Popurrí político de la semana

Luis Paulino Vargas Solís

Popurrí

¡Es que se tiene una jacha de narco!

El sambrote alrededor del «extraditable» Celso Gamboa me hace pensar en ese enredo de cables que se me hace con la computadora de escritorio. Supongo que a otras personas también les habrá ocurrido: un cable para la impresora, otro para el teclado, otro para la pantalla, otro para los parlantes. Y el cable de la electricidad y el de Internet y el que conecta la impresora a la electricidad y etcétera, etcétera, etcétera.

Un colocho de los once mil, y, a razón de desenredarlo, no queda más que armarse de mucha paciencia.
El asunto es que el caso del «extraditable» es como de esa forma: una enredadera complicada, envolvente y grandototota.

Y, sin embargo, cada vez es más claro que esa enredadera sube por las paredes de Casa Presidencial, adorna los despachos de tan bonito lugar, y se extiende para atrapar y envolver diversas instancias del Poder Ejecutivo.
Un asesor personal del presidente, uno o varios ministros, algún abogado muy cercano al mismo presidente. Cosillas por el estilo.

Uno lee lo que, dicho por Celso Gamboa, fue grabado por la gente de la DEA el 23 de septiembre de 2023, e instantáneamente se le pretende el bombillito: «¡clarinete que sí! Con razón que se llevaron los guardacostas de Quepos para refundirlos en Guápiles, a cientos de kilómetros de cualquier mar y entrenando en una piscinita de 25 metros».

Prístino como el agua de un manantial en lo más alto del Chirripó.

Definitivo: si el gobierno de Chaves no es un gobierno narco, desperdicia la jacha.

¡Es que se tiene una jacha de narco que ayúdeme a decir!

Claro, es que si el animalito tiene rabo y trompa de elefante, patas y orejas de elefante, si además tiene el tamaño de un elefante y hace ruidos de trompeteo como los que hacen los elefantes. Pues ¿qué pensar? Que segurito que es un elefante.

Así con el gobierno de Chaves y el narco.

-o-

El Partido Liberación Nacional en «modo autodestrucción» rumbo a su definitiva irrelevancia política

  1. El candidato Álvaro Ramos se da una estruendo metida de patas: entra en oscuros conciliábulos con el chavismo; apoya el proyecto 4/3 de jornadas laborales de 12 horas; se deja arrodillar por las plutocracias que dominan el partido; despedaza la esperanza que mucha gente, incluso mucha gente ajena al PLN, había puesto en él; se despoja de todo liderazgo y muestra su verdadero yo: un tipo débil, sin carácter ni temperamento y sin convicciones.
  2. Johnny Araya siendo Johnny Araya: mueve los corruptos hilos de su clientela electoral josefina y se elige presidente del Comité Político del cantón central de San José ¿Hacia dónde apunta Araya? No es difícil adivinarlo: una diputación, en primera instancia y, en caso de no lograrlo, tratar de retornar a la alcaldía josefina en 2028. No hay remedio: la corrupción está firmemente adherida al PLN y, al parecer, es imposible arrancarla. Acaso porque ya circula en sus genes.
  3. Los hechos recientes descartan al PLN y a Ramos como opciones opositoras al chavismo. Al negociar de la forma como lo han hecho, al entrar en oscuros conciliábulos e intercambiar vergonzosos favores con ese movimiento fascista, han entregado el alma al diablo. Han hecho lo que jamás debieron hacer: jugar la carta de legitimación y normalización de esa cosa retorcida, violenta, rebosante de odio y afanes de demolición, llamada chavismo.

Hoy sabemos que la defensa de la democracia, del Estado de derecho, de la paz, las libertades republicanas, el pluralismo y los derechos humanos, no cuenta ni con el PLN ni con Ramos. A otros nos toca dar esa pelea.

