Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Finalizando el siglo XIX, durante el Gobierno de don Rafael Yglesias Castro quién gobernó de 1894 – 1902 y siendo Presidente de la Junta de Educación, don Buenaventura Corrales, se deciden impulsar un proyecto educativo e innovador para esa época, que consistía en ubicar a los alumnos de acuerdo con su edad: elemental, medio y superior. Los niños y las niñas estarían separados en dos centros educativos contiguos.
El apoyo del Gobierno fue vital para lograr el objetivo, por lo que se inicia la búsqueda de la mejor ubicación para su instalación, se analizan varios lugares y finalmente se escogió un terreno situado frente al parque Morazán y el 8 de febrero de 1890 por decreto se destina el lote para su construcción.
En esa época estaba en pleno desarrollo la revolución industrial y la Torre Eiffel era un referente de Francia, por lo que nuestro país optó por construir una escuela siguiendo esa tendencia y que sería conocida como el Edificio Metálico.
Se contrata al arquitecto Charles Thirion y a la fábrica Societé des Forges de Alseau, ambos de Bélgica para su diseño y la parte estructural. El señor Thirion un profesional muy conocido en esa época, que entre otros logros estuvo al frente del teatro La Bomboniere que se inauguró en 1891.
“Se dice que gran parte del hierro utilizado procedía de la fundición de los cañones perdidos de Napoleón en Waterloo”. Así las cosas, en 1891 las estructuras metálicas con un peso superior a las mil toneladas fueron embarcadas desde el puerto de Amberes en Bélgica con rumbo a puerto Limón, y en un titánico esfuerzo se transportó por tierra en carretas, hasta San José e iniciar la construcción en 1892 del centro educativo, un edificio con un área de 2440 metros cuadrados. Durante cuatro años se llevaron a cabo las obras y así en 1896 abrieron sus puertas las dos escuelas, una para niñas y la otra para niños.
Pasaron 21 años desde su inauguración y es hasta 1917 que se le bautizó a la escuela de varones con el nombre de Buenaventura Corrales, un educador visionario que gracias a su entrega y tenacidad logró convertir el proyecto en una realidad. A la escuela de niñas se le asignó el nombre de otra educadora Julia Lang. Años más tarde en 1960 la Escuela América es trasladada al Edificio Metálico donde alternaba el horario con la escuela Julia Lang.
En 1980 se declaró al Edificio Metálico, Reliquia de Interés Histórico y Arquitectónico Nacional. En 1984 se unen las tres escuelas, prevaleciendo el nombre de Escuela Buenaventura Corrales.
Una institución educativa que por 120 años ha sido vital con su invaluable aporte a la educación costarricense, donde miles de ciudadanos hemos tenido el honor de haber sido parte de esa historia.
Con gran visión, nuestros gobernantes de esos años, se dieron cuenta que la educación sería el principal vínculo de desarrollo económico, político y social de Costa Rica, y un soporte necesario para disminuir la brecha existente en esa época, y en el futuro entre las distintas clases sociales.
En 1869 nuestro país incorporó a la Constitución Política la enseñanza gratuita, obligatoria y costeada por el Estado. Esta decisión fue muy importante para luchar contra las bajísimas tasas de alfabetismo imperantes en esos años. En 1880 era del 10%, en 1900 el 40%, en 1990 el 93% y ya para 2011 de un 96,3%.
Sin ser experto en el tema educativo, considero que la enseñanza de la educación en Costa Rica debe entrar en un proceso de análisis, replantearse y dirigirse hacia un mundo que cambia a pasos acelerados, impulsados en gran medida por los imparables y veloces avances tecnológicos. Una niñez que al igual que las futuras generaciones se enfrentarán a un panorama muy diferente al de hace unos pocos años.
Finlandia al igual que otros países, han cambiado su modelo educativo y hoy son ejemplo en el mundo por su acelerado desarrollo. Los maestros son capacitado en forma continua, los alumnos reciben como máximo unas 20 horas semanales de lecciones y en todas las escuelas reciben la misma calidad de educación, no se les deja asignaciones para su casa, se les incentiva de acuerdo con sus aptitudes para que sean más creativos, innovadores, independientes y emprendedores. Pero uno de los principales objetivos es lograr que los niños sean más felices y tengan acceso un futuro mejor.
– Administrador de Negocios