas del siglo pasado, el terreno donde se ubicaba el edificio de la antigua Escuela de Derecho, iba a ser demolido para dar paso a la construcción de la Plaza de la Justicia. Ante este hecho consumado, se decidió salvar de la demolición una pequeña parte, que se ubicaba, como ya hemos descrito en la esquina noreste de la plaza.
La construcción —o lo que quedó de ella— fue declarada Monumento Histórico mediante el Decreto No. 10836-C, publicado en La Gaceta Nº 120 del 22-11-1979.
El diseño del edificio es de los arquitectos costarricenses José Francisco Salazar y Teodorico Quirós con un estilo neoclásica, y para su construcción fue contratado el ingeniero-arquitecto italiano Enrico Nazari Tanzi, reconocido empresario residente en Cartago. Fue construido entre 1901 y 1950.
Según consta en la placa patrimonial, el Paraninfo es de 1925, fecha en que se puso la primera piedra, iniciando su construcción al año siguiente. Se pudo iniciar la obra, una vez recibida la donación de Amalia Lahmann de González de una manzana de terreno al sureste del Cuartel Bellavista (actual Museo Nacional), en el lugar que se conocía como el “potrero de los Gallegos”, y que hoy es el Barrio González Lahmann, donde está el Primer Circuito Judicial y la Plaza de la Justicia.
De acuerdo al decreto de declaración de 1979, “…el antiguo edificio de la Escuela de Derecho de la Universidad de Costa Rica, en el Barrio González Lahmann, constituye un símbolo de la educación superior costarricense por haber sido el lugar donde se formaron varias generaciones de abogados costarricenses y porque representa un significativo logro de nuestro pueblo al reabrirse en 1942 la Universidad de Costa Rica”.
El lugar estuvo por muchos años sin uso, simplemente estaba ahí, aunque hay que reconocer que muy bien cuidado por la corte, pues nunca se vio abandonado. En el 2016, en lo que considero una excelente decisión, lo acondicionaron y pusieron ahí el Centro de Información del Poder Judicial, por lo que ahora se puede visitar. Esto puede sonar curioso, por ser un espacio tan pequeño, pero si, vale la pena pasar a verlo y entrar.
Los acabados por dentro son excelentes, los marcos de las ventanas de madera fina, coronadas por unas exquisitas cenefas. Hay una biblioteca lindísima, junto con algunos muebles de oficina, que conservan un aspecto de acuerdo a las características del lugar. Hasta le acondicionaron un pequeño baño, que para nada altera el aspecto del inmueble, con una puerta del mismo estilo de las demás. También hay un cuadro con una fotografía del antiguo edificio de la Universidad.
Incluso tienen un busto del escultor Max Ulloa Royo, de Juan Rafael Mora Porras Benemérito y Libertador de la Patria, que con motivo de su Bicentenario fue donado por La Asociación Nacional de Escultores de Costa Rica (ANESCO) a la Corte Suprema de Justicia en octubre del 2014.
En el exterior hay sendas placas que conmemoran la fundación de la Universidad de Costa Rica, cuyo acto fue en ese lugar, y de los egresados de la Facultad de Filosofía y Letras que estudiaron en ese espacio (pueden verse en la galería).
Es increíble como ese pequeño lugar está tan lleno de historia.
En el 2016 con motivo de la celebración de un año más como nación independiente, el Paraninfo (antigua Escuela de Derecho) se iluminó con los colores de la bandera de Costa Rica. Esto se logró mediante la programación de luces y se llevó a cabo gracias a la colaboración de la Dirección Ejecutiva y el Departamento de Servicios Generales del Poder Judicial. ¡Lucía sencillamente espectacular!.
Les dejo una galería con las imágenes de todo lo descrito, y algunas otras de la Plaza de Justicia.
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Cargando...Antecedentes de la UCR tomados del sitio web elespiritudel48.org
Este lugar salvado por el magistrado Coto Alban de las manos de los destructores de la historia patria NO era el paraninfo. Cuando el Departamente de Ciencias Forenses del OIJ se traladó temporalmente a las antiguas instalaciones de la primero Escuela de Derecho y luego Facultad de Derecho de la UCR, este lugar era mi oficina.
La UNED, se encuentra ubicada en el distrito Mercedes de San Pedro de Montes de Oca, no en el distrito Sabanilla.
Interesante artículo. Hay que aclarar que ese Vestíbulo de la Anitigua Escuela de Derecho de la UCR fue utilizado como Sala de Actos (Paraninfo) de esa facultad. Así lo estipula el Decreto de Declaratoria como Patrimonio Historico, y no debe confundirse con el Paraninfo de la Univerdidad de Costa Rica que estaba detrás. En 1979 mi padre Lic. Otto Rojas Vargas (junto con otros distinguidos colegas suyos, formados en esa casa de estudios) luchó por conservar ese sitio, pero no pongo en duda que el decidido apoyo del ilustre magistrado Don Fernando Coto haya sido de la mayor importancia para lograr conservar esa hermosa parte parte del edificio como monumento.