Ahora juega usted, señor Capablanca

Cuaderno de Vida

Gustavo Elizondo Fallas

Carta abierta a don Roberto Artavia Loría

Estimado don Roberto:

Cada vez que en distintos sitios y medios donde comparto con otros costarricenses se habla de la necesidad de que el país asuma una agenda consensuada y tomo como referencia un reciente artículo de don Ricardo Castro en este mismo medio Costa Rica y la necesidad de una agenda país; donde el columnista indica “Esta agenda debe abordar aspectos cruciales como la infraestructura, la educación, la innovación tecnológica, la estabilidad económica, el bienestar social y la protección ambiental”.

Hasta ahí todo muy bien, pero de inmediato surge la pregunta, ¿Qué partido político tiene una estructura y sobre todo, un dirigente que pueda dar esos fundamentales pasos? ¿qué líder tenemos para que asuma una propuesta y logre conjuntar los esfuerzos para ese abordaje? Para la primera pregunta no veo una posible respuesta, si de algo tenemos crisis en este momento es de partidos políticos, el presidente actual usó un “taxi electoral” que ya lo mandó a la chatarra, el PLN no ha logrado definir su rumbo y asumir sus culpas, el PUSC tiene tantas facciones como dirigentes, los partidos religiosos siguen aferrados a su librillo conservador y eso no alcanza, los liberales si bien han tenido una evolución para superar los extremos que impulsó el “Otismo” aún no tienen músculo político, el PAC se volvió una quimera por dos gobiernos consecutivos (demasiado para una fuerza nueva), entonces es poco lo que queda.

En medio de esta disyuntiva, estimado don Roberto, creo que debe ser una persona con la mente muy preclara y una absoluta visión país, quien tome la estafeta. A raíz de este ejercicio de búsqueda que no es exclusivo de este ciudadano, recordé una charla que recibí de su persona en abril de 2020, menos de un mes después de que se declarara el primer caso de Covid-19 en nuestro país; ese día en forma precisa y profética, usted nos describió las consecuencias que traería esa pandemia tanto a nuestro país como a todo el orbe. Le soy honesto, a alguien cercano le comenté _creo que don Roberto está exagerando, no creo que se cierren fronteras, que se pare el turismo, que se cierre el país ni que se requiera reforzar a la CCSS con un centro de atención aparte de los hospitales y que lleguemos a más de 5 000 pérdidas de vida; en todo caso no veo posible que las compañías farmacéuticas puedan tener una vacuna disponible en menos de un año_

Me tuve que tragar las palabras, lo dicho por usted se cumplió por una sencilla razón, por su capacidad de estudiar y entender la realidad y sobre todo porque tiene una gran capacidad de “usar la luz alta” y hasta con neblineros. No solo en esta charla he participado, la vida me ha dado la oportunidad de estar en varias exposiciones suyas, tanto en el INCAE como fuera de él, en todas he confirmado esa percepción que tengo. Si algunos se van a preocupar de que usted procede de la Academia y en especial de la Escuela de Negocios más grande de Centro América, que revisen su hoja de vida y conozcan su labor filantrópica y su sensibilidad social, es usted un gran creyente en el papel de las organizaciones de base en el desarrollo económico y en el papel del estado como impulsor de estas como el caso de las cooperativas y su impacto en el desarrollo rural (estudio 2017).

Así las cosas, don Roberto, este ciudadano de a pie le va a incomodar su tranquilidad, donde tengo claro que no le falta trabajo, pero el país lo requiere; ¿cómo poder consolidar una posible candidatura suya? La sociedad civil se tendrá que poner de acuerdo, las organizaciones sociales, las cámaras patronales, las iniciativas comunales y que un gran diálogo nacional consolide soluciones para esos aspectos cruciales que menciona don Ricardo en su artículo. Ya en los primeros años de nuestra historia nos pusimos de acuerdo en el Pacto de Concordia, ¿por qué no lo podemos hacer 200 años después?

Como usted es un experto en estrategia y el ajedrez es el juego que la representa, hago eco a la novela de Zaldívar: “Ahora juega usted, señor Capablanca”.

Revise también

William Méndez

La verdad incómoda

William Méndez Garita Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso …

Un comentario

  1. Rita María Montoya Feoli

    Creo don Roberto de verdad ud. sería la persona ideal, piénselo, el país lo necesita.
    Este artículo nos muestra en parte de lo que adolece el país es muy importante que empecemos a ver que se hace, no podemos quedarnos inmóviles ante todo lo que está pasando en Costa Rica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *