Liberación Nacional y la auto postulación de José María Figueres Olsen

Ágora*

Guido Mora

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com

Liberación Nacional no tiene dueño, o al menos no debería de tenerlo.

En los últimos procesos electorales, cada vez que un grupo político ha intentado apropiarse del Partido, a pesar de haber ganado una elección, le ha hecho un daño a la agrupación, erosionando el respaldo popular y restándole el apoyo de amplios sectores de costarricenses.

En la pasada Asamblea Nacional en donde José María Figueres se autopostula como precandidato, lo que cabe señalar -desde una perspectiva muy personal-, es que Liberación Nacional no sólo se perjudica con esta decisión, sino que comienza este proceso electoral perdiendo: un candidato que obtiene el 80 de opiniones negativas, no puede ser una opción política para el triunfo. Las encuestas lo demuestran: hay una percepción mayoritaria entre los costarricenses, de que él no debería postularse nuevamente a la Presidencia de la República.

Entendemos que lo que mueve esta postulación es el interés y la ambición de él y de un grupo de sus cercanos seguidores de que vuelta a ocupar la Silla Presidencial. Es la misma motivación que sustenta el interés de Oscar Arias de pensar también en su eventual postulación. En ambos casos prevalece el beneficio de grupos cercanos, políticos, sociales o económicos, no necesariamente el interés del Partido Liberación Nacional.

Por otra parte, a lo largo de los años, la historia nos ha demostrado que cuando los asambleístas o diversos grupos políticos internos han pretendido apropiarse del Partido, Liberación Nacional o se ha visto reducido en su apoyo electoral o ha dejado de crecer, perdiendo en no pocas oportunidades las elecciones nacionales.

Liberación Nacional fue un partido grande, cuando todos los costarricenses, de una manera u otra nos identificábamos con sus caudillos, con sus ideas y sus proyectos. Cuando tenía la capacidad de representar y acoger lo que los costarricenses sentían que eran también sus propias causas e intereses.

Hoy en el sentir popular, Liberación Nacional ha dejado de representar los intereses de los costarricenses: la última elección presidencial y las encuestas así lo demuestran. Esa es la realidad: los costarricenses sienten que Liberación Nacional no representa sus intereses como ciudadanos.

Aunque muchos no quieran verlo, a pesar de algunos triunfos electorales pírricos, la votación a favor del Partido ha decrecido sustancialmente las últimas campañas.

Liberación Nacional viene de la peor derrota de su historia, esta derrota es el producto del alejamiento de sus intereses como agrupación, de los intereses de los costarricenses.

Los costarricenses sienten que la defensa particular de intereses de algunos grupos políticos y económicos, han hecho de Liberación Nacional una organización política sin alma, sin contacto con los costarricenses o con la sociedad que aspira representar.

Sólo el 35% de los liberacionistas estarían dispuestos a emitir el sufragio a favor de Liberación Nacional si los candidatos son Oscar Arias o José María Figueres.

El 65% de los liberacionistas –y la mayoría de los costarricenses-, aspiran a un cambio generacional, un nuevo liderazgo, un nuevo rostro: esta imagen no la encontraron en Johnny Araya Monge y difícilmente la encuentren en Oscar Arias o José María Figueres.

No creo que se dé un enfrentamiento entre Figueres y Arias. José María dio el paso y Oscar difícilmente acepte ir a una convención abierta. Sin embargo justamente la ausencia del “arismo” como corriente política, podría significar una nueva derrota para el Partido. Liberación Nacional gana, si todos los sectores representados a lo interno, trabajan juntos para triunfar en los procesos electorales.

Por otra parte, José María Figueres puede que gane la candidatura dentro del Partido, pero al día de hoy las encuestas indican que posiblemente pierda las elecciones nacionales. Si Oscar Arias es el candidato del Partido Liberación Nacional, todo parece indicar –según el resultado actual de las encuestas-, que el partido ganaría las elecciones, sin embargo se alejaría de la transformación que requiere, si pretende ser protagonista en las transformaciones que requiere que la Costa Rica del Siglo XXI.

La apertura de fuegos electorales que representa la postulación de José María Figueres no le hace bien a Liberación Nacional, no le hace bien a Costa Rica y mucho cuidado, porque los costarricenses pueden volverle a cobrar al Partido la prevalencia de intereses personales, sobre los nacionales.

Por otra parte, la postulación temprana de José María Figueres a la candidatura del Partido Liberación Nacional lo convierte en un blanco de ataque continuo y permanente, en donde el principal tema que ha afectado la imagen del Partido, su principal vulnerabilidad, vinculada al tema de la “corrupción”, se convierte en el principal argumento de ataque y profundiza en la opinión pública un concepto que es muy difícil de modificar; que prevalece, que es la principal crítica que realizan diferentes sectores de la sociedad costarricense al Partido Liberación Nacional.

Hay que tomar en cuenta que una nueva derrota afectaría negativamente al Partido Liberación Nacional. Costa Rica no puede darse el lujo de perder como actor político, a esta agrupación.

Liberación Nacional, el partido que transformó a Costa Rica, no puede desaparecer por su incapacidad de adaptarse a los nuevos requerimientos de la sociedad y la política actual.

Es indispensable luchar porque Liberación Nacional se mantenga como el partido político más grande de Costa Rica pero además, que vuelva a asumir el papel transformador que le corresponde proponiendo y profundizando los cambios que Costa Rica requiere.

Ojala y los líderes liberacionistas sepan leer los signos de los tiempos y transformen las decisiones tomadas hasta hoy en solo parte de la historia. En sus manos está el futuro del partido y por qué no, de Costa Rica.

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* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

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Un comentario

  1. Si Liberación Nacional y sus fuerzas no se sientan a ver la realidad del error que es que candidatos que ya pasaron y dejaron un mal sabor de boca al pueblo, vuelvan a postularse. Entonces si nuestro país está en problemas. Y aclaro que no todo fue malo, pero las dudas y la poca claridad de acciones hechas por ellos son muchas. Hay gente joven con mucho estudio y experiencia .Busquen soluciones antes de que el partido caiga para siempre.

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