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Berlín, 2 ene (dpa) – La copresidenta del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Saskia Esken, está a favor de que se revise periódicamente una prohibición de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que considera «claramente antidemocrática», según declaró hoy a dpa.
«La prohibición de un partido de este tipo está sujeta, con razón, a grandes obstáculos. Pero estoy convencida de que debemos seguir revisándola», señaló Esken. «Es importante que hablemos de prohibir la AfD y que los votantes tomen conciencia».
Esken considera que la AfD forma parte de una red de extrema derecha, mantiene listas de periodistas críticos y crea portales de denuncia para los profesores que critican al partido. «Utiliza cualquier tema para incitar a la gente. Para mí, eso es claramente antidemocrático», subrayó Esken.
Según sus propias cifras de hoy, la AfD aumentó su número de afiliados en torno a un 37 por ciento en el último año, hasta los 40.131 miembros.
Recientemente, el partido ultraderechista logró importantes avances en las elecciones regionales de Alemania occidental y ganó comicios a alcaldes y concejales en Alemania oriental.
En todas las encuestas para las elecciones al Parlamento alemán (Bundestag), el partido se sitúa en segundo lugar por detrás de la alianza conservadora CDU/CSU con más del 20 por ciento, muy por delante de los tres partidos gobernantes, el SPD del canciller Olaf Scholz, Los Verdes y los liberales (FDP).
En septiembre se celebrarán elecciones en tres estados del este de Alemania: Sajonia, Turingia y Brandeburgo, y la AfD lidera las encuestas en los tres. No se puede descartar que obtenga la mayoría absoluta de los escaños parlamentarios en al menos uno de los estados y pueda nombrar a un primer ministro.
Según una reciente encuesta realizada por el instituto demoscópico YouGov por encargo de dpa, una mayoría del 53 por ciento de los alemanes cree que ese escenario es posible y solo el 32 por ciento lo considera improbable.
En el este de Alemania, hasta un 58 por ciento espera que la AfD llegue al poder en uno de los tres estados y lleve a su candidato a convertirse en jefe de Gobierno.
La líder socialdemócrata Esken advirtió de las consecuencias de nuevos éxitos electorales para la AfD. «Las encuestas actuales son una advertencia para nosotros», señaló, «dejaremos claro en los próximos meses que nuestro país corre el riesgo de sufrir grandes daños si la AfD obtiene el poder político. Porque eso sería una gran ruptura y una gran amenaza para la cultura democrática, nuestro bien común y nuestro centro económico.»
Esken planteó por primera vez la idea de prohibir la AfD ante el Tribunal Constitucional Federal en agosto. Según la Ley Fundamental (Constitución), un partido puede ser ilegalizado en Alemania si hace campaña activamente contra el orden básico democrático libre y tiene ciertas posibilidades de éxito.
Esken subrayó que es responsabilidad de las oficinas para la protección de la Constitución reexaminar constantemente la amenaza que supone la AfD para la democracia. La política añadió que si llegan a la conclusión «de que un partido en su conjunto es definitivamente de extrema derecha, entonces hay que desenvainar la espada de la prohibición».
La AfD está clasificada actualmente como «definitivamente de extrema derecha» por las oficinas regionales para la protección de la Constitución en Sajonia, Turingia y Sajonia-Anhalt.
Según la encuesta de YouGov, la mayoría de los alemanes no dan a la AfD ninguna posibilidad de convertirse en el partido más fuerte en las elecciones nacionales. Solo el 28 por ciento de los encuestados lo ve probable en las elecciones europeas del 9 de junio, el 57 por ciento lo ve improbable.
Las expectativas son similares para las elecciones al parlamento alemán, previstas actualmente para otoño europeo de 2025. El 27 por ciento cree probable que la AfD se convierta en el partido más fuerte, mientras que el 56 por ciento lo considera poco realista.
Sin embargo, muchos de los encuestados se imaginan que la estricta delimitación de los demás partidos frente a la AfD se desmoronará. El 42 por ciento de los entrevistados no cree que la alianza conservadora CDU/CSU mantenga su promesa de no colaborar con la AfD a nivel estatal y federal. El 36 por ciento opina que el llamado «cortafuegos» para evitar que la AfD gane más terreno se mantendrá.
