¿Qué pasa con el Gobierno?

Ágora

Guido Mora

Deseo hacer pública mi más genuina y franca preocupación por la falta de credibilidad y consistencia que caracteriza las acciones, decisiones y mensajes que emite el Gobierno de la República.

Ha sido una suma de yerros, uno tras otro, desde que el Presidente Luis Guillermo Solís inicio su Administración.

Primero sostener a toda costa a Melvin Jimenez como Ministro de la Presidencia, luego la obligatoria renuncia del Vice Ministro de la Presidencia, por una novatada propia de la inexperiencia. Después por mostrar constantes inconsecuencias entre las promesas de campaña y las acciones de Gobierno y finalmente la ausencia de medidas orientadas a articular un mensaje con lógica política básica. La suma de estos elementos ha provocado el descrédito más escandaloso y a más corto plazo que ha enfrentado una Administraciones en los últimos años de la política costarricense.

Esta situación no ha logrado recomponerla ni el nombramiento de Mauricio Herrera como Ministro de Información, ni el de Sergio Alfaro como Ministro de la Presidencia.

La cereza en el pastel la pone el resultado de “las negociaciones” que realizara el Gobierno de la República, en manos del Vice Ministro de la Presidencia Luis Paulino Mora, que ha tenido un costo político aun no mesurado, para la imagen del Poder Ejecutivo.

Las redes sociales han explotado comentando, criticando y condenando los acuerdos respaldados por este jerarca, con los representantes de conglomerado sindical Patria Justa, que con poco esfuerzo, obtuvo grandes logros, aunque el Gobierno no lo quiera reconocer así.

En pocos meses el Presidente Solís ha logrado generar una sensación de desánimo, de decepción y de desencanto, sobre todo entre quienes creyeron en la posibilidad de un cambio en la forma de Administrar y de hacer Gobierno.

La erosión de la confianza y la credibilidad ha sido rápida.

El Poder Ejecutivo en la cabeza de Luis Guillermo Solís, debe asumir una actitud responsable, pues en definitiva la más perjudicada es la institucionalidad del país y el sistema político democrático.

El Presidente debe actuar de inmediato, conformando un equipo cuya tarea sea realizar una lectura política calificada que valore, oriente y mejore las acciones que ejecuta el Gobierno. Debe existir más congruencia entre lo que se prometió, lo que se dice y lo que se hace.

En el tema de la comunicación política, se deben ejecutar acciones inmediatas, pues esta situación puede salirse de control y lo menos que deseamos es que produzcan situaciones extremas, ejecutadas por algunos inconscientes e irresponsables, que de repente no tardan en aparecer y que todos lamentaríamos.

Señor Presidente, la acción gubernamental debe cambiar. Este cambio es necesario para que el Gobierno logre concluir su mandato alcanzando las metas que Usted no dudamos planificó realizar en su Administración, para beneficio de todos los costarricenses y el bien de nuestra democracia.

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.