Luis Paulino Vargas Solís
Permítanme compartirles algunas consideraciones.
1) Proyecto 4×3
En este caso, es evidente que hay beneficios económicos inmediatos que podría interesar a un amplio sector del empresariado: reducir costos salariales mediante la reducción de los pagos de horas extras.
Sin embargo, hay buenas razones para dudar que, a la larga, esto sea benéfico para las empresas, puestos que las jornadas laborales largas provocan fatiga, estrés, dañan la motivación y tienen negativas consecuencias para la salud. Todo lo cual perjudicaría la productividad, el ambiente de trabajo y la identificación de las personas trabajadoras con la empresa.
Todavía más: esta reforma agudizaría el fenómeno de exclusión de las mujeres de los mercados laborales.
En breve: es muy posible que esta sea otra expresión la cultura empresarial costarricense, por lo general facilista, conservadora y cortoplacista
(Véanse por ejemplo: https://bit.ly/430Ukew y https://bit.ly/4k9lqah)
2) Proyecto de la electricidad
En este caso, ni siquiera es identificable un beneficio inmediato, puesto que, en realidad, hoy el empresariado recibe un servicio de electricidad muy eficiente y confiable, a tarifas que se ha demostrado que son competitivas. O sea ¿por qué cambiar algo que funciona bien?
Esta propuesta podría traer beneficios localizados para sectores empresariales específicos: aquellos vinculados o que planean vincularse al negocio de la electricidad. Para el resto del empresariado el potencial provecho resulta incierto y sujeto a mucha incertidumbre, de donde concluyo que la opción a favor de este proyecto es ideológica, o, si acaso, producto de las presiones de los sectores directamente interesados en el negocio.
El proyecto de ley está pésimamente formulado y tiene serias debilidades. Primero, posibilita la influencia politiquera cortoplacista, puesto que entrega la regulación de la electricidad en manos de las autoridades políticas del gobierno de turno. Segundo, los mecanismos de planificación que contempla no pasan de ser una especie de tímido gesto simbólico. En el fondo es una iniciativa ideológicamente motivada, inspirada en una fe acrítica en los automatismos del mercado. Por esa vía podría darse lugar, lo mismo a situaciones de subinversión que de sobreinversión, o sea de capacidad instalada insuficiente para satisfacer la demanda nacional, que de una capacidad excesiva que genere pérdidas, las cuales, según el mismo proyecto lo contempla, tendría que ser asumidas por el Estado y, por lo tanto, socializadas.
(Un documento de mi autoría, en el que discuto ese proyecto, puede ser descargado aquí.
3) Conclusión
La UCCAEP y el gobierno de Chaves coinciden en el interés por estos dos proyectos, lo cual nos advierte que, contrario a la propaganda del actual gobierno, no hay tal enemistad entre este y las élites, en este caso las élites económicas más poderosas. Todo lo contrario: hay confluencia y coincidencia. Y una coincidencia que se expresa como una confusión ideológica y una estrechez cortoplacista compartidas.
– Economista jubilado