Paco Stanley: 25 años de su asesinato (I)

La crónica, la duda y una reflexión de fondo

Parte I

Ocean Castillo Loría

Paco Stanley

I

En Costa Rica, quizás Paco Stanley, era más conocido como declamador que como animador de televisión, pero si la memoria no nos falla, alguno de sus programas en la pantalla chica, fue trasmitido en el país.

Pero en México, el conductor, era popularísimo. Su asesinato allá, tuvo inmenso impacto público. Nosotros, nos informábamos por las secciones de internacionales de los periódicos y la televisión. Eran los tiempos, en los que no se hablaba de prensa canalla o de prensa vasalla.

A Stanley, lo masacran en pleno día, en un tiempo (1999), en que no era cotidiano, ese “modus operandi”; ni Costa Rica, ni México, eran tan violentos como lo son hoy. Aunque en nuestro territorio, ya se estaba desplegando la espiral de la violencia, que quizás se detonó, desde el vil asesinato de la niña, Evelyn Bustos Villavicencio.

Paco y su equipo, habían ido a desayunar a una taquería muy popular, al sur de lo que era el Distrito Federal de México (El comercio se llama: “El charco de las Ranas”. Por cierto que, camino al lugar, uno de los colaboradores de Stanley, Mario Bezares, recibe una llamada, en la que, confirma que se dirigían a ese sitio); esto, luego de haber presentado su programa: “Una Tras Otra”, que se trasmitía por TV Azteca. En esa última emisión, el animador, estaba claramente nervioso, inclusive, recibe un telefonema que le hace palidecer.

Stanley, había sido de las “fichas” fuertes de TELEVISA, uno, o el productor más grande de material en español, para el mundo. Pero le hizo una broma pesada al dueño de la corporación, Emilio Azcárraga Milmo. Sobre ese episodio hay dos interpretaciones:

  1. Stanley y Azcárraga Milmo, se encuentran en uno de los pasillos de la televisora, el primero, le presenta a una mujer como su esposa. El dueño del emporio, la saluda muy respetuosamente, pero estallaron las burlas y las risas: “¿Cómo se te ocurre que una ‘vieja’ tan fea, va a ser mi esposa?”: don Emilio, nunca lo perdonó.
  2. Azcárraga, tenía un mechón blanco en su cabeza: se expresa que el animador y el empresario, se encuentran en un elevador: Paco le pregunta a Azcárraga: “¿Usted tiene ese mechón blanco porque se limpia la nariz para arriba?”; el segundo, lo maldice.

Hay autores que expresan, que Azcárraga Milmo, sabía que Paco Stanley, se dedicaba también a la venta de drogas, al despedirlo, se deshacía del problema. Don Emilio, sabía de hombres extraños, que aparecían de pronto en los camerinos (Ellos calzaban: “botas de serpiente” y en ningún momento, se quitaban los lentes oscuros)

Pero el que toma la decisión final de la salida de Stanley de TELEVISA, es el hijo de Azcárraga Milmo. Emilio Azcárraga Jean. Paco fue enterado de la fecha de la última emisión de su programa, por medio de un fax, lo que lo ofendió muchísimo.

Esto, llevará a Stanley y sus colaboradores, a la competencia de TELEVISA (15 de noviembre de 1998). Se decía que, el animador había llegado a TV AZTECA, por mediación de uno de los miembros de su equipo: el periodista, Jorge Gil: hoy, hay testimonios, que desmienten esa versión.

Lo cierto es, que, Stanley y sus acompañantes, desayunaron aquel 7 de junio de 1999. Uno de ellos (Su compañero y conductor en el programa), Mario Bezares, alegó que la comida le había caído mal. Fue al baño, Stanley lo acompañó (Hace unos 2 años, algunos reportajes decían que, Paco fue a consumir drogas), pero salió primero junto a los demás; y esperó a Bezares, en la camioneta en la que iban.

En ese momento, varios sicarios (Hoy se sabe que 5), lanzaron ráfagas de bala sobre el automóvil, matando al querido miembro de la televisión. Cuatro balas de metralleta, despedazaron su rostro (Como le gustaba ser reconocido, sus autos, tenían vidrios anchos y transparentes).

