Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes

Desde mi perspectiva

José Francisco Bolaños Arquín

Con una población muy reducida, transcurría el año de 1816 y ante el deseo de un grupo de vecinos de la Villa de San José de contar con un templo en la zona, se organizaron para recoger el dinero; una vez que lo lograron, la construyeron de adobe y tejas, donde en la actualidad se encuentra ubicado el Banco Central de Costa Rica.

La historia de esta iglesia estuvo marcada por fuertes temblores que terminaron destruyendo su infraestructura. En 1842 ocurrió el primero, se le hicieron las reparaciones necesarias, pero el segundo, en 1842 terminó destruyéndolo. Un segundo templo fue edificado ese mismo año, pero su destino estaba marcado por la naturaleza y en 1888, otro fuerte temblor lo dejó en muy malas condiciones.
Con una población muy devota, el Gobierno de la República tomó la decisión de aportar £8,000 libras esterlinas para la construcción de un nuevo templo, en el mismo lugar. Sin embargo los vecinos se opusieron a que fuera en el mismo sitio, donde también compartían el terreno con el Antiguo Teatro Municipal.

Ante esta situación, se escogió la ubicación que en la actualidad permanece esta bella edificación, obras que estuvieron a cargo del Ingeniero Lesmes Jiménez Bonnefil, un costarricense que nació el 27 de junio de 1860 en San José y murió el 24 de junio de 1917 a la edad de 56 años.

Estudió ingeniería en Lovaina, Bélgica y una vez que regresó al país, inició una brillante carrera profesional. En 1888 diseñó y construyó el edificio del Colegio Superior de Señoritas, concluido en 1903, año en que inició su gran aporte a la educación costarricense.

En 1893 presentó los planos de la Iglesia de la Merced (Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes); de influencia neoclásica que también utilizó en las iglesias de Moravia, San Isidro y San Rafael de Heredia.

El 17 de junio de 1894, en un acto presidido por monseñor Augusto Thiel, el presidente de la República don Rafael Iglesias y el sacerdote Santiago Zúñiga, en presencia de los vecinos de la comunidad e invitados, se puso la primera piedra e inició la construcción, finalizando en 1907, cuando se colocó el reloj en la torre.

Un maravilloso templo de 110 años que contribuye significativamente a mejorar el ormato de la ciudad de San José, con su bella infraestructura neoclásica, que fue declarada patrimonio arquitectónico de Costa Rica el 11 de junio de 1996.

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