Ruth Linares Hidalgo (*)
El 21 de junio de 2024 marca una fecha significativa en la historia de Costa Rica: se conmemoran 75 años desde que las mujeres logramos el derecho al voto. Este logro no solo simboliza un hito en la historia política del país, sino que también encapsula una larga lucha por la igualdad de género, iniciada por valientes mujeres sufragistas desde principios del siglo XX.En aquellos tiempos, las sufragistas costarricenses, influenciadas por movimientos similares a nivel mundial, desafiaron las estructuras sociales y políticas que les negaban los mismos derechos que a los hombres. A través de su activismo incansable y su determinación, estas mujeres, no sólo, lograron cambiar legislaciones, sino que también alteraron la percepción pública sobre las capacidades y roles de las mujeres en la sociedad.
El derecho al sufragio femenino, concedido en 1949, fue un catalizador para futuros avances en los derechos de las mujeres en Costa Rica. Este triunfo ha tenido repercusiones profundas y duraderas en la sociedad costarricense, allanando el camino para que las mujeres accedan a roles de liderazgo y toma de decisiones en múltiples esferas. En 2024, podemos celebrar, no sólo, la memoria de esas pioneras, sino también el hecho de que la Asamblea Legislativa de Costa Rica es la más paritaria de su historia, reflejando un equilibrio de género que hubiese sido inimaginable en las décadas anteriores.
Sin embargo, a pesar de estos avances significativos, la lucha por la igualdad de género no ha terminado. Los desafíos contemporáneos incluyen combatir la violencia de género, cerrar brechas salariales y desmantelar barreras sistémicas en el ámbito laboral y educativo. Estas cuestiones subrayan la necesidad de seguir fomentando políticas que protejan y empoderen a las mujeres, garantizando que los derechos conquistados sean disfrutados por todas.
Por lo tanto, mientras celebramos este aniversario, también debemos reconocer que la batalla por los derechos de las mujeres es continua. Nos «elevamos sobre los hombros» de las sufragistas, y es nuestro deber seguir su legado de valentía y perseverancia. La paridad en la Asamblea Legislativa es un logro impresionante y un paso hacia adelante, pero es una parte de la amplia lucha por la igualdad de derechos y oportunidades para todas las mujeres.
La conmemoración de los 75 años del sufragio femenino en Costa Rica, es un momento de celebración, pero también un llamado a la acción. Es una invitación a reflexionar sobre cómo podemos continuar el camino que ellas comenzaron, y cómo cada una de nosotras puede contribuir a una sociedad más justa y equitativa. En última instancia, las sufragistas nos enseñaron que la perseverancia en la lucha por la igualdad es posible, es esencial. Sigamos adelante con fuerza, inspirados por su legado y guiados por el compromiso hacia un futuro donde todos los derechos humanos sean respetados y defendidos.
(*) La autora es Presidenta de ICW Costa Rica.