En las honras fúnebres, Mario lloraba, pues: “Paco era su hermano” (Muchos años después, en una entrevista a la periodista Adela Micha, le diría que no eran ni amigos) …

Jacobo Zabludovsky, le preguntaría en esos momentos: “¿Por qué tardó tanto en salir del baño?”: Mario contestó que, uno de los meseros que él conocía, le había dicho que no saliera, pues los sicarios iban por él (En las investigaciones judiciales, se interrogó al supuesto mesero y dijo que Bezares, había mentido: “…nunca le hablé ese día y menos le dije que no saliera del baño porque habían ido por él”.)

Ya hemos visto que: camino al lugar, Bezares, recibe una llamada, en la que, confirma que se dirigían a ese sitio; Zabludovsky, le pregunta sobre esa llamada, Bezares, trató de eludir la respuesta, dijo que él era víctima de las circunstancias.

El otro fallecido (Lo que se denomina tristemente, “daño colateral”, en la jerga de este tipo de atentados), fue el vendedor de seguros, Juan Manuel de Jesús Núñez (Muere en el Hospital de Xoco). Su esposa, fue herida, al igual que un acomodador de autos del restaurante.

Conforme se fueron repasando los hechos, se llegó a decir que, dos policías que estaban en el restaurante, habían defendido al locutor a balazos; los guardaespaldas de la víctima, se lanzaron al suelo para salvar la vida, pues no estaban armados; las investigaciones, dejaron claro que, de toda suerte, ellos no hubieran podido hacer nada.

Los mencionados policías, dijeron que: “Los tres asesinos… son profesionales, lo cual se le notaba en las formas de tomar las armas con ambas manos, en posición típica de un tirador bien preparado”.

En su declaración continuaban: oyeron los disparos, desenfundaron sus armas calibre 38 súper, cuando salieron del restaurante, ya Stanley estaba muerto: “…y buscaban a uno de los guardaespaldas para matarlo, en el puente peatonal estaba un sujeto armado, semicubierto por un árbol, dos de los agresores vestían traje, uno negro y otro gris.

Uno de los criminales resultó herido, ya que había rastros de sangre en todo el puente peatonal por el que tres de los hampones, a quienes no pudieron ver bien, huyeron hacia el Periférico en dirección al sur. Subieron a un auto y uno de los prófugos necesitó ayuda para hacerlo, por su lesión. Pero ninguno de los asesinos es pelón” (Después se sabría que, la Procuraduría, haría pruebas a muestras de esa sangre; y ella pertenecería a una persona relacionada con el cartel de los Arellano Félix)

Esta última frase sobre la no – calvicie de uno de los asesinos, es clave: si ninguno de los victimarios era calvo: ¿Por qué se permitió la difusión de un ‘retrato hablado’, con la imagen de un hombre sin cabello?

La misma noche del 7 de junio de 1999, la Policía Judicial del Distrito Federal, pretendió aclarar pronto el homicidio, por lo que detuvo en un operativo en la “Colonia Morelos”, a dos personas: Zenaido Roberto y, Roberto Francisco Flores González (Padre e hijo); una hermana del joven declaró, que el error de la policía, había dañado a sus parientes.

Pero Roberto Francisco, tenía un “alias”: “El Rana”, y estaba bajo proceso, por varios delitos, además, era parte de una banda, cuyo jefe, había sido detenido porque tenía un parecido con “el retrato hablado del presunto asesino de Stanley”. Tal parece, que uno de los miembros de la banda, sostenía relaciones con una edecán de televisión; y había sido agente policiaco en el Distrito Federal y el Estado de México.

