Ya nada rescata el proceso de paz en oriente medio

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Vuelvo al conflicto Israel-Palestina. No pensaba escribir de nuevo sobre el tema, pero los hechos de los últimos meses me hicieron cambiar de opinión. Especialmente la guerra de Israel contra Hamás, pero también tiene que ver con el resultado de las elecciones en Israel y el gabinete de ultraderecha, la conmemoración del 15 mayo día de la Nakba palestina, y la creación del Estado de Israel.

La guerra en Gaza, como está en curso, solo la voy a mencionar, eso sí apuntar, que cuando termine, no creo que cambie en nada el sentido de este artículo; incluso más bien, las cosas podrían empeorar aún más para los palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania. Cuesta creer que las cosas puedan empeorar más para los palestinos, pero si, puede pasar.

Empiezo con la Nakba, que para quienes no lo saben o recuerdan, es un término árabe que significa «catástrofe» o «desastre», utilizado para designar al éxodo palestino como consecuencia de la Guerra árabe-israelí de 1948 y que hizo que cerca de 700 mil palestinos perdieron sus casas y medios de vida al habitar la parte de Palestina que llegaría a ser el Estado de Israel y tuvieran que salir hacia otras partes de Palestina o a países vecinos, pasando a ser refugiados y desplazados. El éxodo palestino marca el inicio del problema de los refugiados palestinos, uno de los principales del conflicto árabe-israelí. El Día de la Nakba también se celebra el 15 de mayo, y es una de las fechas más importante del calendario palestino, siendo recordado con protestas y conmemoraciones también en otros lugares fuera de Palestina.

Resulta que siempre se celebra en las redes la creación del Estado de Israel, y por supuesto hay que congratularse de este acontecimiento. Pero a alguien se le ocurrió que también había que recordar la Nakba. Y claro casi de inmediato los defensores a ultranza de Israel le cayeron encima.

Por lo menos hubo algunos otros que contestaron con argumentos, algo que es de apreciar, aunque parte de ellos fueran rebatibles. Pero de eso se trata, de debatir posiciones. Por eso quisiera aprovechar para referirme a algunos de esos argumentos planteando la siguiente premisa:

La solución de dos Estados, cohabitando en paz y seguridad, es inviable. Israel se encargó de arruinar esta solución de forma definitiva”.

Veamos:

Ya no hay posibilidad de tener un Estado Palestino que pueda funcionar como tal. En la práctica Israel se encargó de romper la unidad territorial del posible futuro Estado. Esto ya sea por la construcción de asentamientos que dividen Cisjordania, así como de carreteras, por las que solo pueden circular colonos y las fuerzas de defensa de Israel (los palestinos no pueden), además de un muro o barrera de seguridad construido por Israel. Sin unidad territorial es imposible que funcione un Estado. Y esta partición territorial que hizo (hace) Israel ya es irreversible.

Esto asunto se me asemeja a la petición de Bolivia por una salida soberana al pacífico. Todos deseamos que Bolivia la tenga, pero Chile es quien tiene la papa en la mano y no lo va a conceder.

Entonces de qué estamos hablando ¿de resoluciones de la ONU, como alguien dijo, poniendo de excusa su incumplimiento por parte de los árabes para que no existiera un Estado Palestino? por favor, si el campeón mundial de ignorar las resoluciones de la ONU, como muy bien se sabe, es el propio Israel (que por cierto, ya suman 26 las resoluciones principales no acatadas).

Coincido con los que opinan que lo importante es el ahora, y este dice lo que acabo de describir: no hay posibilidad de un Estado Palestino, es imposible, punto. Es muy bonito seguir hablando de «la solución de dos Estados» y usarlo de excusa para no hacer nada, pero eso a lo único que nos lleva es a seguir permitiendo todo lo que pasa en los territorios ocupados en estos momentos.

