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Reporte de Luis Paulino Vargas Solís
Como adelanté en un post que publiqué anoche, un informe ultraconfidencial, filtrado al New York Times, contiene evidencias que aclaran los seriesísimos entretelones de este caso, el cual, en este momento, es seguido con máxima atención por las agencias de espionaje y contraespionaje de Estados Unidos, Rusia y China, las cuales se mantienen en permanente comunicación con la Casa Blanca, el Kremlin y el Zhongnanhai.
El informe supersecreto está en manos de un laureado equipo periodístico de altísimo nivel conformado por Jane Eyre, Gregorio Samsa, Fräulein Rottenmeier, Harry Haller, Emma Bovary y Dorian Gray.
Al parecer, la cuestión está relacionada con un arma ultrasecreta que doña Laura Fernández pensaba desarrollar como el programa estrella de su futuro gobierno. Los planes de la candidata Fernández era mantener el asunto en secreto, para soltar tan espectacular y estruendosa bomba publicitaria tres días antes de las elecciones, de forma que no les daría tiempo a sus adversarios para reaccionar, a la vez que eso le garantizaría un mínimo de 56 diputados y diputadas.
Un equipo de seis premios Nobel en física, cinco Nobel en fisiología y medicina y otros siete Nobel en química, han venido colaborando en tan ambicioso proyecto. De tal modo, y bajo la coordinación del culto y erudito candidato a vicepresidente, señor Francisco Gamboa, la señora candidata Fernández se reunía, vía Zoom, tres veces por semana con esos reputados científicos, a fin de avanzar en tan ambicioso proyecto y ponerlo a punto.
El asunto se filtró a las agencias de inteligencia de las principales potencias y, de inmediato, generó gran preocupación e inquietud.
En el primer momento se temió que la candidata Fernández pondría en marcha un programa de enriquecimiento de uranio para desarrollar la bomba nuclear.
Noticias posteriores, aportadas por las agencias de espionaje de su majestad Carlos III, indicaban que esa hipótesis no era correcta. Fueron las agencias de espionaje de Monsieur Macron las que aportaron pistas que les permitió a sus colegas de China, Rusia y Estados Unidos clarificar de qué se trata realmente el asunto.
Hoy ya se sabe que el arma que la candidata Fernández venía desarrollando con el equipo de nobeles, se llama “Desintegrador Instantáneo de Opositores”, más vulgarmente conocido como “El Desterrador Fulminante”.
El arma emite disparos de una luz que combina rayos láser, gamma, ultravioleta, infrarrojos y rayos X, los cuales disparados contra cualquier opositor –dígase, por ejemplo, Ariel Robles, Johana Obando, Gloria Navas, Álvaro Ramos o El Paisano– lo desaparece instantáneamente y lo destierra a una colonia en Marte, de la que jamás podrá regresar.
Aparte Fernández y su vice Gamboa, de tan revolucionario proyecto solo tenían conocimiento el presidente Chaves y la diputada Cisneros. Pero, al parecer, recientemente a Cisneros se le fue un poco la lengua y algo comentó en reunión de la fracción diputadil oficialista. De ahí que el otro día el diputado Jorge Rojas, sin saber muy bien lo que decía, habló de desterrar opositores.
Ya la cuestión ha quedado clara, pero hoy cunde gran consternación en los despachos de Trump, Putin y Xi Jinping ya que fueron las agencias de espionaje de esas tres potencias la que, en forma coordinada, colocaron el micrófono para espiar los avances del proyecto del “Rayo Desintegrador Instantáneo de Opositores”, también conocido como “El Desterrador Fulminante”. Temen que ahora Fernández redoble sus medidas de seguridad y continúe con su proyecto sin que esos tres grandes potencias puedan conocer los detalles.
En todo caso, se rumora que inversores de Silicon Valley podrían ofrecerle hasta $ 10 mil millones a Fernández para que ella les venda su proyecto. Es algo aún no confirmado pero que podría anunciarse en cualquier momento.
Noticia en desarrollo…síganme para actualizaciones.
