Sanción a Johnny Araya y la Ley Procesal Laboral

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Carlos Revilla M.
crevilla@cambiopolitico.com

Los dos acontecimientos políticos de esta semana que termina son la sanción impuesta a Johnny Araya por el Tribunal de Ética y Disciplina (TED) del PLN y el levantamiento del veto por parte del Ejecutivo a la Ley Procesal Penal. Aunque de primera entrada pareciera que son dos hechos inconexos, se relacionan por lo menos en un punto importante, que veremos más adelante.

Empecemos con la sanción a Johny Araya.

La parte de si los cuatro años de sanción fueron muchos o pocos no la voy a analizar, eso es potestad del TED y no me parece que esto sea un tema. Pero el hecho de la sanción si, en el sentido que es totalmente justificada y no hay tal “linchamiento político” al que alude Johnny Araya.

Voy a repasar brevemente los hechos que llevaron a la sanción: el retiro o abandono de hecho por parte de Araya de su candidatura para la segunda vuelta electoral de Abril del 2014, y digo de hecho, porque sabemos que formalmente una candidatura es irrenunciable. Johnny Araya se fue para su casa y dejo tirada su candidatura y al PLN, aunque siguió como el candidato del PLN y estaba en la papeleta, pero por mero formalismo nada más, ya había tirado la toalla.

Un candidato es electo o puesto por los militantes del partido, y al final es la asamblea partidaria quien lo ratifica, esto es así para cualquier organización política. En el aspecto que me interesa analizar esto es muy importante, porque significa que el candidato tiene un deber moral con quienes lo eligieron al puesto, es una especie de contrato no escrito entre las partes. Como dije, no es simplemente que alguien decide ser candidato de un partido y ya está, hay un compromiso. El contrato tácito establece que el candidato representa a quienes lo eligieron; y si por alguna razón que no sea de fuerza mayor, como podría serlo una enfermedad incapacitante, simplemente un candidato no puede irse para la casa así no mas, porque estaría violando los fundamentos del contrato o incluso normas establecidas.

Algo muy distinto seria que el candidato convoque a los órganos competentes del partido y les haga ver las razones del abandono y los convenza que esa es la mejor o única opción. Pero eso no sucedió, Johnny Araya inconsultamente decidió abandonar la contienda. Incluso pudo tener razones legítimas para hacerlo, esa no es la discusión. Por Estatuto en el PLN el candidato presidencial pasa a ser presidente del Directorio Político Nacional, así que fácilmente Araya pudo haberlo convocado y comunicar su decisión, pero no lo hizo. Ahí estuvo el problema, se saltó todos los procedimientos y rompió el contrato unilateralmente. Inconsultamente se retiró. Eso tiene consecuencias, de ahí la sanción impuesta por el TED.

La sanción es merecida, pero tiene un peligro potencial, cual es que no ayude a la tan necesaria renovación del partido. Desgraciadamente hay algunas personas en el PLN que siguen creyendo que la causa de la perdida en las elecciones pasadas fue el retiro de Araya y entonces, la sanción aplicada resuelve el problema del partido, algo así como “muerto el perro se acabó la rabia”, pero que va, el asunto no es tan simple. Como ya he dicho los problemas del PLN son enormes y multicausales, no solo se reducen al abandono de la candidatura de Johhny Araya.

Entonces hay dos posibilidades, la primera, la buena, que la sanción sea el primer paso en la dirección correcta, pero solo la primera de muchas otras acciones que hay que tomar para recomponer al partido y sacarlo de su postración actual, y especialmente empezar a recuperar la confianza y credibilidad de la gente, que en este momento hay que reconocer no se tiene. La segunda posibilidad, la mala, que no se haga nada más y que, como ya dije, crean que eso es todo lo que había que hacer y así poder volver al juego de chapas de siempre y que no ayuda en nada a recuperar la confianza y la credibilidad del partido.

Ahora paso al levantamiento del veto a la Ley Procesal Laboral.

Los detractores del presidente alegan que con el levantamiento del veto hay perdida de confianza. Me parece que en este caso en particular, más bien es todo lo contrario, pues está respetando un pacto, que por cierto fue público y notorio y también una promesa de campaña de revisar el caso. ¿Entonces?

Recuerdo a alguien decir hace algunos años, que ya se le había dado mucha pelota al capital. Me parece que sin dejar de chinear ese capital, el presidente está devolviendo un poco la balanza hacia el trabajo, lo cual es una novedad la verdad, aunque aun así sigue del lado el capital Siendo así, esto también es un tema también ideológico. El otro tema, el jurídico, será la Sala Constitucional quien lo resuelva. A mi no me molesta este levantamiento del veto, bien que mal con autorización o sin ella, las huelgas en los servicios públicos esenciales siempre se han dado de hecho, por eso creo que es ganancia que ya de una vez por todas se regulen. Se podría mejorar o cambiar algunas cosas de la Ley, para eso hay 18 meses de teiempo antes que la ley entre en plena vigencia.

Se le reclama al señor presidente no haber tomado en cuenta a todos los partido políticos y no ser incluyente para una decisión tan trascendental. El ser incluyente en política a veces no es tan deseable, es mas, la mayoría de las veces no lo es. La política es ciencia de realidades, y como sabemos en estos momentos el PLN es una “mala palabra” para alrededor del 70% de los electores.

¿Cómo pedirle al presidente que se acerque al PLN?, que difícil, especialmente cuando la mayoría de la gente no confía y no le cree nada al PLN. Me inclino a pensar que la respuesta es dejar fuera al PLN y no perder más capital político con algo que sería muy desgastante y contraproducente, como es acercarse a liberación ahora. Esto podría cambiar a futuro, pero me temo que no cercano. No lo culpo cuando prefiera mantener su palabra y quedarse con la alianza del Frente Amplio, que pareciera —por el momento— que si es un socio confiable. Sinceramente en esto momentos el PLN no lo es, un ejemplo de esto el proyecto de Ley para la creación del IVA (Impuesto al Valor Agregado) al que ahora resulta que la fracción del PLN se opone, cuando no hace poco la apoyaban, y no solo eso, que el Gobierno anterior de Chinchilla (del PLN) también. Incluso, vean que incongruencia, ahora según me cuentan un diputado del PLN ya alista mil mociones contra ese proyecto. Atrás quedó la critica al “carretillo de mociones” del PAC en la época del TLC y su agenda complementaria.

Por el momento, me duele decirlo, Liberación Nacional es un paria político, y aquí es donde se entrecruzan los dos temas. Si la sanción a Johnny Araya es el inicio de la recuperación positiva del PLN, con un mea culpa y volviendo a los sectores sociales, de los cuales está divorciado en estos momentos, entonces podrá haber un acercamiento. Bien que mal, estamos hablando de fuerzas progresistas (todavía quiero pensar así del PLN). Pero mientras eso no se de, como se dice popularmente, no somas nada…