Por Lena Kaiser
Washington, 23 ago (dpa) – Los estadounidenses recuerdan estos días en un hito en la historia de su nación: el 28 de agosto de 1963 cientos de miles de personas en el país se reunieron en la «Marcha sobre Washington» para exigir igualdad y justicia para la población negra. «Tengo un sueño», dijo entonces en su conocido discurso el reverendo baptista Martin Luther King.
Para este sábado movimientos de los derechos civiles volvieron a convocar manifestaciones en la capital, en un programa de actos que tendrán su punto álgido con la presencia del presidente estadounidense Barack Obama el próximo miércoles, cuando se cumple exactamente medio siglo de las palabras que marcaron al país norteamericano.
Pero el acto de este sábado (que comenzará a las 12:00 GMT) no se centrará sólo en la historia, sino también en los ataques al derecho electoral, la violencia provocada por las armas, la pobreza o el desempleo, señalan los organizadores.
Y es que aunque en estos momentos la Casa Blanca está presidida por un negro, sigue existiendo la discriminación y la injusticia contra la población afroamericana. «50 años después te necesitamos tanto como en 1963», afirma el lema del grupo National Action Network.
La participación el sábado podría ser también indicativo de la fortaleza del movimiento hoy en día.
El acto central de las festividades tendrá sin embargo lugar el miércoles, cuando se cumple el aniversario. Ese día, Obama y los ex presidentes demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton aparecerán en las escaleras del monumento a Lincoln en Washington en el que habló Martin Luther King. No se sabe si Obama hará balance de sus esfuerzos realizados por lograr la reconciliación entre blancos y negros en Estados Unidos.
El discurso de King, ante el simbólico monumento al presidente Abraham Lincoln, el hombre que 100 años antes abolió la esclavitud, se gravó profundamente en las conciencias de los estadounidenses. Casi 250.000 opositores de la segregación racial acudieron entonces, convirtiéndola en la hasta ahora mayor manifestación de protesta en la historia del país.
Allí dijo que aunque Estados Unidos reconoce en su Constitución la igualdad de todas las personas, la realidad era bien diferente. «Cientos de años después los negros siguen sin ser libres», dijo King ante la multitud. «Tengo un sueño, de que un día esta nación se levantará y vivirá conforme al verdadero significado de su credo».
Y esas mágicas palabras tuvieron consecuencias. En 1964, el Acta de Derechos Civiles declaraba ilegal la segregación racial en las instituciones públicas. Y se suprimía el discriminatorio test electoral que se realizaba a los afroamerianos.
El 4 de abril de 1968 King fue asesinado.
Por Christina Horsten (dpa)
La «Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad» ha marcado la vida de Joan Lee Nelson. Aquel 28 de agosto de 1963 tenía 16 años y ya era una veterana de la lucha por los derechos civiles. Había sido arrestada por primera vez cuando tenía tan sólo 13 años y conocía personalmente a Martin Luther King. Ahora, a sus 67 años, trabaja como guía turística en Memphis y recuerda para dpa cómo vivió aquellos históricos momentos.
Pregunta: ¿Qué recuerda de la «Marcha sobre Washington»?
Respuesta: La atmósfera era eléctrica. Incluso más que eso. Se podía sentir la presencia de los antepasados. Había sido un viaje largo, 16 horas, y las carreteras no eran especialmente buenas. Recuerdo lo rápido que caminaba todo el mundo para dirigirse al memorial de Lincoln. Era algo indescriptible. Hay una vieja canción de esclavos que dice: «Sobre mi cabeza escucho música en el aire, dios debe estar ahí». Fue algo impresionante. Blancos, negros, todo tipo de personas y la noción de que todos estaban allí por una razón, era impresionante para una chica de 16 años. Nunca había estado fuera de casa. Y hacía calor en Washington. Mucha gente se desmayó, ¡incluso yo!.
Pregunta: ¿Cómo conoció a Martin Luther King?
Respuesta: Le conocí en la iglesia Metropolitana baptista. Vino a hablar, antes de la «Marcha de Washington». Cuando le vi, di un salto y le besé en el cuello. Así de simple. Dio su vida. Sabía lo que había que hacer, nosotros lo sabíamos, sabíamos que había que cambiar algo.
Pregunta: ¿Qué tipo de cosas no son todavía como cree que deberían ser?
Respuesta: Estoy muy orgullosa de Barack Obama. Es lo mejor que haya salido jamás del movimiento por los derechos civiles. Él es nuestro trofeo. ¡Hicimos algo bien! Pero una de las cosas más urgentes es que hoy hay demasiada violencia. Perdimos, el nuestro era un movimiento de no violencia. Hay desamparo, hay hambre. Si el doctor King todavía estuviera aquí, no tendríamos estos problemas. Habríamos hecho más, pero le mataron. Deberíamos haber continuado.