Socialdemocracia: ¿Hablar o hacer?

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

Tenemos años de escuchar hablar sistemáticamente sobre el neoliberalismo de Liberación Nacional. Particularmente sobre el neoliberalismo y “los Arias” (termino que me molesta tanto como cuando la gente hablaba de “los Araya”). Pero ahora la propaganda se ha intensificado y hay quienes en permanencia trabajan en una campaña para convencer incautos de que hay que volver a la social democracia, o a lo que llaman las raíces de Liberación Nacional. Hace algunas semanas escribí sobre ese volver a las raíces de Liberación Nacional, y lo que podría querer decir también, en términos de todo lo que personalmente no me gustaba de ese Liberación Nacional de hace unos años.

Hoy quiero plantear un reto a la imaginación: quiero proponer que imaginemos que vivimos en un país cuya población durante los últimos 40 años se duplicó, pasando de casi dos millones a poco mas de cuatro millones. Imaginemos que en esos 40 años, un partido supuestamente orientado a la social democracia gobernó durante prácticamente la mitad del período. Imaginemos ahora, que al principio de esos 40 años, ese Partido fundó 3 Universidades públicas, lo cual en ese momento para su población académicamente activa era suficiente. Tuvieron que pasar cuarenta años para que ese Partido, volviera a ver a esos 2 millones de habitantes y fundara la quinta universidad pública.

Pensemos que ese mismo partido imaginario, 40 años atrás con enorme visión fundó el Ministerio de Cultura, y además se inventó un sistema de educación musical para niños, que se podría haber llamado Orquesta Sinfónica Juvenil, ese sistema pudo haber sido tan exitoso como para ser un modelo en Latinoamérica. Durante esos 40 años, las filas cuando la Sinfónica Juvenil abría matricula, eran enormes y desde la madrugada. Cientos de padres en ese país, querían que sus hijos estudiaran música. Cientos de niños soñaban con tocar en una orquesta. Pero nadie hizo nada por ellos durante cuarenta años, hasta que llegan gobernantes con visión que plantean que la música no puede ser vista desde un concepto elitista: música de calidad para los ricos y charanga para los pobres, y se decide a abrir 32 escuelas de música en barrios marginales, invierte millones de dólares en darle a los chiquitos instrumentos musicales. Niños costarricenses empiezan a llegar a las casitas en barrios marginales, en las que viven con un violín que probablemente les ayudará a salir de la miseria, no solo económica.

Imaginemos en ese país que estamos inventando, que los índices de pobreza no disminuían; imaginemos que la deserción escolar era altísima y que nadie se planteaba como contenerla. Imaginemos por un momento que llega un gobierno al que se le ocurre becar a 166 000 muchachos teniendo como requisito para mantener su beca, que no abandonen su educación secundaria.

Imaginemos ahora, que existe un régimen de pensiones para los mas pobres, que se llama Régimen de Pensiones no Contributivo y que ese régimen pagaba la misma pensión a cada viejito en la miseria desde muchos años atrás. Imaginemos que esa pensión se les multiplica por cinco.

En ese país imaginario, podría existir la obligación de destinar a la educación un 6% del Producto Interno Bruto, pero nadie la cumplía. Pero resulta, que 40 años después llega un gobierno que decide cumplirla, y que en su último año destina a la educación no el 6% sino el 7,2%

Imaginemos que el mundo cambió, y que en esos 40 años, se inventaron computadoras, e internet, y que esas dos cosas, cambiaron la vida y la cotidianidad del habitante del planeta, imaginemos que por medio de las computadoras y del internet la gente puede hacer negocios, estudiar, investigar y divertirse. Imaginemos que ese gobierno imaginario inventa crear algo que se llamaría Centros Comunitarios Inteligentes, y que crea 207, en todos los cantones del país, para que los mas pobres, tengan acceso a computadoras y al internet.

Ahora, estimado lector, permítame contarle, que todo esto que le he propuesto que imaginemos no es imaginario. Permítame decirle que esto fue lo que en cuatro años hizo el gobierno que algunos tildan de neoliberal, a la que se le acusa de servir a los ricos, a la que algunos que no se se toman en serio sus responsabilidades señalan como distante de la social democracia. Obras son amores no buenas razones. Yo no quiero estar gobernada por quienes se dicen social demócratas por que les parece sexi. Yo quiero estar gobernada por quienes no se dedican a hacer discursos sobre solidaridad o sobre justicia.

Debemos dejarnos de discursos sin contenido, volvamos a ver a las realidades y defendamos los principios y valores social demócratas de verdad, sin palabrerías, sin discursos y sin etiquetas.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna. El 22 de junio de este año, le fue diagnosticado un tumor en el cerebro. De nuevo en agradecimiento a su lealtad, decidí darle una muerte digna y regalarle la eutanasia.