Este suceso, del asesinato de Paco Stanley, generó una investigación, que estaba en manos de la Procuraduría capitalina: en ese momento, bajo el liderazgo de Samuel del Villar: el gobierno de la urbe, estaba en manos de la izquierda, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), gobernaba la ciudad desde 1997 y, mantenía fuertes tensiones con el gobierno Federal, en manos del PRI (Ernesto Zedillo)

El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, era Cuauhtémoc Cárdenas (Ex candidato presidencial, y que, preparaba una nueva candidatura, para arrebatarle el poder, al Partido Revolucionario Institucional, el PRI. Véase lo que es la historia y la vida: en las más recientes elecciones en México, el PRI y el PRD, fueron aliados, contra la ganadora del proceso electoral)

Tanto TELEVISA, como TV AZTECA, comenzaron una campaña de golpes al gobierno del Distrito Federal: el día del asesinato, ambas televisoras, interrumpieron su programación habitual, abordando el homicidio de Paco Stanley: en un foro abierto, actores y conductores, comenzaban a exigir justicia; hasta un programa, con un formato tan rígido, como “Ventaneando”, cambió el estilo periodístico, para dar seguimiento a las investigaciones, y unirse a la línea de la televisora. Se presentaba así, la mezcla entre lo desconocido de los asesinos y el escándalo mediático.

Al día siguiente del homicidio, en el horario del programa del comunicador fallecido, TV AZTECA, hizo un programa especial de homenaje. La anfitriona, fue la reconocida periodista, Patricia (Paty) Chapoy: la escena era eminentemente luctuosa: el set, estaba lleno de flores:

  • Recibió llamadas de televidentes.
  • Hubo enlaces con personalidades del espectáculo.
  • Tuvo enlaces informativos, con periodistas del área de espectáculos y de “Nacionales”.
  • Recibió la visita de varios conductores.

Conteste a la línea editorial de golpear el gobierno de Cárdenas, Chapoy dijo: “el clamor popular a partir de esta situación es que no nos sentimos gobernados”; el periodista Ramiro Sarmiento, le ripostó: “Paty, estamos en una verdadera guerra”.

TV AZTECA, mostraba sin pudor el cuerpo de Stanley (Esto gracias a que, por un tiempo relativamente largo, el cuerpo quedó sin cubrir en el lugar de los hechos. En medio de la trasmisión, el periodista, Jacobo Zabludovsky de TELEVISA, expresó que el cadáver debía ser tapado, regañando a sus propios compañeros, que estaban informando del suceso).

TV AZTECA, hacía encuestas sobre el asesinato, vigilaba al Ministerio Público y criticaba al gobierno del Distrito Federal: en uno de los programas se dijo: “La responsabilidad es de Cuauhtémoc Cárdenas”. Por su parte, él decía que la delincuencia en el Distrito Federal, había bajado un 10 %.

La acción llegó a tal grado, que una persona contactó a la locutora Rosa María de Castro, para decirle: “Vi a los criminales, todos vestían de chamarra y camisas comunes y corrientes; los volví a ver en la Ciudad de México, entregándole una especie de control remoto de televisión a una mujer, quien viajaba en un pequeño auto color blanco” (Las investigaciones establecieron que, los homicidas, iban de traje)

Del mismo modo, la televisora, ofreció una recompensa económica, a quien diera información sobre el suceso. Esto generó que los cuerpos policiales se movilizaran: “poderoso caballero es don dinero” …

TELEVISA, no se quedó atrás, es interesante, que esta empresa dejó a la zaga, el motivo por el que Stanley salió del emporio, y se pasó a la competencia (Al animador en vida, lo rechazaron; pero muerto, lo volvieron a asumir como suyo). Ellos, se unieron a la campaña contra Cárdenas: “Alguien debe renunciar”, dijo en su momento Jacobo Zabludovsky (A quien el diario español: “El País”, definió como: “incondicional y recompensado peón del PRI”)

Los sectores poderosos, reforzaron ataques y críticas al gobierno de izquierdas en el Distrito Federal… en el caso de TELEVISA, siempre fue evidente su apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI)

Indudablemente, las televisoras, asumieron una línea editorial de: “golpear al gobierno local de izquierda”. Los mensajes mediáticos y los discursos, tenían un claro objetivo político: ellas, necesitaban y querían seguridad, de un gobierno a favor del capitalismo y la desregulación (Lo propio del PRI y el PAN); esa estructura económica, fortalece sus activos, su dinero y su poder político. En esa lógica, las empresas son actores políticos del entonces grupo en el poder (El PRI); eran pues, un dique, en los intentos del avance de la izquierda.