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Álvaro Ramos se echa tierra y despeja el camino para Ariel

El proyecto llamado 4/3 o de jornadas laborales de 12 horas, puso en las manos de Álvaro Ramos una inmejorable oportunidad: le daba ocasión de demostrar que lo de ser una “opción diferente” iba en serio, que sí era un candidato comprometido con una agenda progresista que le permitiera el PLN retornar sobre sus fundamentos socialdemócratas, para, desde ahí, renovar y rejuvenecer los objetivos de equidad y justicia social que inspiraron a sus fundadores.

Cuando, por cierto, todo lo anterior es necesario en sí mismo, puesto que, en una Costa Rica tan violentamente desigual, nada podría ser más importante que restablecer y darles nueva vida a esos criterios de inclusión y justicia. Pero además era necesario para el propio Ramos, si es que este pretendía ser una opción seria y creíble frente a ese movimiento autoritario e intransigente, lleno de odio y afán de destrucción, llamado “chavismo”.

Ramos desperdició esa oportunidad. La despilfarró, la lanzó al caño. Le dio una patada y, al hacerlo, se propinó una patada a sí mismo.

De paso, algunas cosas han quedado al desnudo, ya sin disimulo posible:

  1. Que en el PLN mandan los ricachones.
  2. Que Ramos es solo un subalterno a la orden de esos ricachones.
  3. Que Ramos es un aguasmiadas, carente del coraje que el momento actual demanda.

La bancarrota autoinflingida de Ramos abre opciones para que la candidatura de Ariel crezca y se fortalezca, para lo cual es importante que Ariel y el FA logren acertar en un programa que recoja las sensibilidades y demandas de las gentes de a pie, en la multiplicidad de sus expresiones culturales y de sus necesidades y demandas socioeconómicas.

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El PLN vuelve a tropezar con la misma piedra

Tropieza con la misma piedra y, de nuevo, se hunde de cabeza en el mismo lodazal.

La cosa es que hoy miércoles, el candidato liberacionista, Álvaro Ramos, y el jefe de la fracción legislativa de ese partido, Oscar Izquierdo, anunciaron su decisión de apoyar el proyecto 4/3, de jornadas de 12 horas.

Al hacerlo, se escudaron detrás de un abanico de justificaciones y excusas, intentando maquillar el adefesio, queriendo ponerle sedas a la mona. Pero mona se les queda, por muchas sedas que le encaramen.

Sobre esos pretextos a los que apelan, trataré de ofrecer luego un examen más detenido.

De momento, a lo ya dicho, agrego lo siguiente:

  1. Yo soy uno de los que le quiso dar el beneficio de la duda a Álvaro Ramos. No más.
  2. El PLN sigue siendo un partido dominado por los grandes intereses económicos, los mismos que se han enriquecido al extremo, abriendo con ello abismos de desigualdad.
  3. Si, don Álvaro Ramos, qué bueno que usted no permite que sujetos indeseables como Johnny Araya se cuelen en su entorno cercano.
  4. Pero no, don Álvaro, eso no basta para lograr que el PLN realmente cambie, se renueve, se rejuvenezca y se reconstruya.
  5. Mucho más importante es lograr establecer un cable a tierra, volver a hablar el lenguaje de la gente de a pie, volver a sentir lo que esa gente siente, volver a identificarse y a luchar por lo que esa gente necesita y demanda.
  6. Pero la decisión anunciada el día de hoy, lo que nos dice es que en el PLN mandan los platudos, y que usted, don Álvaro, también les obedece.
  7. Y, para terminar de pasearse en la olla de leche, esto surge de una oscura negociación con el chavismo ¿con qué cara va a pretender el PLN encabezar la lucha contra esa fuerza autoritaria y destructiva que representa el fascismo chavista si hoy están comiendo en el mismo plato?

Tropiezan con la misma piedra y van camino de su cuarta derrota electoral consecutiva. Justo cuando más le urgía a Costa Rica que fuesen capaces de rectificar, reinciden en sus vicios de siempre.

Hasta la próxima semnana…

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