El Caracazo: 25 años

Ocean Castillo Loría

Caracazo

El pasado 27 de febrero, en medio de la efervescencia que la caracteriza, el sector pro gobiernista de Venezuela, celebró el 25 aniversario del denominado del Caracazo, un evento que marcó la caída de la democracia en ese país.

El 4 de febrero de 1989, se inicia el segundo periodo gubernamental del socialdemócrata, Carlos Andrés Pérez, pero para muchos analistas de las ciencias sociales, en este segundo periodo, ya Pérez había abdicado del reformismo y abrazaba el neoliberalismo.

Era interesante, como durante su primer gobierno, Pérez debió imponerse en otro país, propiamente en Nicaragua, cuando durante la celebración del primer aniversario de la revolución sandinista, los gobernantes nicas le daban más brillo a Fidel Castro, que a aquel que desde Caracas, había apoyado su levantamiento.

Pues bien, esto viene a cuento para mirar las curiosidades de la historia, ya que para la toma de posesión del segundo mandato de Pérez, Fidel Castro se destacaba entre los invitados.

El discurso de Carlos Andrés, recordó a aquel líder de Acción Democrática (AD) que llegó al poder en la década de los setentas (1974 – 1979)… en 1989, Pérez hablaba de recuperar “la gran Venezuela”, pero esa idea iría muriendo bajo la sombra de las reformas monetaristas.

El Presidente no optó por cambios ideológicos – discursivos como “la socialdemocracia flexible”, pensó que el carisma que le caracterizaba, sería suficiente para que su pueblo “tragara la amarga medicina del neoliberalismo”.

Y esa amarga medicina, fue impuesta “a golpe de tambor”, sin explicaciones o justificaciones… Pérez, que era un avezado político, se entregó en las manos de los tecnócratas que no tenían habilidad política.

Para el lunes 27 de febrero, el que había prometido 23 días antes el retorno de la “gran Venezuela”, decretaba un alza en la gasolina, lo que generó un aumento desproporcionado en las tarifas de los transportistas.

Los usuarios se lanzaron a la calle y se enfrentaron, pero no a las fuerzas del gobierno, como sucede hoy con Maduro, sino a los transportistas mismos, esto por lo menos en varios lugares de la capital Caracas.

De ahí a los saqueos solo hubo un paso y ellos duraron tres días… en esos saqueos el blanco fue prácticamente todo: desde comestibles hasta electrodomésticos…

Por si fuera poco, la policía se había alzado en huelga y el ejército tuvo que actuar: ¿Quién dio la orden de tal hecho?: el presidente Carlos Andrés Pérez, que durante su campaña electoral usaba sus manos para saludar eufórico a multitudes, señalaba en ese momento lo que para muchos era el camino de la represión.

Y vino la explosión social: entre centenares y miles de muertos, dependiendo de la versión de los hechos, se suscitaron en aquel momento…

Puede ser que el hoy oficialismo en Venezuela, resalte el Caracazo, como una subversión al neoliberalismo y a los Organismos Financieros Internacionales que lo recetaban, pero no fue así, el Caracazo fue la explosión el descontento y resentimiento de las clases o estratos bajos en Venezuela, esos que habían sido olvidados por los gobiernos de AD y COPEI.

Algunos medios de prensa, abordaron el tema junto a algún sector de analistas políticos, bajo el razonamiento de que el Caracazo, era la ilustración de la derrota de la clase política venezolana (Cualquier coincidencia con la forma en que ciertos medios de prensa y analistas abordan la realidad costarricense no es mera coincidencia)

Para esa prensa venezolana, para esos analistas venezolanos, la democracia de ese país estaba en una seria crisis…

Allí comenzó a caer o se cayó Carlos Andrés Pérez y por qué no decirlo, el mismo AD, pero para algunos analistas, allí se cayó la democracia en Venezuela…

Y aquí los criterios se comienzan a dividir: para los que de algún modo justifican lo que pasó después (El ascenso del Chavismo), el malestar era demasiado frente al bipartidismo y la crisis democrática.

Para los partidarios del neoliberalismo, Pérez actuó bien: el empleo era estable, lo mismo que la inflación y el crecimiento, pero como puede verse, para dichos partidarios, el tema de la distribución de la riqueza “no se tocaba”.

Para los neoliberales, más que una búsqueda de una mejor distribución de la riqueza, lo que Pérez debió haber hecho era: “defender las reformas que le daban fuerza a la mano invisible del mercado y exhortar a los medios de comunicación críticos a callar… porque el tema de la producción de la riqueza debe ser profundizado, pero el de la distribución… no se toca”.

Para esos neoliberales, el Estado no debe subsidiar (Excepto si a ellos les conviene), la privatización de las empresas es clave (Más si quedan en manos de los sectores que ellos defienden), la apertura indiscriminada del mercado es fundamental (¿O fundamentalista?)

Frente a esto, Pérez, en su soledad como gobernante… se dedicó a luchar por el liderazgo de AD con el ex presidente Jaime Lusinchi… entre tanto, los democristianos de COPEI y también ex presidentes, Rafael Caldera y Luis Herrera Campins, atacaban el neoliberalismo del presidente Pérez.

El paso siguiente en ese contexto, fue el tachar a la democracia y a los partidos políticos de corruptos, a esto se unieron los intelectuales de la izquierda y la derecha, algunos de los cuadros partidarios, comenzaron a atacar a sus propias estructuras (De nuevo, aquí podría encontrarse una semejanza de algún grado con lo que ha pasado o pasa en Costa Rica)

Entre tantos ataques, la política terminó quebrándose… la identidad de ésta y de los políticos terminó perdiéndose… el paso siguiente fue, el fallido golpe de Estado encabezado por el fallecido Hugo Chávez, contra el fallecido Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992…

Pero ese es otro pasaje en la historia venezolana, cuya democracia hoy por hoy, está fallecida.

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