Solo como ejemplo: de las 49 emisoras comerciales privadas que operaban en el entonces Distrito Federal, 41 eran de 5 familias, una de ellas, los Azcárraga (De TELEVISA RADIO (Radiópolis) y Radio Fórmula, que cubrían 11 estaciones).
Súmese a esta concentración, el tema de las exenciones fiscales (Iniciadas en 1969), que prácticamente, no tocaban los ingresos de 46 mil 649 millones 183 mil pesos (Cifras de 1997), en la totalidad de emisoras del Distrito Federal, antes mencionadas.

En este escenario, las averiguaciones se aceleraban:

a) TELEVISA y TV AZTECA, exigían la renuncia del gobierno del Distrito Federal (El PRD, hablaba de los “títeres del gobierno nacional”, el Presidente Zedillo, llamó molesto al dueño de la segunda televisora, para pedirle que se abstuviera de las exigencias. Posteriormente, se sabría que, el dueño de TV AZTECA, tuvo miedo, que ese día, le quitaran la concesión).

b) El caso no parecía tan complejo: un ladrón de carros, muy conocido, se había robado un Jetta gris, en el que horas después, se trasladaron varios sicarios al “Charco de las Ranas”, seguros de la permanencia en él, de Paco Stanley, contra quien se cometería el homicidio (Algunos hablaban de la venganza como motivación, otros dudaban de esa tesis)

Ante los televidentes, Stanley, era un hombre bonachón, de una gran voz, con un humor ácido, que les resultaba divertidísimo. Pero tras cámaras, había una oscura realidad: la estrella televisiva, tenía contactos con carteles de drogas: el de Juárez y, por otro lado, Amado Carrillo Fuentes, conocido como: “El señor de los cielos” (Paco iba a su casa, a jugar billar, pues era su vecino en Cuernavaca).

Stanley, hacía una representación famosísima: “El Tenorio Cómico”, que era una obra de corte burlesco, de la obra de Zorrilla. Uno de los hermanos de Casillas, contaba con pases para las funciones anuales de esa obra.

Se dice que, cuando la Procuraduría del Distrito Federal, supo de los lazos entre el narco y el animador, dieron marcha atrás, en las averiguaciones veraces del caso…

Stanley era adicto. De hecho, al realizar las primeras pesquisas, en su cuerpo, se encontraron evidencias físicas de dosis de cocaína; y, al hacer las pruebas médicas, tanto el fallecido (Otros dicen, que esa prueba dio negativo), como el ya mencionado Bezares, tenían droga en la sangre.

Muy al comienzo de las investigaciones, el afamado conductor Raúl Velasco, le dijo a Bezares, que, dijera la verdad, que se dejara de mentiras, pues aparentemente no ofendía a nadie, con su adicción. Mario, decía que el jefe de la Procuraduría, cometía infamia, al acusarlo de inhalar cocaína. Por su parte, al mismo Procurador, lo visitaron influyentes individuos, para que no revelase, que había evidencia de la adicción de Paco por la cocaína.

Pero no solo se encontraron dosis de cocaína en el cuerpo de Paco: él tenía en su poder, una credencial que lo presentaba como “funcionario de la Secretaría de Gobernación, autorizado para portar un arma de fuego”. Tal parece que el documento fue emitido por Marcos Manuel Souberville, cercano al ex gobernador, Jesús Murillo Karam. El documento fue emitido en mayo de 1999. Indudablemente, Stanley usó sus influencias, para obtener la credencial. Además, don Marcos Manuel, le dio un documento parecido al hijo mayor de Paco y al mismo Mario Bezares (En 2007, Souberville, fue asesinado en Hidalgo, por una venganza del crimen organizado)

Meses después de los eventos, uno de los que fuera compañero de Paco, dio su declaración ante las autoridades (En el juzgado 55 penal): Benito Castro, expresó que: tanto Bezares como Stanley, se drogaban. Consumían cocaína en sus oficinas y eventualmente, en los camerinos. Según Castro, el animador, tenía un molino de color verde, donde molía la piedra hasta hacerla polvo; y poder inhalarla en los cortes que ellos mismos realizaban. El ex compañero de Stanley, llegó a decir que, Bezares y Paco, se drogaban en los restaurantes que frecuentaban: esto lo hacían constantemente. Antes de ello, en un interrogatorio, el ministerio público, llegó a preguntarle a Castro: “¿Tenía usted relaciones homosexuales con Paco Stanley?”.

