¿Controlando variables descontroladas…?

¿Una brújula, para qué…? Y Einstein respondió – ¡Para no perder el norte…!

Caryl Alonso Jiménez

Caryl Alonso

Desde la antigüedad tener claridad en el rumbo fue clave para alcanzar puntos de llegada… las narraciones épicas, epopeyas, relatos orales y manuales de batalla, en todos los campos… es el control de variables para superar el desconocimiento y asegurar rutas futuras donde la incertidumbre es la primera variable a controlar…

La frase incertidumbre estratégica no es nueva, se usó en los estudios de defensa y seguridad en el siglo XX, particularmente durante la Guerra Fría. Se atribuye a Thomas C. Schelling (1921-2016) en su libro, “La estrategia del conflicto” (1960).

Igualmente Herman Kahn (1922-1983) fundador del Instituto Hudson, en su libro “On Thermonuclear War” (1961) en español “En guerra termonuclear” en la que aborda la estrategia y doctrina occidental y soviética.

En la evolución histórica del comportamiento humano fue el uso del poder y su expansión lo que provocó el surgimiento de la eliminación de contrarios entendida como: la estrategia de eliminación de amenazas que se lleva al campo de las guerras: psicológicas, tecnológicas, geopolíticas, comerciales y militares.

La palabra poder es una expresión histórica que se repite 2,417 veces en la biblia. Pero es en el libro de Santiago, Capítulo 4, versículos 1 y 2 (Valera, 1960) donde se identifica con las pasiones humanas, esas que, como repite Naím (2013), son el resultado de codicia, poder y deseo.

Se han escrito toneladas de libros y corrido el mayor exceso de ríos de tinta de todos los tiempos sobre la guerra. Hasta el día de hoy las nuevas tecnologías de la interpretación social, política y económica, en esas supuestas teorías de escenarios contemporáneos comparan la guerra en similitudes tácticas con el mercado. ¡Vaya mundo que tenemos…!

Y ello también ha llevado a charlatanerías, a tal punto que cada día se crean fantasías en fórmulas teatrales para derrotar barreras, con técnicas de inmovilidad emocional. Por cierto el charlatán tiene como primera táctica ofrecer escenarios creíbles para abonar la emoción y crear miedos que pueden llevar a tragedias, como la descalificación pública…

Y es allí, justamente donde confluyen las peores expresiones humanas, desde las más altas virtudes hasta las más mefistólicas manera del ser…

¿Qué entender por incertidumbre? Según el diccionario Oxford (2022) es la “falta de seguridad, confianza o certeza”. Para una interpretación más terrenal, se podría entender que es el desconocimiento de algo o de aquello de lo que no se tiene información y que podría crear confusión.

En misma línea ¿Qué es estrategia? Según la RAE (2021) “Es el conjunto de reglas que aseguran una decisión optima en cada momento”, igualmente para una interpretación pedestre podría entenderse como esas acciones en las que se desarrollan análisis y estudios para alcanzar un objetivo determinado.

Pero entonces ¿Cómo entender la incertidumbre estratégica? se define como el uso de herramientas para comprender aquellos factores en panoramas desconocidos, que una vez identificados permiten trazar con mayor certeza la ruta para escenarios posibles.

La incertidumbre estratégica es una parte del estudio de la prospectiva que combina series de variables, detectables y otras no intrusivas que requieren del uso del instrumental del análisis, que combinada con historia, sociología, política y psicología, se conoce como inteligencia estratégica, que hablare en otra ocasión.

En una grata conversación con uno de los hombres de mayor conocimiento en el campo de la inteligencia estratégica, General ahora retirado, me expresó, repitiendo a Judt (2021) que, “cuando se agudiza el análisis y el control de variables descontroladas, se mejoran las decisiones…”.

El instrumental del control de variables descontroladas no es habilidad ni coloquio para distraer… es ciencia. Es conocimiento y sabiduría para descomponer escenarios, dotar de orientación decisiones. Hacerlo requiere del cuadrante crítico de implicaciones, que puede trazar derroteros predictivos basados en lógicas con altos niveles de certeza.

Por esos motivos de la vida académica, a finales de los años ochenta recibí una lección. Había ocurrido una tragedia política y emití una opinión, un viejo político, con la sabiduría del silencio me expresó “si eres capaz de entender tiempo, espacio y fuerza, entenderás las razones que mueven las coyunturas”. Días después me regalo el libro “De la guerra”, (Clausewitz, 1972), en la dedicatoria dice, “Léelo, pero cambia el título por desarrollo”.

El desconocimiento del instrumental crítico de futuro provoca hoy día alteraciones emocionales de magnitudes insospechadas. Los decisores de políticas se confunden, y más cuando el escenario del consejo viene de charlatanes. Aunque lo nieguen.

Pero, quienes lo hacen, dado el talento, honestidad y lealtad profesional y laboral, corren el riesgo de convertirse en amenaza para otros colegas o asesores, quienes inventan odios irracionales y hasta amarguras que condenan a inocentes, solo por el talento… ¡Vaya realidad del talento y honestidad..! Qué pena, no recuerdan que, “En la abundancia de consejeros esta la victoria. (Proverbios, 11:14)

Alguna vez le preguntaron a Einstein, ¿Para qué se necesita una brújula…? Y, respondió –¡Para controlar el rumbo y no perder el norte…! Entonces, ¿Seguimos a Einstein…o en la inmovilidad de la incertidumbre?

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