Boogie Oogie Oogie

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

No se si tuve la suerte o desgracia que mi adolescencia y juventud la viví en lo que se conoce como la era de la «música disco» y su producto directo de las «discotecas», que eran esos lugares donde se iba a bailar de lo lindo ese tipo de música. Las discotecas eran algo muy especial, estoy hablando de un ambiente a media luz (tenue) con luces multicolores y a veces hasta neblina (no en todos los lugares había). Usualmente se iba con alguna amiga, en la que tenía uno algún interés especial, o con un grupo de amigos y amigas, simplemente a pasarla bien un rato.

En esa época, estoy hablando principalmente de la década de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado, las discotecas pululaban a lo largo y ancho del país. Había una fiebre por ese tipo de lugares, que estaba en consonancia con la fiebre de la música disco. Si uno salía a divertirse, ténganlo por seguro que era a bailar a alguna discoteca. Es más, parte del cortejo-conquista para hacerse de novia era llevarla a alguno de esos lugares.

En la actualidad, ya casi no hay lugares para ir a bailar. No se cómo harán los jóvenes de ahora para conquistar a alguien que les guste. Era increíble pasar por el ritual de la música en las discotecas, que era una larga sesión de música movida, y un segmento más o menos pequeño de música romántica. Si a uno la muchacha le aceptaba bailar en el segmento romántico, ya uno sabía que iba bien encaminado, y muchas veces bailar el set romántico terminaba en —mínimo— un «apercollo», pero también a veces en un rechazo al negarse a bailar todo el set; si bailaban solo una o dos piezas, ya sabía uno que la cosa no andaba bien.

De esa época me vienen a la memoria un montón de lugares y recuerdos, especialmente en Heredia y San José. Aún ahora, me cuesta creer cómo iba a tantos sitios, incluso sin tener carro. Es increíble como lograba uno manejarse, ya sea en bus o en el automóvil de algún amigo mayor. Y no crean, a veces no era algo tan fácil, por ejemplo las busetas de Heredia dejaban de dar el servicio a las 12 m.n. y después de esa hora había que esperar a que se llenara alguna para hacer el viaje, y después en San José, todavía faltaba ver como hacia uno para irse a la casa. Si uno perdía la buseta, podía pasar más de una hora antes de salir hacia la capital. Pero todo eso valía la pena.

En Heredia había varias discotecas: Centauros, en San Joaquín de Flores, Espacio y Miraflores propiamente en Heredia, ambas por el parque y Baron’s en Santo Domingo. En San José teníamos (más o menos de oeste a este): La Troja, Gitanerías, Barroco, Leonardo’s, La Rueda, Zadidas (Adidas), Casablanca (Talamanca), Studio Salsa 54, Aquarius, Shalakos, El Túnel del Tiempo, Doble Cero, Partenón, Zeus. En El Pueblo había varias: Infinito, la Choza del Recuerdo, Plaza y Coco Loco (antiguo Baccará). Mención especial para la que quedaba en el antiguo Hotel Cariari, por el cruce de la autopista general Cañas a San Antonio de Belén.

El siguiente es un mapa interactivo, con la localización aproximada de las que me acuerdo dónde quedaban en San José. De más está notar que ya ninguna existe.

 
Todas en algún momento las conocí, incluso de algunas era asiduo visitante. También tuve uno que otro «apercollo» o «copada», pero más que todo fue el ir a bailar con amigos y amigas. Creo que a la única que nunca fui es Shalakos, que quedaba por el Parque Morazán. Muchas tenían los fines de semana lo que se llamaba “Tardes juveniles”, para los más jóvenes.

La Troja estaba en el viejo camino a Escazú, antes de la bajada hacia el puente de Los Anonos. Era un lugar muy bonito y chic, tan es así que estando del otro lado de la ciudad, íbamos muy a menudo. Cerca de ahí, hacia la Sabana, quedaba otra que se llamaba Gitanerías, ahora hay un lote vacío.

Barroco quedaba a la par de un restaurante llamado El Chicote, que pertenecía al mismo dueño, que creo era de apellido Pérez. Era algo así como la disco de los «pipisillos» de ahora, y el restaurante el de los “ricos y famosos” de San José. Estaba ubicada al costado norte de la Sabana, cerca del estadio nacional, donde hoy hay una de esas grandes torres de apartamentos.

Leonardo’s era de lejos la mejor y más grande disco del momento. Incluso de vez en cuando se presentaban artistas internacionales; una de las más sonadas fue María José Nieto conocida como “Maripepa”, una vedette española que causó un gran revuelo en el país, incluso político, por su visita sorpresa a casa presidencial para saludar al mandatario de ese entonces Oscar Arias, que estaba en su primera administración. Como dato curioso el término de «maripepino» que se usa ahora para referirse a los “strippers” masculinos, se deriva de su nombre.

Aquarius (Acuario) era interesante; quedaba en el sótano del edificio Bellevue, en la esquina este de la Universal en la avenida central. Por un buen tiempo fue de los pocos lugares que tenían una pantalla para ver videos musicales y pasaban algunos muy buenos. Uno de mis grupos favoritos era Heart y ahí era el único lugar donde se podía ver un video de ellos o mejor dicho ellas porque eran las lindísimas hermanas Wilson. El video era de la canción “Magic Man”.

Hay que recordar que en esos años, no existían los videos musicales como los conocemos ahora. MTV era un sueño, y no había cable. Lo único de música en televisión, eran unos programas que hacían coreografía con un grupo de bailarines. De esos había uno chileno muy bueno que se llamaba «Música Libre». La competencia nacional era «A toda máquina». Pasaba pegado a la tele viendo esos programas.