El 8 de junio de 1999, al día siguiente del homicidio, el periodista Jesús Blancornelas, escribe que: “Luis Alberto ‘El Bolas’ Salazar Vega disparó y mató a Paco Stanley. El motivo: Stanley estaba asociado al cartel de los Carillo Fuentes. Se convirtió en estorbo para los Arellano Félix, quien tenía dominado el territorio del entonces Distrito Federal. Tuvieron el tiempo necesario para seguir a Stanley, conocer la rutina de sus recorridos, escoger el lugar más adecuado ejecutarlo”.

De nuevo: la vida y la historia, presentan un giro sorpresivo: Blancornelas, era un periodista que informaba de actividades “oscuras” de los políticos, luego, esas actividades llevan a informar sobre la aparición y crecimiento de los carteles de la droga, donde estaban ligados políticos mexicanos. El 27 de noviembre de 1997, Blancornelas, sufre un atentado en el que recibe cuatro disparos, presuntamente de parte del crimen organizado. En ese hecho, muere su chofer, quien, a su vez, era su guardaespaldas. Desde entonces, tenía protección gubernamental.

El mismo día que Jesús Blancornelas escribe, la policía, encontró el Jetta gris, que trasladó a los asesinos de Paco: el carro, estaba en la calle Durango, Colonia Progreso Atizapán: quien fue acusado de haberse robado el auto, fue Juan Márquez, alias: “El Diablo”, él hizo el robo con dos cómplices: ellos, iban armados, originalmente, el carro estaba en la “Colonia Las Águilas”, el robo se hizo el 6 de junio, unas horas antes del homicidio de Paco.

Entonces: “El Diablo”, conocía a quienes le pidieron el automotor para usarlo en el atentado. Cuando el maleante Márquez fue detenido, una edecán del programa de Stanley: Roxana (De apellidos Reyes Vivanco); sale hacia Colombia y no vuelve a México. Luego se sabría que, la policía alegó que, no podía difundir información sobre ella y que la misma TELEVISA, ocultó información sobre la colombiana.

Por otra parte, se sabe que el compañero sentimental de Roxana, Javier Fernando Durruti Castillo, una vez desaparecido “su amor”, descuidó su condición de salud y física. El hombre, fallecería, el 26 de diciembre de 2004. Con su muerte, se perdía otra oportunidad, de que el crimen de Paco Stanley, se aclarase.

Márquez, había huido con Reyes Vivanco a Cancún, pero solo él, fue detenido. Márquez, solo fue acusado de “robo de auto” (De hecho, el maleante llegaría a decir a la prensa, que, solo hablaría del robo del carro y no, de Roxana Reyes Vivanco). Esta acusación, era respaldada por la declaración de Ricardo Krasovsky Santa María, dueño del automotor. Por otro lado, la policía dijo que, “El Diablo”, había sido chofer de un ex esposo de una famosa cantante, hija de dos reconocidas estrellas musicales y televisivas mexicanas.

El 9 de junio de 1999, la Procuraduría, hablaba de tres líneas de investigación:

  1. Venganza del narcotráfico.
  2. Un crimen pasional.
  3. Un conflicto profesional.

Regresemos a Paco: según investigaciones mezcladas con ficción (Telenovelas, series en plataformas), Stanley, distribuía drogas, a otros miembros del espectáculo, pero, además, era testaferro en la administración de bienes inmuebles de carteles como el de Juárez. Para ello, tenía contactos con Rafael Aguilar Guajardo, el hoy asesinado, jefe de la Dirección Federal de Seguridad, y quien buscaba disputarle el liderazgo al “señor de los cielos”. Aguilar Guajardo, es asesinado por orden de Amado Carrillo, esto, en un muelle en Cancún, poco antes de la masacre a Stanley.

Samuel del Villar, sabía de estos hechos, pero “no le servía esa línea de investigación”. Entonces, Villar llegó a decir que: “A Stanley, lo mató el cartel de los hermanos Amezcua, quienes eran conocidos como: “los reyes de las anfetaminas”; quienes pertenecían al “Cartel de Colima”: pero… en realidad: ¿Tendrían que ver con la masacre?: ya durante el juicio, ellos dijeron que, ni siquiera conocían a los acusados.

