Se comentaban los sucesos políticos del día y la invasión de fuerzas revolucionarias a territorio costarricense por la frontera con Nicaragua.
Asombrados todos al ver la Avenida Central con sus tres hileras de automóviles y el comercio todo abierto y sin encontrarse las vitrinas de esos establecimientos cubiertas con madera, el autor del «Anecdotario Nacional» le dice al Licenciado Runnebaum:
—»¿Se da cuenta don Fernando de la tranquilidad de nuestras gentes?»
Entonces, el distinguido diplomático y jurisconsulto le responde al instante:
—»Eso que todos estamos viendo, le está diciendo a Costa Rica que hay hombre en la casa y que ¡hay confianza en el hombre!»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.