Casablanca en el centro de San José era una de las mejores, pero también —por lo menos para mi— de las más traumáticas. El portero era un moreno enorme que casi nunca me dejaba entrar, porque era menor de edad, si, tenía 16 años cuando iba a ese lugar. Siempre me pedía cédula y claro, como no tenía, esperaba afuera a que se le ablandara el corazón y me dejará entrar. Casi siempre las amigas con que andaba le rogaban y al rato abría la puerta y me dejaba pasar, pero otras veces no tuve tanta suerte y me tenía que ir para la casa.

La primera discoteca que hubo en San José se llamaba Zorba y quedaba en lo que se conocía como los bajos de radio Monumental (Calle 2, Av. Central) o como pomposamente la llamaban “la esquina de los grandes acontecimientos”, por la pizarra de titulares de noticias que tenía en el último piso. Era de finales de los 60 y principios de los 70. Mi hermana iba con el novio, y un día de estos me enseño una foto tomada ahí, donde está ella bailando y al fondo se ve una mamá sentada tejiendo.

Bueno, prácticamente todas las disco desaparecieron, y el concepto ya no existe. Ahora casi no hay lugares para ir a bailar, la sociedad ha cambiado mucho. Ahh… el título de «Boogie Oogie Oogie» es el de una canción de música disco que siempre me gustó mucho y creí que era apropiado, aunque siempre he sido más roquero.

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7 comentarios

  1. Que tiempos tan hermosos, ahora los jóvenes no son románticos no se embelesan con canciones como «reloj», «quiereme mucho» y otras tantas canciones que hicieron vibrar nuestro corazón!

  2. Johnny Soto Zúñiga.-

    Excelente artículo del amigo Carlos Revilla, definitivamente muchos jóvenes vivimos esa época. En San José proliferaban la mayoría de las «discotecas», por ejemplo los josefinos del lado de Guadalupe, Moravia, Tibás, y el centro de San José, íbamos más al Centro Comercial El Pueblo, era religiosamente una moda asistir a Infinito, Disco Plaza y a veces a Coco Loco donde llegaban los conjuntos musicales de la época a tocar música en vivo (La Banda, Manantial, Vía Libre, etc). Una que me acuerdo de tardes juveniles era «Teburí», donde estaba cerca de la Asamblea Legislativa (creo que es la que se refiere Carlos a Doble Cero), así se llamó después. Se frecuentaba mucho «Aquarius» (que ponían la canción del mismo nombre de la Orquesta de la Luz Eléctrica y la discoteca «Shalakos» quedaba cerca del Hotel Aurola Holiday In, precisamente por esa época, me acuerdo estaba en construcción y uno abordaba el bus hacia Guadalupe, en la parada al puro frente del Hotel, en el parque Morazán. A veces se aventuraba uno a ir con amigos a las de Heredia y una que otra en Alajuela. En Cartago, estaba «San Remo» cerca del parque frente a las ruinas, ahí uno se encontraba a todos los amigos cartagineses de la época, muchos amigos hoy día. Definitivamente, muy lindas las anécdotas de la época. En otros lugares más largos, armaban bailes de música disco en los salones de pueblo o llegaban los conjuntos de la época como: Amigos, Vía Libre, Bocaracá (luego Marfil), La Banda. Ya estaba Abracadabra que iba a los salones, etc. Era música juvenil que tocaba Rock, combinada con disco y baladas. Muchas gracias a Carlos, por recordarnos estas lindas épocas juveniles.

    • Si es la que posteriormente se llamó «Doble Cero» (00), que estaba al costado este de la Asamblea Legislativa, en el antiguo edificio de Sion, hoy oficinas de la misma Asamblea. Nunca fui a la disco de Cartago, aunque había oido hablar de ella. La mejor de la que me hablaron fue una en Puntarenas que estaba en un barco cerca de la punta que se llamaba «La Nave del Olvido».

  3. Me escribieron dos amigas de la época y me dieron el punto de vista femenino, de esos sets románticos de los que hablo: «Que recuerdos Carlitos, de hecho no había pensado que en efecto estas generaciones no tienen Discotecas. De lo que se perdieron fue inolvidable, que época más linda, los boleros con la mano al lado haciendo fuerza jaja y al fin «nos copamos » y «Se te olvidaron los músculos en los brazos de las mujeres cuando no queríamos que se moviera la mano. Hasta que dolía del pleito.»

  4. Franz Korte Núñez

    Mi estimado don Carlos, muy interesante su artículo. He repasado el mismo y traigo a recuerdo algunas disco que existían y que sería bueno agregar. La primera Zerebro… así como se escribe y lee quedaba frente al Banco Negro. También estaban Ciclops en frente a la parada de Tibás y la primera disco de Soul y reggae en San José, Soul Brothers 75 norte de La CCSS. sobre calle siete, También la Taberna disco El Barril. Hubo luego en el Centro Comercial del Sur una disco contraria a Partenón pero el nombre no lo tengo a mano, era similar a Soul Brothers. También hubo una disco famosa en Desamparados, Eros Discoteque e Ipanema en Guadalupe y por ahí estaba Tabaris. En limón estaba Osko´s

    • Gracias por los nuevos datos. Conocí la del Centro Comercial del Sur Partenon. También fui alguna vez a la de Guadalupe. Había otra en Barrio Los Angeles que se llamaba «Aloha» a la que fui varias veces, pues un amigo mio la visitaba bastante, ya que era amigo del DJ y le grababa música.

  5. Don Carlos, revisando ideas en el Centro Comercial del Sur hubo dos discotecas, Partenón y Dinastía. Y por si fuera poco, el Aloha está funcionando todavía. Saludos.

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