El narco podría estar tocando a la puerta

Ágora*

Guido Mora

Desde hace algún tiempo se escuchan rumores, se leen publicaciones en redes sociales y se sospecha que supuestamente, algunos candidatos y partidos políticos han recibido dineros de dudosa procedencia.

Hemos tenido a Expresidentes sentados en el banquillo de los acusados, por supuestamente haber recibido dinero de empresas, nacionales y transnacionales, buscando comprar influencias entre los grupos de poder político. Y digo comprar influencias, porque como se comenta en política y en otras actividades: “no hay almuerzo gratis”, al fin y al cabo, todo tiene un precio y lamentablemente, la mayoría de las personas también.

La ambición es mala consejera y en muchos círculos de poder, prevalece la ambición personal, antes que los intereses de los ciudadanos.

De cara a las elecciones municipales del 7 de febrero, tenemos abierta la posibilidad de que converjan dos importantes elementos: a- la necesidad de dinero de los candidatos a los puestos de elección popular para financiar sus campañas políticas y, b- la voluntad y el deseo de grupos corruptores y delictivos, dispuestos a financiar procesos, para comprar influencias y voluntades políticas.

Desde esta perspectiva, que lamentablemente es una realidad ya en otros países de América Latina, y de repente en algunos cantones de Costa Rica, es indispensable hacerse eco de las advertencias de los funcionarios del Tribunal Supremo de Elecciones, en la persona de su Presidente Luis Antonio Sobrado.

El Lic. Sobrado ha alzado la voz para alertar y advertir sobre el riesgo de que las donaciones de personas a las campañas políticas municipales se conviertan “en compra de influencias, para después beneficiar un posible proyecto urbanístico, una patente, una concesión territorial o un favor de los policías municipales”.

Peor aún, existe la posibilidad de que estas donaciones puedan proceder de representantes de los diversos cárteles internacionales de la droga, que utilizan el territorio costarricense como corredor para el tráfico del veneno que comercializan.

La penetración de estos capitales sucios en los intereses de los Gobiernos Locales constituye un gran peligro para nuestro país, que podría transformarse de una democracia política a un narco estado, con las terribles repercusiones que esto representaría para todos los costarricenses.

Lamentablemente, la iniciativa para que parte de la deuda política se asigne a los gastos de las elecciones municipales no prosperó porque, por una parte, los dirigentes políticos nacionales no quieren compartir el pastel de la deuda política con los representantes de las municipalidades y, por otra, porque obtusos y abigarrados pensamientos de quienes pretenden ahorrar centavos, cerrando los ojos a los negocios millonarios, evitaron que en la Asamblea Legislativa se realizaran las reformas correspondientes, para financiar estos procesos políticos.

Es indispensable que los ciudadanos nos mantengamos alertas y tomemos en serio las advertencias del Presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, para que sirvamos de fiscales, en cada uno de los cantones y denunciemos los gastos excesivos que puedan realizar candidatos a elección popular.

Los partidos políticos deben asumir la responsabilidad de fiscalizar responsablemente a nivel cantonal, la disposición, el uso y el posible derroche de recursos, por parte de sus candidatos, para establecer las denuncias y responsabilidades que puedan corresponder.

El Tribunal Supremo de Elecciones, por su parte, debería de impulsar, para futuros procesos la creación de grupos cantonales, adscritos a alguna dependencia de ese Poder de la República, para que realicen una labor fiscalizadora, en donde un representante del Tribunal y uno por cada partido político que participe en la contienda cantonal, analice, valore y denuncie, según sea el caso, los gastos excesivos de alguno de los contendientes en el proceso político.

Definitivamente la política ha cambiado y este cambio ha provocado también la presencia y aparición de nuevos operadores políticos, situación que ha hecho más complejo el ejercicio y el juego por el poder.

Ante la complejidad del juego político, los poderes fácticos buscan los mecanismos que les permitan obtener mayor influencia en el ejercicio del poder político. La posibilidad de comprar voluntades y conciencias, ante la necesidad de dinero de los candidatos a Alcaldes, intendentes, Regidores y Síndicos, abre un gran portillo para que capitales sucios se inserten en el ejercicio del poder político.

Todos los días somos testigos del impacto de la introducción del narcotráfico en nuestro país. Cada sicario que tira de un gatillo, cada ajusticiamiento, cada muerto en las barriadas populares de Costa Rica, cada joven que es atacado desde un auto o una motocicleta, es la manifestación cotidiana de que el narcotráfico está tocando a la puerta.

Debemos evitar que los traficantes de droga permeen con sus capitales las estructuras políticas, porque de hacerlo, las manifestaciones de su presencia, sin lugar a dudas se multiplicarían.

Esta es una lucha que debemos librar todos los costarricenses, por el bien de nuestra democracia.

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.