¿Qué más seguridad que la paz? pero no la quieren. Israel acusa a Hamas de querer destruir a Israel, como lo dice en su carta fundacional, pero ya hemos comprobado que eso no tiene posibilidad de ningún efecto real, es pura retórica, aunque este por escrito. Los tiempos del temor de empujar a los judíos al mar, gracias a Dios, ya hace mucho que pasaron. Vean como Gaza sigue controlada por Israel, que entra y sale cuando quiere. Por supuesto esa mención de destruir a Israel no debe existir, pero seguir poniendo eso de excusa, para no hacer las cosas necesarias (como negociar por ejemplo) o mantener el estatus quo, no se vale.

Llevan razón quienes dicen que se necesita buena voluntad de ambas partes, que hay que reconocer hoy no existe. Eso es cierto, pero sucede porque Israel la terminó de destruir con su política de construcción de asentamientos, entre otras cosas. Y antes que salten (ya escucho los reclamos), los palestinos también tienen su cuota de responsabilidad en esto.

En el último intento de negociaciones, antes del 7 de octubre del 2023 y la guerra, la única condición que puso la ANP (Autoridad Nacional Palestina) para reanudarlas fue la de no construir más asentamientos, pero Israel tercamente se negó a hacerlo, a pesar de las presiones incluso del propio EE.UU. Este país ha continuado con su política de construirlos, y no solo eso, los nuevos en los territorios ocupados, son en su mayoría para colonos ultraortodoxos, lo que imposibilita aun más cualquier posibilidad de arreglo.

Si de verdad quieren una solución al problema, yo quisiera ver a todos esos que siguen hablando todavía de una solución de dos Estados, uniéndose al boicot contra los productos de Israel producidos en territorios ocupados. Eso si sería, dentro de lo poco que uno puede hacer un gesto que representa algo, y no solo palabras. Por mi parte yo trato de cumplirlo si conozco de algún producto que se vende en Costa Rica. Este boicot está teniendo algún efecto en los países de la Unión Europea, incluso se ha solicitado que lleven una etiqueta que diga además de «Made in Israel», también especifique si viene de los territorios ocupados. Si les interesa, en este sitio web pueden leer sobre la campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones contra la colonización, el apartheid y la ocupación Israelí; y donde además podrán ver una lista de empresas y productos que se deberían boicotear.

Concluyo diciendo que desgraciadamente, mi premisa se confirma. Ya nada rescata el proceso de paz, ni siquiera que ganen los grupos pacifistas en Israel o que Hamas elimine la famosa cláusula contra la existencia de Israel. Esto porque es tanto lo que ya se ha consolidado la colonización en los territorios ocupados, que es imposible volver atrás. No veo a Israel desmantelando asentamientos, ni a los palestinos aceptando un país dividido. Y de intentar hacerlo se arriesga a una guerra civil. Y súmele a lo anterior el ascenso de la extrema derecha, algo que ya parece irreversible.

Entonces la solución está, en que Israel termine de una vez por todas de anexarse Cisjordania y que resuelva que hace con los palestinos, en un país que ya no podría ser judío como quieren hacerlo, que de hecho ya lo hicieron con la nueva Ley fundamental del Estado-nación del pueblo judío. Pero esto tampoco sucederá porque a Israel lo que le interesa es seguir con su política actual en los territorios ocupados, que es la de «ni chicha ni limonada», y con esto, seguir haciendo lo que le da la gana, sin importarle los derechos de los palestinos.

