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Ágora*
Guido Mora
No puedo dejar pasar la oportunidad de comentar la propuesta del Presidente Luis Guillermo Solís, expuesta en la Cadena Nacional de Radio y Televisión Nacional el pasado 18 de octubre, en donde da a conocer las medidas que impulsará el Gobierno para reactivar la economía costarricense.
Se debe reconocer que cada uno de los puntos expuestos, se orientan a brindar el apoyo que requiere la economía costarricense para superar una problemática que, a pesar de que muchos desean que se obvie, la sufren una buena cantidad de economías, grandes y pequeñas, a nivel mundial o sea, no se presenta únicamente en Costa Rica.
El planteamiento que realizó el Presidente se orienta, en términos generales, a facilitar las actividades económicas que se realizan en Costa Rica y a atenuar las repercusiones de la crisis que continúa golpeándonos, de la misma manera que impacta a nuestros los socios comerciales.
A pesar de que hay sectores que no quieren reconocer el esfuerzo del Gobierno para enfrentar la precaria situación económica que enfrentamos y que no es responsabilidad de esta Administración, es necesario afirmar contundentemente que esta situación se ha enfrentado de manera responsable y autónoma, con una agenda propia.
En términos generales, la decisión de respetar la autonomía del Banco Central, ha sido aplaudida por economistas tan lejanos ideológicamente del Gobierno como el economista Jorge Guardia.
El Banco Central ha implementado decisiones que han reducido sustancialmente la inflación, flagelo que castiga a los sectores más desposeídos.
La ejecución de medidas orientadas a bajar las tasas de interés, favorecerá a los productores y emprendedores nacionales, reduciendo el costo del dinero.
En este particular, es indispensable bajar las tasas de intermediación de los bancos estatales, de manera que el sector bancario ejecute tareas de banca de desarrollo y abandone el criterio de obtención de ganancias desproporcionadas, tarea que es propia de la banca privada, no de los organismos financieros estatales.
La estabilidad de la moneda y la ausencia de temores sobre posibles devaluaciones establece reglas claras para los productores y los exportadores, que otras veces se han beneficiado de los términos de intercambio y que considero, en este caso, deben realizar un aporte importante para evitar el castigo a miles de costarricenses que, a pesar de las recomendaciones del Banco Central continúan endeudándose en dólares. El endeudamiento en esta moneda extranjera favorece directamente a los bancos públicos y privados, que en este momento consiguen dólares “baratos” en la banca internacional y los prestan a tasas de interés desproporcionadas, incrementando sus utilidades.
La expansión de la oferta económica, producto del “abaratamiento” del dinero y de una mayor liquidez, resultado de la política económica impulsada por el Banco Central, se orienta a la reactivación económica y en teoría, debería estimular los emprendimientos, la producción y el empleo.
Por otra parte, el establecimiento de un ferry para transportar contenedores desde Puerto Caldera hasta el Puerto La Libertad, en El Salvador, facilita la logística de las exportaciones, llevando los productos costarricenses en sólo 20 horas, a los mercados más importantes para los empresarios costarricenses. Elimina el paso por tres fronteras y los tres días de tránsito que hoy día deben sufrir los exportadores, amén de la promesa de la reducción de costos, que constituye un excelente estímulo para los productores nacionales.
La construcción de un Centro de Convenciones en Barreal de Heredia, permitirá incrementar la oferta de turismo, incorporando al turismo médico y de aventura exitosas actualmente, las actividades turísticas corporativas, sumando una opción más a la oferta turística nacional. Según proyecciones del Gobierno, se incrementará en un 4% la actividad turística nacional.
Por otra parte, el Programa de Abastecimiento institucional del Consejo Nacional de Producción, proyecta aumentar las compras a los pequeños y medianos productores, en un monto estimado de 10 mil millones de colones. Esta medida estimulará la producción de este importante sector de la economía costarricense, lo que garantiza la seguridad alimentaria y favorece a las miles de familias vinculadas con estos sectores productivos.
El incremento de la cartera de crédito, auspiciada por el Sistema de Banca de Desarrollo, duplicará el crédito para emprendimientos y micro empresas y pymes, sector que es el sustento de la economía nacional y un importante generador de empleo a lo largo y ancho del territorio nacional. Los bancos deben obligatoriamente ejecutar estos recursos en los próximos nueve meses, de lo contrario, serán multados tal como lo establece el Sistema de Banca de Desarrollo.
La ejecución de estos emprendimientos también se beneficiará con el incremento de cupos para formación técnica, que ejecutará el Instituto Nacional de Aprendizaje, formando 21,648 técnicos para incorporarse al sistema productivo nacional, en disciplinas que requieren todas las empresas ubicadas en el territorio costarricense.
La iniciativa de velar por la adecuada ejecución de proyectos de infraestructura con financiamiento externo, constituye también una decisión de relevante importancia, más aun cuando se habla de realizar inversiones por encima de 650 millones de dólares en los próximos años. Este dinero debe ejecutarse adecuadamente en el desarrollo de infraestructura e impactar positivamente la generación de empleo.
Simultáneamente la simplificación de trámites y la instalación de una ventanilla única para la tramitación de patentes y permisos, es un proyecto que se está ejecutando y que se espera muestre resultados significativos a más tardar a mediados del año 2016.
Lo mismo aplica para el trámite de permisos en el SETENA y de permisos sanitarios de funcionamiento. Importante señalar las experiencias ejecutadas ya en algunos Gobiernos Locales, que están tramitando permisos de funcionamiento en un tiempo record de 10 días.
Desde esta perspectiva el menú parece interesante, apetitoso y esperamos que pueda producir los efectos para los que fue diseñado.
Es imprescindible tener en cuenta que si al Gobierno le va bien, a Costa Rica también. Nuestro país es una nave en la que todos estamos incluidos. Si la nave se hunde, todos nos ahogamos.
Queda un tema por abordar, la discusión sobre la devaluación. Respecto de este tema me referiré en mi próxima columna, analizando las opciones y valorando las repercusiones que tiene cada una de las opciones consideradas en la discusión.
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