José Francisco Bolaños Arquín
De acuerdo con THE HUFFINGTON POST, medio de comunicación en línea de los Estados Unidos, Costa Rica es considerado, el cuarto país en el mundo con el mejor sistema de salud. Basan esta calificación en la categoría del cuidado de la salud, atención y calidad, el número de camas de hospital por cada mil habitantes, el porcentaje de la población con acceso al agua potable, tasa de mortalidad infantil, la esperanza de vida y el gasto en salud pública como porcentaje en el PIB. En el estudio, Francia encabeza la lista, seguido de Uruguay, Malasia, Costa Rica y México.
En su último informe, el índice de competitividad del Foro Económico Mundial, en el análisis de Competitividad Mundial, nuestro país subió tres posiciones para ubicarse en la posición 51, donde uno de los parámetros es nuestro sistema de salud.
Reconocimientos que nos debe llenar de satisfacción. Sin embargo, la Caja Costarricense del Seguro Social, desde hace varios años viene arrastrando una crisis administrativa – gerencial, financiera y de infraestructura, que tiene en vilo esta valiosa institución.
Es vital proponer y ejecutar las soluciones que sean necesarias para revertir ese proceso, en una organización que ha sido y será clave para el desarrollo de un país, que quiere contar con altos estándares de salud.
Mantener esa institución estable, nos brinda las condiciones necesarias para mejorar la estabilidad económica, política y social de nuestro país, cuyo principal objetivo es solucionar los problemas de salud de los ciudadanos.
A partir del 2011, sale a la luz pública que la Institución está en problemas, en cuanto a su situación financiera, lo cual genera también gran preocupación en relación con la rentabilidad y estabilidad futura del régimen de invalidez, vejez y muerte.
Ante esta crisis, la Institución se ha visto obligada a recortar su presupuesto, incidiendo en la baja de calidad en los centros hospitalarios y los EBAIS, entre otros. Además, del aumento en las listas de espera para una cirugía de unos 170.000 pacientes, donde algunos llegan a obtenerlas meses o años después, cuando para algunos ya es tarde.
Se aduce además el faltante de especialistas, deterioro de los servicios, desigualdades regionales y menor inversión en infraestructura, equipo y programas informáticos, que modernicen los procesos.
La CCSS es uno de los grandes logros de nuestro país y debe seguir siendo en los próximos años y décadas. Se debe hacer todo el esfuerzo necesario para lograr su estabilidad y fortalecimiento. Debe contar con los bienes y servicios adecuados que cubran las necesidades de prevención, curación y rehabilitación de la salud de todos los ciudadanos y ser nuevamente un sistema solidario e igualitario.
Para su supervivencia se requiere aplicar una reestructuración organizacional, realizar una auditoría administrativa e implementar la rendición de cuenta, contar una excelente administración (con los mejores profesionales), que con gran esfuerzo, capacidad y decisión política se logren enderezar su rumbo, para beneficio de todos los ciudadanos.
“Cuando un paciente requiere atención médica, se trate de un pensionado o un trabajador y su familia, que además tiene sus cuotas al día, está en todo su derecho de exigir una atención de calidad y oportuna”
– Administrador de Negocios