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Un comentario

  1. IMPOSICION DEL ESTADO DE ISRAEL Y NEGOCIOS DEL SIONISMO
    roberto dante – Lanús,Argentina –

    «Porque Israel no es un país normal. Ha elegido no serlo. Ha elegido ser un país exclusivo para un colectivo que por imperativo religioso se cree una “etnia” en lugar de saberse un colectivo religioso. Y que de tanto confundir etnia con religión, biología con biblia, cromosoma con dios, ha acabado bifurcado en una teocracia agnóstica.» Parto del texto citado (fragmento) de llya U. Topper y del siempre lúcido Jaime Petras quienes me aportan un pie para las siguientes reflexiones:
    La historia de las calamidades sufridas por las sociedades que integraron e
    integran nuestro mundo esta plagada de dobles discursos. Los intereses de los
    que dominaron o dominan a nuestros pueblos se rigen por el 1º principio del
    gallinero: “las gallinas de arriba cagan a las gallinas de abajo».
    .
    – Sobre La Tierra Prometida Como Auto Ghettos
    Cito: “Israel (será) el país más vallado del mundo; en el norte con el Líbano y Siria, al este con Jordania, en el centro con la muralla que serpentea entre Israel y Cisjordania, y ahora con Egipto”. Cualquier semejanza con “El (pequeño) Muro de Berlín” es una deducción antisemita; cacarean, los sionistas.
    No puedo dejar de mencionar la habilidad con que manejan la divulgación de la
    “idea de pueblo perseguido” (Lo cual es verídico si lo unimos a los negros,
    asiáticos –“amarillos”-, pueblos originarios americanos, armenios, gitanos, y
    sigue la lista…); pero los sionistas solo publicitan sobre si mismo. No les
    interesa desenmascarar una historia oficial, sino crear una “nueva historia
    oficial” que les de sustento ideológico para su proyecto colonialista.

    – “Cuando un perro ladra y ladra, lo hace por miedo”. Decía mi abuela materna, gallega y analfabeta.
    Cito su dicho porque es aplicable al griterío de la diplomacia israelí.
    Los “Netanyahus” solo desarrollan políticas expansionistas. Acusan al Gobierno Sirio de inestabilizar a Oriente Próximo; mientras, junto a EEUU, Gran Bretaña y Arabia Saudita financian a la oposición a Assad y mantienen el incremento del Gran Negocio del tráfico de armas que siempre necesitan de las guerras para incrementar sus fortunas corporativas.
    Este asunto también está incluido en los planes del Pentágono, según manifestó
    recientemente ante el Congreso de Estados Unidos el Almirante William H. McRaven, Jefe de las Fuerzas Especiales, cuando planteo que “Va a ser necesario un esfuerzo internacional para garantizar la seguridad de estas armas cuando Assad caiga, y él caerá”.
    En paralelo, Israel, junto a su siervo Obama – como pasó en Irak con las hipotéticas armas biológicas que nunca aparecieron -, acusan sin pruebas a Irán de intentar desarrollar uranio enriquecido para crear armamento atómico.
    Ignoran, sin ruborizarse, que Israel ya superó las 200 cabezas nucleares, hecho reconocido por el Ministerio del Interior israelí, sin que recibiera ninguna amenaza de ataque de la OTAN y, ni siquiera, algún apercibimiento contundente de la ONU.

    Mientras tanto las vallas y los muros se reproducen alrededor del fundamentalismo sionista y pueden llegar a asfixiar a sus propios miembros, que son incapaces de comprender el espiral euclidiano en el que están cayendo al mantener a rajatabla – en el Sinaí – sus políticas guerreras
    A pesar de los hoy “indignados israelíes” que en estos días manifiestan su frustración ante la pérdida de sus bienestares económicos y que compartirían lo escrito por Saul Landau :
    – “Israel, en otros tiempos una tierra de kibbutzes igualitarios, se ha convertido en una nación agresiva y derechista dirigida por la ortodoxia religiosa y deseosa de más territorios. Vean el mapa”. No llegan a comprender que este humanismo idealista nunca formó parte de las Tesis del “Estado judío” de Hertzel, para quién “El sionismo es el pueblo judío en camino”.
    – ¿En camino hacia la integración multiculturalista?
    – No..
    En camino hacia el expansionismo sionista que rechaza las diferencias culturales; en pos de intereses tan “espirituales” como son los de sus “businessmen”.

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