Ágora*
Guido Mora
guidomoracr@gmail.com
Es muy fácil escribir, criticar, señalar o acusar. Creo que todos, de una u otra manera asumimos ese comportamiento, que es el más sencillo, el menos complejo y la manera más cómoda de enfrentarse a una realidad enmarañada.
Sin embargo, la situación del país impone que asumamos otra posición. Costa Rica necesita qué superemos el diagnóstico sencillo, la crítica vacía o el sencillo señalamiento del error, y asumamos el compromiso de elaborar una propuesta seria, para resolver los problemas que nos aquejan como Nación y como sociedad.
Han pasado años, varias administraciones, lustros y en algunos casos hasta décadas, y no es sino hasta ahora que se hacen señalamientos reiterados de problemas que tardaron muchos años en consolidarse, muchas administraciones en instituirse: infraestructura vial, congestionamiento, corrupción, convenciones colectivas abusivas, pensiones exorbitantes, salarios desmesurados en el sector público, incremento de la delincuencia, el déficit fiscal o la crisis de la Caja Costarricense de Seguro Social, para mencionar algunos. Sin embargo, durante todo este tiempo los medios de comunicación, muchos sectores sociales y la clase política, fueron arquitectos y artífices corresponsables del desmadre que ahora tenemos en Costa Rica. Estos sectores no sólo mantuvieron un silencio cómplice, sino que fueron socios de la construcción de estas estructuras y de las situaciones disfuncionales, que hoy pesan como un lastre en el desarrollo económico y social de nuestro país.
Hay que tener claro que la actual Administración Solís Rivera no es la responsable de la mayoría de los problemas que tiene el país. A lo sumo, es responsable de haber generado la expectativa de la solución sencilla, cuando en realidad los problemas son más complejos de lo que el Presidente supuso, y las condiciones reales superan la cantidad de recursos y posibilidades que brinda el ejercicio del poder en un período de cuatro años. Luis Guillermo se encontró con una estructura disfuncional, que además de ser compleja, como todo organismo enfermo, se resiste a la aplicación de las medidas correctivas que urge, para poder salir de la crisis en que se encuentra.
Ante esta situación, es imprescindible que los aportes de quienes de una u otra manera participamos en la construcción del presente y futuro del país, deban adicionar contribuciones, propuestas y recomendaciones inteligentes, viables y realistas, para superar la problemática señalada.
Es por ello que cabe destacar la presentación por parte de la Cámara e Industrias de Costa Rica, del documento Propuestas para la competitividad del Sector Industrial: Una contribución a la estrategia del desarrollo productivo de Costa Rica, realizado en el Hotel Marriott, el pasado 12 de julio.
En este documento, elaborado por prestigiosos profesionales costarricenses, la Cámara e Industrias, con el apoyo de la OIT, CINDE, PROCOMER y el Banco de Costa Rica presentan, no sólo un diagnóstico de la situación del aparato productivo industrial de Costa Rica sino que, además, y más importante aún, introducen un conjunto de cuarenta y seis propuestas, para solventar los problemas identificados.
Este grupo de recomendaciones se circunscriben a diversos ámbitos del quehacer nacional. Van desde la definición de políticas horizontales y proveedoras de insumos públicos, con temas relacionados con la educación y el emprendimiento; el financiamiento, el transporte y la energía. En el campo de las políticas horizontales y la intervención el mercado, con temas relacionados con recursos humanos, innovación, financiamiento. Finalmente, en el campo de las políticas verticales y proveedoras de insumos públicos en el campo concretamente de la innovación. El documento en detalle se puede encontrar digitalizando el código QR que incluyo al final de esta columna, o bien ingresando a la dirección electrónica: http://www.cicr.com/wp-content/uploads/2016/07/Portada.pdf.
Esta posición nos conduce a asumir, de ahora en adelante el compromiso de elaborar una propuesta o recomendación, para la atención o solución a cada uno de los problemas que reseñemos en este espacio.
No dejaremos de criticar los problemas y situaciones que sean de nuestro interés, pero al lado de la crítica, nos exigiremos un esfuerzo que permita presentar una o más propuestas, para solventar la situación señalada.
Con esto, esperamos adicionar un grano de arena, a la superación de la crisis política, económica y social que enfrenta nuestro país.
* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.