Luis Paulino Vargas Solís
Pongamos, a modo de ejemplo, el caso del proyecto “Ciudad Gobierno”. Lo recibieron ya muy adelantado. Pero, en fin, parece que este gobierno tiene lo que se me ocurre designar como “manos de caca”: cosa que tocan queda inmediatamente envuelta en un montón de malolientes triquiñuelas y la echan a perder. Como la carne molida: solo para tortas sirven.La historia posterior es bien conocida: la Contraloría llamó la atención acerca de las torpes ilegalidades en que se estaba incurriendo, y, entonces, vino lo que podríamos llamar “el desfile de las Magdalenas”. Y aquellos plañidos lastimeros y aquellas amargas quejumbres. Arrastrarse por el fango dando pataleos, mesarse los cabellos, rasgarse las vestiduras, cernir cenizas sobre sus cabezas.
¿Cuál era la primera de tales Magdalenas hechas una bomba de mocos? Rodrigo Chaves Robles.
Todo un teatro ridículo, histérico y patético contra la Contraloría, tan solo porque esta hacía su trabajo.
Pasemos a otro teatro.
Ataca Chaves Robles a las minorías de las diversidades sexuales y de género con un arrogante: “no alcahueteamos pobrecitos victimizados”.
Aplíqueselo a usted mismo, señor Chaves: más que primer mandatario de la República, es usted el “primer pobrecito victimizado de la República”. Y gozando de la alcahuetería entusiasta de medios que, con tal de recibir publicidad estatal, renunciaron a su dignidad y depusieron su independencia. Y con la alcahuetería, además, de las huestes fanatizadas que usted y Pilar Cisneros han cultivado como al modo de brigadas de choque que les protejan.
El caso es que tenemos un presidente que jamás se hace cargo de nada ni asume responsabilidad sobre nada. Jamás ejerció como presidente, jamás gobernó, jamás tomó decisiones, jamás resolvió nada. Se dedicó a victimizarse: “es que no me dejan gobernar” repite en medio de cucharas y lagrimeos.
Porque victimizarse y lloriquear es simplemente otra de sus estratagemas –acaso la principal– para alimentar el odio: “amadas brigadas de choque que tanto me adoráis: ved que no me permiten gobernar. Pobrecitico yo, que soy víctima de esta dictadura de 70 años. Conmigo decid: os odiamos a muerte y os vamos a destruir”.
Chaves: ya sabíamos de su homofobia galopante. La confirmación ofrecida resulta por completo innecesaria. La única pregunta por contestar es: ¿por qué las personas de las diversidades sexuales y de género de Costa Rica le inspiramos tanto miedo a usted y lo ponemos a lloriquear de esa forma tan ridícula?
– Economista jubilado