Lo que luego en derecho penal, se llamaría: “el testigo de la corona”, haría su aparición: un tal, Luis Gabriel Valencia, alias “El Flama”: un recluso, que se decía ser el “cocinero” (El que preparaba las drogas para el cartel) de Luis Amezcua dentro de la cárcel. Sobre la entrada en escena, de esta personalidad, hay cuando menos, dos versiones:

  1. La Procuraduría buscó en su “lista de testigos”, un convicto que pudiera apoyarles.
  2. El director del penal donde estaba recluido Valencia, les recomienda a los investigadores al convicto, por su capacidad de manipulación.

Conforme al expediente médico en manos de la Procuraduría, Valencia, era un desequilibrado mental. Pero “se le creyó su testimonio”, en el sentido que, había visto en dos ocasiones a una edecán de Stanley (Una de las modelos que participaba en el programa); reunida con otra persona con antecedentes penales.

La edecán era, supuestamente, Paola Durante, uruguaya de 23 años. Se decía que había participado en el crimen, porque los Amezcua, le habían ofrecido una gran cantidad de dinero. La otra persona era: Erasmo Pérez, alias: “El Cholo”, según el convicto Luis Gabriel, ellos fueron a visitar a Amezcua, para presuntamente, planear el asesinato de “Paco”. “El Cholo”, fue arrestado el 19 de agosto de 1999.

En esa trama, un cómplice clave, era Mario Bezares, supuestamente, deseaba vengarse de Stanley, por motivos que, desde la investigación nunca quedaron claros (Desde las bromas, el decir que uno de los hijos de Mario, era de él; hasta intereses económicos: Stanley, tenía una empresa, llamada: “ST Producciones”, en la que Mario era apoderado legal y que, según el jefe de la Procuraduría, Bezares, realizó movimientos en la empresa, hasta de 70 millones de dólares, para beneficio personal.).

Sobre el testimonio de Luis Gabriel Valencia, el problema era que no había evidencia:

  • Que Durante y “El Cholo”, se conociesen entre sí.
  • Que ellos conociesen a Amezcua.
  • De la presunta visita de ellos a la cárcel (La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, probó por vía documental y testimonial, que esa presunta visita, no se había realizado. La Procuraduría, se llegó a “inventar” unas hojas, en las que aparecía el nombre de Durante, pero refutadas por pruebas caligráficas)

Por otra parte, no hay que ser especialista en investigación criminal, para saber que, la solidez de un caso, requiere de la claridad “del o los móviles del crimen”: ¿Cuáles podían ser los motivos, para que Bezares participara en el complot?

Mario Bezares, era “el Patiño” de Stanley (Se entiende por Patiño, en la jerga de la comedia, sobre todo en México, a la persona que es blanco de burlas, es un personaje secundario, que tiene por objetivo, que brille el comediante principal: a Mario se le daban órdenes y se le regañaba. Antes de él, Benito Castro, había ocupado ese puesto); Mario había iniciado su carrera en el teatro, pasó a la televisión, luego del terremoto de 1985. Él inició con papeles pequeños en TELEVISA.

El humor de “Paco”, era acido: en algún momento, en uno de los programas, la esposa de Bezares (la ex reina de belleza, Brenda Yamilé Jiménez); llegó al programa con sus hijos. Stanley, dijo que el menor de ellos, era suyo. Paco le dijo a la audiencia: “Ahora cheque usted a quién se parece” (El niño era rubio de ojos claros)

Bezares, le dice a Paco: “Pues fue un antojo, señor, pues que quiere”; Stanley les pregunta a los de la banda musical: “¿Sí o no?, ¿Sí o no?”; Bezares, vuelve a traer al crío en brazos y vuelve a darse la comparación, el niño se pone a llorar, llama a su papá (Bezares), pero Paco responde: “Acá estoy hijo”, Mario lo alza en brazos y se lo entrega a Paco. En ese momento, el niño deja de llorar. Stanley insiste: “Cheque usted, cheque usted, más claro ni el agua”. Bezares, se muestra sorprendido (Parte de ser “Patiño”, era que no se tuviera el mayor respeto o dignidad propia)

