¡Bravo ministra!

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

Lina Barrantes

¿Cuándo se convirtió la cultura en un placer elitista?

Las grandes familias del renacimiento italiano —como los Medici— practicaban el mecenazgo.  Era muy apropiado que ricos y poderosos (¿sinónimos?) contrataran obras y patrocinaran artistas para disfrutar del arte. Incluso en sus Palacios muchas veces los nobles tenían un espacio en el cual hospedar a un artista al que ocasionalmente mostraban en sociedad.

Costa Rica no escapó a esta realidad.

El ministerio de cultura durante mucho tiempo, no se dedicó a la popularización de la cultura.
 
En sus inicios, el teatro en San José, era practicado por miembros de nuestra pequeña aristocracia.  El público que iba a los espectáculos era parte de esa misma élite.

Igual o peor con la música.  En su creación de la Orquesta Sinfónica Juvenil, acogió a hijos de políticos, y de familias “conocidas” mas que a muchachos talentosos.  El estado invertía en becar para estudios a jóvenes que tenían contacto con las autoridades, no necesariamente a los más talentosos. El Teatro Nacional no era el espacio en el que se presentarían los mejores espectáculos, sino, en el que se presentarían los espectáculos del género que a su director o directora le gustara más.

El tiempo pasó y poco a poco, este disfrute de élites fue trasladándose a seguir siendo de élites, pero la élite era más la argolla: si yo soy amigo de fulanito o de sutanito, me presento en el FIA (especialmente si toco en el grupo del Director del FIA, tendré el privilegio de abrir y cerrar todos los FIAS), y recibo fondos para hacer coproducciones.  Quiero ser director de la Compañía Nacional de Teatro para poner a actuar a mis parientes y amigos.  Quiero dirigir la lírica para que mis alumnos canten.  Los solistas de la Sinfónica solo podrán ser quienes sean del gusto del ministro de turno.

En 1972 se crea la Sinfónica Juvenil y el maestro Abreu de Venezuela viene a aprender de nuestro sistema y lo traslada a su país, con el éxito que ya todos conocemos, abriéndolo a las comunidades en riesgo social.  En el 2007 la ministra Carballo, viaja a Venezuela a pedir ayuda al maestro Abreu para crear un sistema que democratice el estudio de la música para jóvenes. Es así como se crea el SINEM.  En ese mismo período se crea un fondo concursable, amparado bajo la ley del Teatro Popular Melico Salazar, para fomentar las artes escénicas.  PROARTES, en su última edición en la segunda administración Arias, llega a entregar poco más de un millón de dólares, teniendo yo la suerte de ser quien hizo entrega de ese fondo a diversos gestores culturales.

Esta administración, la Solis Rivera, dio el salto en una nueva área: creo el Fauno, fondo concursable del medio audiovisual, y cuando se cree que ya no tendremos más sorpresas, al faltar poco más de un año para que termine el período de este Gobierno, el Director del Centro Nacional de la Música, anuncia la decisión política de crear un fondo concursable para la música. No para la música clásica, siendo él un músico clásico, sino para la música en general.

Hasta donde entiendo aún la creación de este fondo es solamente un proyecto, pero la decisión política de su creación es un paso más a la democratización de las artes y de la cultura.  Quienes recibirán fondos del Estado para coproducir, no serán más los amigos de los jerarcas, serán, también en la música, los talentosos, no importa en qué genero trabajen, sino que sean los mejores, escogidos por jurados independientes.

El anuncio es un motivo para festejar ya, significa un paso más hacia la democratización de la producción artística.

Es por eso que con alegría digo: ¡Felicidades Ministra Durán! ¡Muchas gracias Sylvie¡

Evalúe esta columna: 1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (3 votos, promedio: 4,67 de 5)
Cargando...

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.

Revise también

Arsenio Rodríguez

El viaje imaginario

Conversaciones con mis nietos Arsenio Rodríguez “Adán y Eva hablando en el Paraíso… —Si pudiéramos …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *