ICE encarece la energía sin necesidad

Carlos Manuel Echeverría Esquivel

Carlos Manuel Echeverría

La Nación publica el 6 de febrero del 2024 una noticia que se titula: “Año comienza con uso intenso de combustibles para generar electricidad”. Esta es una noticia que nos debe enervar a todos los costarricenses, pues estamos regalando dólares (divisas que necesitamos para importar) y pagando más cara la electricidad importada de lo que se generaría aquí, si se le diera el chance a los generadores privados.

La noticia dice lo siguiente: “El año 2024 empieza con un inusitado uso de las plantas térmicas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la importación de energía desde Centroamérica con el fin de poder dar abasto con el consumo nacional. A diferencia del año anterior, donde el empleo de diésel y búnker se intensificó a partir de marzo, este año se evidencia desde el mismo mes de enero. Estas condiciones hacen prever otro impacto en las tarifas de electricidad que se aplicaron este año con un alza anual de 15,3% para clientes del ICE y de 2,5% para los de su subsidiaria, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL).

En lo que va del año la generación térmica representa el 20% de la demanda de energía. Al importarla, nos está costando aprox. US$0.25/kwh. Mientras tanto, hay plantas hidroeléctricas privadas que están paradas, porque el ICE quiere pagarles menos de lo que ha dicho ARESEP que es al menos el servicio al costo, que en el 2023 rondó US$0.06/kWh, y en 2024 está en US$0.08/kWh. El ICE debería comprarles energía a un precio razonable, pues ningún operador privado invierte para perder o dejar de ganar.

He investigado y he concluido lo siguiente: Lamentablemente la ARESEP ha rehusado asumir su rol de regulador, necesario para evitar estas distorsiones del operador estatal preponderante, que inevitablemente pasará los mencionados sobrecostos a los consumidores finales.

Hay plantas privadas que están a la espera de que el ICE conteste sus planteamientos para acordar condiciones y firmar los contratos correspondientes. La “bola está en la cancha” del ICE.

Por otro lado, el decreto de MINAE del 19 de diciembre del 2023, la directriz 031 para que se incida sobre la oferta y demanda de energía, debería de facilitar el enfrentamiento al Niño. Mucho depende de la voluntad del ICE, cuyos funcionarios, se me ha dicho, se sienten acosados por funcionarios de la Contraloría General de la República, que están poniendo trabas inusitadas. Valdría la pena que “la contraloría” aclarara a la opinión pública de que se trata. Nadie pretende brincarse la ley, pero caramba, si se trata de evitar un sesgo ideológico, que a lo mejor funcionarios del ICE o de la misma “contraloría” están ejerciendo, vale la pena explorar avenidas de solución, siempre en el marco de la ley por supuesto. No lo afirmo, lo sugiero, porque la situación es tan irracional, que no sabe uno que está pasando. Es un pecado regalar plata y al exterior, así como dejar que se pierdan inversiones generadoras de la necesaria energía, que aun en manos privadas, son activos del país.

Exviceministro subdirector de OFIPLAN- Presidencia de la República.

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