La Procuraduría construyó el ligamen desde esos hechos: Mario, quería vengarse. Por cierto, los funcionarios de del Villar, presentaron como evidencia, el video de ese programa (Inclusive, como parte de la construcción del caso, al “ex Patiño”, Benito Castro, se le presenta una fotografía en la que, en el plano superior, aparecía la imagen de Stanley y en la inferior, la de Bezares sosteniendo a su hijo: Castro, dice que, efectivamente, el menor se parece a Paco)

Años después, el niño es sometido a un ADN (Su madre, lo publicó en 2023), que prueba la paternidad de Bezares. Alan (El hijo del matrimonio), dirá en una entrevista que: cuando se enojaba, le decían: “tu papá, no es tu papá”. Siendo adulto, Alan Bezares, el entonces involucrado siendo un niño, decidió investigar su origen. Expresó que fue traumático leer teorías, en las que: “Mario, mató a Paco, por su paternidad”.

Punto aparte: los choques entre el animador y Bezares, no eran solo por las bromas que se daban, había pleitos por dineros y malos entendidos. Pero el ex “Patiño”, siempre ha dicho que esto es falso.

Por su parte, el testimonio de Luis Manuel Valencia, se derrumbaba:

  • Compañeros de trabajo del “Cholo”, testificaron que el día del asesinato, éste, estaba trabajando en un taller de la colonia Narvarte.
  • En las fechas que el “testigo”, decía que Durante, había visitado la cárcel, ella estaba trabajando como edecán, en el Auditorio Nacional. La otra fecha de la que se habló, Amezcua ni siquiera estaba preso.
  • En un careo, Valencia no pudo reconocer a Durante. En su testimonio, describió totalmente a otra persona (Alta, de ojos verdes; la acusada es de baja estatura y ojos azules)
  • Luego se sabrá que, esa otra mujer, sí existía y había trabajado con Paco en otro programa de televisión: “por debajo de la mesa”, periodistas del periódico: “La Jornada”, le dicen a la familia de Durante, que esa otra mujer, se llama Roxana, y que, desapareció desde el momento del asesinato. Se dice que, el facineroso, que robó el auto en el que huyeron algunos de los sicarios, tenía relación (No sentimental) con ella; pero, además, todavía mucho después, se sabría que, la tal Roxana, sí tenía una relación sentimental, con: Fernando Javier Durruti Castillo, y que Stanley, le coqueteaba.

El golpe final, se dio cuando Valencia, dijo que: había mentido, porque la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, le había propuesto reducir su condena y mejorar sus condiciones carcelarias, si testificaba como le indicaban (Esta declaración, se dio el 6 de abril del 2000).

Como estrategia de refutación, la Procuraduría, amplió las pruebas de veracidad del testimonio de Valencia: presentaron un video grabado el 8 de noviembre de 1999, en el que el testigo, afirmaba que había sido golpeado por órdenes del director del penal donde se encontraba, esto, para que se retractara de sus acusaciones.

Luego se sabría que Valencia, había sido testigo en varios procesos y que, inclusive, había sido procesado por falso testimonio…

Pese a ello, en algún momento, la Procuraduría se mantenía firme en sus tesis: insistía en la culpabilidad de Bezares y de Durante: en el segundo caso, inclusive, fue parte de la estrategia de la defensa, involucrar a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, quien, dijo claramente que a Paola: “le habían inventado un caso, y debía ser puesta en inmediata libertad” (En esto tuvo un rol clave, Luis de la Barrera, jefe de la Comisión citada)

Pero la Procuraduría, optó por desestimar la declaración de Valencia, la estrategia de ella, pasó a ser: presionar al “testigo de la corona”, para que volviera a cambiar su versión. Y por otro lado, atacar a la ya mencionada, Comisión de Derechos Humanos: se hacía así, manifiesta, la subordinación corrupta de las instituciones jurídico – políticas, a intereses particulares. Así, los miembros de la Comisión, comenzaron a sufrir acoso judicial y policial.

En este momento, la reacción trasciende el sistema político – jurídico mexicano. En la esfera internacional, las Comisiones similares alrededor de diversos países, comenzaron a protestar por lo que estaba sucediendo en el Estado azteca.

Precisamente, estos eventos, estaban llevando al “Caso Stanley”, a los lugares ya transitados por otros expedientes:

  • El caso Posadas Ocampo: el 24 de mayo de 1993, el Cardenal Posadas Ocampo, fue asesinado junto a su chofer, en el aeropuerto de Guadalajara; en la versión oficial, fue asesinado por sicarios de los Arellano Félix, pues lo confundieron con el “Chapo” Guzmán; la razón de ello, es porque usaban carros iguales. Los críticos de la versión oficial, dicen que esto es falso, y que, en efecto, lo habían mandado matar. ¿El móvil?: el Cardenal, sabía de políticos vinculados con el narcotráfico. Otros, decían que, Posadas, sabía de la formación de un partido católico. Eso no gustó al gobierno de turno (Carlos Salinas de Gortari); se dice que Posadas, tenía nombres de políticos oficialistas, y casos que les comprometían gravemente.
  • El caso de Luis Donaldo Colosio: Candidato presidencial, asesinado el 23 de marzo de 1994, el debate se ha centrado en sí fue solo un asesino, o hubo otro francotirador: se dice que este presunto segundo asesino, tenía relaciones con el gobierno. A diferencia del “Caso Stanley”, en ese momento, el PRI, todavía tenía control bastante amplio del poder. Por otra parte, la Procuraduría, dijo algo sobre el caso del animador, que otros repitieron en el caso del candidato: “la investigación no ha sido desvirtuada, no ha habido alteración, no se han dado fabricación de pruebas, se ha hecho con una transparencia absoluta…”: hoy, sabemos que las dos indagatorias, fueron distorsionadas.
  • El caso de Ruiz Massieu: el abogado y político, salió de una reunión, se disponía a abordar su carro, cuando un joven de 28 años, le disparó, matándolo: se señaló como uno de los autores intelectuales, al entonces diputado: Manuel Muñoz Rocha, quien desapareció, luego de pedir licencia.

Esos tres casos, tuvieron algo en común: fueron llevados por Pablo Chapa Bezanilla, ex sub procurador general de la República… abogado altísimamente cuestionado…

En suma: como en los casos antes aludidos, comenzaba a surgir la pregunta: ¿Quién mató a Paco Stanley?: lo cierto es que, el animador, tenía relaciones con el narcotráfico, además, tenía compromisos con esa lacra; también es cierto que, “ese lado oscuro”, estaba oculto a los sectores de gente, que le daba sus simpatías.

De igual manera, estaba oculto, que Paco tenía una red de complicidades en el mundo artístico, así como su gusto por las fiestas y reuniones, en el que distribuía con sus propias manos la cocaína (De hecho, la procuraduría, llegó a determinar que, Stanley, dejaba una serie de mensajes para los capos en sus programas, de ahí también, la interesante anécdota del saludo “al aire”, del narco “Mayo Zambada”. Mario Bezares, en entrevistas posteriores, diría “que, a ese señor, nadie lo conocía”; ciertamente, en ese momento, el facineroso no era tan acreditado)

Para el 7 de abril de 2011, el ejército lanza un comunicado en la esfera del territorio mexicano: en él se decía: “Como presunto autor de la ejecución de Paco Stanley, fue detenido Alberto Salazar Vega, ‘El Bolas’, en Tijuana”. Según esto, el periodista Jesús Blancornelas, tenía razón (En 2002, se decía que, un tal Eduardo Saldaña, “El Jalisco”, había sido el autor material del asesinato. Conste que, la versión del periodista, estaba muy blindada de contradicciones: según se sabría muchos años después, el comunicador, puso a contar al testigo de esta versión, tres veces, en momentos diferentes, la historia.)

Pero: ¿Cuál es la verdad?: a 25 años de su asesinato, han surgido dos producciones televisivas, un documental y una mini serie de ficción: en ambos productos, queda claro que el “Caso Stanley”, está hundido en despropósitos y errores: 25 años después, los actores jurídico – políticos, lograron su propósito: ocultar la verdad.

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